El diario alemán Süddeutsche Zeitung, publicó ayer un informe en el que se revela la vinculación de Monsanto con instituciones gubernamentales y del Ejército de EE.UU. para luchar contra los ecoactivistas y científicos que investigan los efectos de los transgénicos.
La multinacional estadounidense de la agroquímica, Monsanto, estaría colaborando con el gobierno y el ejército de su país para luchar contra los ecoactivistas y los científicos independientes que estudian los efectos adversos de los productos genéticamente modificados, algunos de los cuales serían perjudiciales para la salud y el medioambiente, informó este ayer la prensa alemana.
El diario alemán Süddeutsche Zeitung, publicó un informe titulado «El siniestro grupo Monsanto: Del ‘agente naranja’ al maíz genéticamente modificado», en el que se expone como partidarios y ex empleados de la multinacional le han declarado la guerra a los ecoactivistas e investigadores.
El rotativo explica que varios de estos antiguos trabajadores de Monsanto, ocupaban cargos en el Gobierno de EE.UU., en instituciones públicas y algunos hasta tenían estrechos vínculos con el estamento militar e incluso con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés).
«Un vistazo al mundo de Monsanto demuestra que las empresas que suministraron el pesticida ‘agente naranja’ a los militares de EE.UU. durante la guerra de Vietnam tenían una estrecha relación con el poder central en Washington, con personas de la esfera de los servicios secretos de EE.UU. y con las compañías privadas de seguros», detalla la publicación.
El periódico señala que algunos sitios de internet donde se han publicado trabajos de investigación sobre organismos genéticamente modificados han sido visitados con regularidad por instituciones del Estado y han sido atacadas por ‘hackers.
«Las evaluaciones de los archivos de registro de propiedad intelectual demuestran que no solo Monsanto visita esas páginas con regularidad, sino también diversas organizaciones del Gobierno de EE.UU., incluidos los militares», añade el Süddeutsche Zeitung.
Especifica que entre los organismos del Estado que visitan estos sitios web son »el Centro Navy Red de Información, la Administración Federal de Aviación y el Centro de Inteligencia del Ejército de EE.UU., una institución del Ejército que instruye a los soldados en la recopilación de información».
Monsanto, una de las corporaciones más detestadas por la comunidad de agricultores del mundo, se ha convertido a los ojos de muchos en el símbolo más reconocible del control corporativo sobre los alimentos y la agricultura.
La multinacional también ha recibido multas por trampa. En agosto de 2012, un tribunal de Brasil la condenó a pagar 500 mil reales (unos 250 mil dólares) por haber utilizado publicidad engañosa al promocionar una soja transgénica.
Los alimentos transgénicos son organismos cuya información genética ha sido modificada de una manera que no se da en el apareamiento o recombinación natural, sino que es consecuencia de la introducción de genes de otras especies. Las semillas están elaboradas con materias primas vegetales o animales genéticamente alterados.
Según un informe de la Universidad de Liverpool, Inglaterra, existe evidencia de los daños que causan los alimentos genéticamente modificados.
«Se han efectuado experimentos en animales dándoles de comer maíces transgénicos, que les han provocado daños en sus órganos internos como hígado, riñones, intestinos, perdida de peso, esterilidad, vejez acelerada, retraso en crecimiento, y un aumento en la tasa de mortalidad», dice el texto.