El presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, anunció que cerrará la frontera estatal con Lituania, Polonia y Ucrania y que enviará «la mitad del Ejército» de su país a reforzar la protección fronteriza en el flanco occidental.
«Nos vemos obligados a retirar las tropas de las calles —como ya he dicho, la mitad del Ejército está movilizado— y a cerrar la frontera estatal con Occidente, principalmente con Lituania y Polonia.
Nos vemos obligados a fortalecer la frontera estatal, con gran pesar nuestro, con nuestra fraternal Ucrania», declaró el mandatario durante un foro progubernamental de mujeres en Minsk., reseño RT.
La víspera, acusó a estos tres países, así como a la República Checa, de ser «satélites» de EE.UU. que ayudan a Washington a desestabilizar su país.
Además, el mandatario ha hecho un llamamiento a los pueblos lituano, polaco y ucraniano, instándoles a «detener» a sus políticos y a oponerse al «estallido de la guerra».
Asimismo, agregó que «la guerra relámpago» para tomar el poder en su país «ha fracasado», y anticipó que en Bielorrusia «nunca se dará» un escenario como ese.
Lukashenko declara fracaso de «guerra relámpago» contra Belarús
La «guerra relámpago» para tomar el poder en Belarús «ha fracasado», declaró el foro de mujeres realizado en Minsk (capital) el presidente de ese país europeo, Alexander Lukashenko, reseñó Telesur.
Al referirse al intento de subvertir el estatus político en esa nación tras las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, el mandatario aseguró que ello «no podría suceder en nuestro país, nunca sucederá».
Lukashenko negó que se hubiese producido un fraude electoral en los comicios, ya que «es imposible falsificar elecciones en el 80 por ciento», manifestó.
Aclaró que la oposición no necesitaba los resultados para lanzar su ataque, en un día «que fue tejido de provocaciones».
Comentó que durante esta jornada el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo no reconocieron «nuestras elecciones», pero estas fueron celebradas «de acuerdo con la Constitución y las leyes de nuestro país. No necesitamos ningún reconocimiento», afirmó.
Añadió que las fuerzas del orden «salvaron el país y frustraron la guerra relámpago» el día de los comicios. Explicó que a los actores externos interesados en la desestabilización les quedan «muy pocos trucos en su arsenal antes de desatar una guerra candente.
Por tanto, nos vemos obligados a retirar las tropas de las calles, como ya he dicho, poner a la mitad del ejército en armas y cerrar la frontera estatal desde Occidente, principalmente con Lituania y Polonia».
Esa medida también incluye el reforzamiento de la seguridad en la frontera con Ucrania, puntualizó. «En los últimos días, me he visto obligado, junto con el presidente de Rusia, el ministro de Defensa, a reconstruir la defensa general del Estado de la Unión».
Lukashenko instó a los pueblos de Lituania, Polonia y Ucrania a «detener» a sus políticos y oponerse al «estallido de la guerra».
Con anterioridad, había acusado a esos Gobiernos, así como a la República Checa, de ser «satélites» de Estados Unidos y ayudar a la Casa Blanca a desestabilizar su país.
Para hacer frente a la situación, el mandatario dio a conocer que Belarús también activó en la región de Brest (oeste) el ejercicio militar Hermandad Eslava 2020, planificado desde hace mucho tiempo y en el que participa un contingente ruso, en momentos en que Ucrania desarrolla maniobras conjuntas con fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan).