Kira Yarmysh, portavoz del principal opositor del presidente de Rusia, Vladimir Putin, Alexéi Navalni, calificó de imprecisa y exagerada la publicación de Spiegel sobre el estado de salud del activista y a un posible aumento de seguridad por temor a un intento de asesinarlo.
A medida que el opositor ruso Alexéi Navalni va mejorando en un hospital de Berlín tras un supuesto envenenamiento con un agente neuroparalizante, se siguen tejiendo polémicas.
Este jueves la revista Spiegel difundió que la policía de Berlín había extremado las medidas de seguridad por temor a nuevos intentos de asesinato.
Los datos son el resultado de una supuesta investigación conjunta de Spiegel y la plataforma de investigación Bellingcat.
«Tanto el número de oficiales desplegados como la densidad de controles se incrementaron en torno a Navalni, que sigue ingresado en la clínica Charité», publicó.
Según estos medios, Navalni ha recuperado el habla y podría recordar los detalles previos a su colapso durante el vuelo de Tomsk a Moscú.
Por su parte, Sputnik intentó verificar la información al contactar con el cuerpo de seguridad en Berlin, sin embargo, no encontró respuesta.
«La policía se ha rehusado a confirmar o desmentir el endurecimiento de las medidas de seguridad en torno a Navalni», indica la agencia rusa.
Un portavoz del ente precisó no saber de dónde había recibido Spiegel la información, al resaltar que no comentan las medidas de seguridad, porque es un principio.
«Con respecto a las recientes publicaciones sobre Alexéi, eso de que recupera la conciencia y reacciona a personas de su entorno ya lo comunicamos el lunes, en general es un artículo muy exagerado y que contiene numerosas imprecisiones«, tuiteó Yarmysh.
El bloguero y activista opositor ruso Alexéi Navalni fue trasladado a Berlín desde Rusia el 22 de agosto después de pasar dos días en un hospital de la ciudad de Omsk, donde fue ingresado tras perder el conocimiento durante un vuelo procedente de la ciudad de Tomsk.
Después de ingresado en un hospital de Omsk, Navalni fue inducido en un coma y, ante un cuadro clínico similar al de un envenenamiento, fue tratado con atropina, medicamento que suele utilizarse como antídoto para los agentes nerviosos.
Sin embargo, los médicos de Omsk al no poderse certificar el envenenamiento, diagnosticaron un trastorno metabólico.
Por su parte, el hospital universitario Charité-Universitätsmedizin de Berlín, donde recibe tratamiento Navalni, afirmó que los síntomas del opositor apuntan a que fue envenenado con una sustancia del grupo de inhibidores de colinesterasa, que es una enzima vital para el funcionamiento normal del sistema nervioso.
El 2 de septiembre, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, informó que los análisis toxicológicos realizados por un laboratorio de las Fuerzas Armadas de Alemania muestran que Navalni fue envenenado con una sustancia del grupo Novichok, incluida en la lista de sustancias prohibidas de la Convención sobre las Armas Químicas.
La canciller federal alemana, Angela Merkel, calificó de «preocupante» el presunto uso de un arma química contra el opositor ruso, «víctima de un crimen», y expresó la esperanza de que el Gobierno ruso se explique al respecto.
Desde Moscú tildaron de infundadas las declaraciones alemanas sobre lo ocurrido con Navalni y dijeron que esperan las respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.
El lunes la clínica Charité informó que Navalni fue sacado del coma inducido y responde a los estímulos verbales.
Con información de Sputnik
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