Un Chile nuevo comienza a nacer, ¡Tod@s a La Moneda!

Chile ha vivido una de las semanas políticas más intensas de los últimos años. El robo de cuello y corbata queda una vez más al descubierto, dejando en claro que Chile, a menos que digamos y hagamos lo contrario, es efectivamente un nicho de negocios y que la justicia está completamente subordinada a ellos.

Así, la escandalosa colusión de las farmacias, que ha generado el rechazo de la inmensa mayoría de la sociedad, esa que debe lidiar con la enfermedad y con el alto precio de los medicamentos, concluye en una vergonzosa multa y la obligación de los responsables de tomar algunas clases de “ética empresarial”, ante lo cual una parte de los parlamentarios de estas coaliciones despotrican “indignados”, aunque bien sabemos que, salvo excepciones, han sido cómplices de organizar al país, en los últimos 30 años, para la concentración económica y el abuso empresarial, en desmedro de todos nosotros y nosotras, y lo que necesitamos como fundamental, como es en este caso el cuidado de nuestra salud.

Por otra parte Julio Pereira tuvo que renunciar definitivamente a la dirección del Servicio de Impuestos Internos, a pesar de la defensa cerrada inicial del Gobierno, tras la publicación del informe de la Contraloría General de la República, profundizando el cuestionamiento a los ya conocidos “conflictos de interés”, que parece ser el eje rector de una sociedad donde el poder político se debe estrechamente a los grandes poderes económicos, por la millonaria condonación tributaria, desde de la Dirección de Grandes Contribuyentes de esta repartición pública, a la empresa Johnson’s.

Audaces maniobras se libran en la arena política institucional. Parte de los principales partidos concertacionistas, como son el Partido Socialista y la Democracia Cristiana, junto a sus aparentes adversarios de Renovación Nacional, hacen público al país su acuerdo para “reformar el sistema electoral binominal”. Según declaraciones de sus artífices, como son el diputado Patricio Walker (DC) “Si no cambiamos el binominal, el apoyo ciudadano a la asamblea constituyente es inevitable”, mientras que el diputado Francisco Chahúan (RN) sentenció “con esto bloqueamos la puerta y apagamos las voces populistas que quieren una asamblea constituyente” y “volvemos a canalizar la política desde la calle al Congreso Nacional”, en concordancia con lo señalado en distintas oportunidades por el presidente de su partido, Carlos Larraín. A confesión de partes, relevo de pruebas, dice el refrán.

Michelle Bachelet, siguiendo la misma línea, le ha dado un portazo a la Asamblea Constituyente. Y, días después, presentó a su comando nacional, en el que destaca la presencia de economistas neoliberales, como hombres de confianza del grupo Luksic, como son el ex ministro de Transportes René Cortazar y Alberto Arenas, jefe programático del comando, designados por este para integrar el directorio de Canal 13, y destacados lobbystas del megaproyecto energético de HidroAysén. Acontecimientos que se sucedían, mientras Camilo Escalona, ilustre defensor de la Constitución Política legada por la dictadura, era ratificado como candidato a senador.

Ambas coaliciones, que dicen estar enfrentadas, están más cerca entre sí que lo que aparentan. Día a día, las cartas se van echando.

Hay un Chile que está naciendo y no deja de dar muestras que su parto será pronto. Tanto el 26 de junio como el 11 de julio, nos movilizamos cientos de miles por un Chile nuevo. Por la Educación Gratuita, el Fin a las AFP, la Renacionalización del Cobre y los Recursos Naturales Estratégicos, y por una Asamblea Constituyente, entre otros poderosos motivos. La esperanza recorre a nuestro país de punta a cabo, la cual no cabe en los programas ni en las voluntades de los que ya se han repartido el país y han intentado convertir la política.

Hoy estamos vigilantes ante situaciones escandalosas, que representan la norma más que la excepción, y no nos dejaremos mancillar más. La voluntad transformadora ha superado ampliamente el ánimo de administrar lo existente. Los cambios “en la medida de lo posible” ceden su lugar ante un programa de transformaciones estructurales.

El consenso que impusieron está trisado, y se encuentran debilitados. Estamos ante una oportunidad extraordinaria.

En íntima sintonía con este Chile, una candidatura presidencial repleta cada recinto de las distintas localidades en la que se convoca. Así en Puerto Montt, Maullín y Chiloé nos reunimos por cientos para concurrir a algo que supera la tarea electoral y se inscribe en la profundidad del sentido del momento. Trabajadores, estudiantes, jóvenes de edad y de espíritu, hombres y mujeres de las más diversas procedencias, se encuentran para recuperar la política como herramienta de transformación de nuestras vidas y la sociedad. No es la idolatría ni el fanatismo a un candidato lo que nos empuja, es la convicción de tomar la historia en nuestras propias manos. Que el malestar tiene horizonte, y ese es un proyecto político.

Sabemos que somos capaces de convencer y convocar a que hoy debemos concurrir a un nuevo desafío. Que, tomando lo mejor de la experiencia del movimiento por la educación, del arrojo de los estudiantes y la juventud, les explicaremos pacientemente, tal como hicimos al sostener que la educación gratuita es posible y necesaria, a nuestras familias, amigos y amigas, que depende, nuevamente, de nosotros y nosotras.

Porque si la esperanza se ha tomado el país, que ésta también se tome La Moneda. En noviembre daremos la sorpresa, nuevamente. Cuenten con ello.

A esto nos referimos con la candidatura presidencial de Marcel Claude y Tod@s a La Moneda.

¡Ya es hora, Tenemos una oportunidad histórica, Hagámonos cargo!

¡Desde Puerto Montt y Todos los rincones de Chile, nuestro destino es la Moneda!

¡Fuerte y Claro: Marcel Claude Presidente!

Por Isabel Briceño y Eduardo Ocampo

Voceros del Colectivo Tod@s a La Moneda Puerto Montt

Publicado originalmente en ¡Adelante!

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