Las comunidades mapuche lafkenche abajo firmantes, reunidas el día domingo 19 de abril de 2009 en el territorio de Piutril, declaran a la opinión pública lo siguiente:
Kiñe. Expresamos tajantemente que no participaremos en el proceso de “participación ciudadana” que realiza la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) en el marco de la tramitación del Estudio de Impacto Ambiental presentado por Celulosa Arauco y Constitución. En efecto, este procedimiento corresponde a otro de los tantos espectáculos de “participación” que acostumbra levantar el gobierno en Chile y que de acuerdo a las declaraciones hechas por los propios funcionarios de CONAMA “no posee un carácter vinculante” que considere la oposición de nuestras comunidades a la construcción de un sistema de desechos tóxicos al mar en la Bahía de Maikillawe.
Este proceso de “participación ciudadana” no cumple con los términos y objetivos que establece el derecho internacional y los instrumentos ratificados y vigentes en Chile en materia de consulta y participación indígena. Por lo tanto, no legitimaremos un montaje, espectáculo y fraude de “participación”.
Epu. Como comunidades Lafkenche somos herederas de una rica cultura y territorio marítimo que por siglos nuestros antepasados resguardaron y protegieron. Por lo tanto, somos conscientes y sabemos mejor que nadie las graves consecuencias que hasta entonces ha tenido el accionar de la Empresa Celulosa Arauco y Constitución (CELCO) en nuestros territorios, del grave atentado a nuestros derechos humanos y a nuestra vida económica, social, cultural y religiosa que significa la construcción de un sistema de descarga de desechos tóxicos que atravesaría nuestro territorio histórico y desembocaría en el mar (Lafken).
Kila. Constituye un acto de irracionalidad pensar que la construcción de un ducto o sistema de descarga de desechos tóxicos no afectaría gravemente el medioambiente, la vida de las comunidades lafkenche y de la población no mapuche que habita en la actual Comuna de Mariquina. En efecto, la Empresa Celulosa Arauco y Constitución posee un extenso y grave repertorio de irregularidades judiciales, desastres medioambientales y sociales en Chile. Por citar algunos de estos antecedentes mas cercanos, mencionamos la contaminación del río Cruces, la muerte de los cisnes de cuello negro, y las graves violaciones a los derechos humanos en población que habita en los sectores de Mehuín y Misisipi, las cuales han sido objeto de una violencia organizada y de la división social generada a partir de la intervención que la empresa CELCO ha tenido en la zona.
Por lo tanto, todo indica que el proyecto de construcción de un sistema de descarga de desechos tóxicos que atravesaría nuestro territorio histórico y desembocaría en el mar, de materializarse sería otro de los tantos desastres medioambientales, sociales y culturales protagonizados por CELCO.
Meli. En virtud de lo anterior y de la grave amenaza que constituye el proyecto de construcción de un ducto al mar, para descargar los desechos tóxicos de la Planta Valdivia de Celulosa Arauco y Constitución (CELCO), reafirmamos nuestra intransable posición de defensa del borde costero, de nuestros derechos colectivos y del legítimo derecho a la vida y el buen vivir para las actuales y futuras generaciones.
Nuestras comunidades poseen derechos históricos sobre los territorios y ecosistemas por los cuales piensan construir un ducto al mar, derechos que son reconocidos en distintos instrumentos jurídicos que resguardan los derechos de los pueblos indígenas, que han sido ratificados y aprobados por el Estado chileno y que por su carácter vinculante éste se encuentra obligado a respetar y cumplir. Entre ellos el Convenio 169 de la OIT.
No transaremos el ejercicio de tales derechos y desarrollaremos las acciones necesarias para que éstos sean respetados, particularmente aquellos relativos al respeto de nuestro territorio y recursos naturales.
Kechu. Declaramos inválido el Estudio de Impacto Ambiental presentado por Celulosa Arauco y Constitución a la Comisión Regional del Medioambiente de la Región de los Ríos, en tanto dicho estudio jamás fue realizado tomando las muestras en aquellos puntos de tierra y mar que debieran sustentar su informe. En efecto, la prolongada vigilancia y defensa que realizaron las personas articuladas en el Comité de Defensa del Mar, impidieron en todo momento el acercamiento de embarcaciones y la toma de muestreos en aquellos puntos en que debieron realizarse. Igualmente, el estudio presentado por CELCO carece de antecedentes empíricos en materia socioantropológica, desconoce y distorsiona profundamente la territorialidad mapuche Lafkenche, los significados que posee cada uno de los espacios y ecosistemas que integran nuestro territorio, así como los impactos que tendría la construcción de un sistema de descarga de desechos tóxicos que atravesaría nuestros territorio histórico y desembocaría en el mar. Principal fundamento de nuestra identidad, cultura y vida económica, social y religiosa que se encuentra gravemente amenazada.
Kayu. Por las razones expuestas anteriormente, reafirmamos nuestra posición de defensa y resguardo de nuestro territorio, borde costero y mar, así como del conjunto de derechos que han sido reconocidos en instrumentos jurídicos como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Frente a nuestros derechos, existen sólo dos opciones, la primera es su respeto, la segunda su violación. El accionar que hasta entonces ha tenido CELCO en nuestros territorios, la posible construcción y operación de un ducto al mar, así como el intervencionismo político demostrado por el Gobierno y la clase política chilena a favor de la empresa, demuestran claramente que en nuestro caso han seguido el segundo de los caminos. Es decir, la violación de nuestros derechos.
Reafirmando nuestra intransable defensa del Lafkenmapu, de nuestros derechos colectivos y del derecho a la vida para las actuales y futuras generaciones.
Comunidad Winkul Mapu Yeco
Comunidad Piutril
Comunidad Rayen Lafken
Comunidad Rehue Lafken
Comunidad Villa Nahuel