El expresidente de Bolivia, Evo Morales, advirtió que con el régimen de facto de Jeanine Áñez el país enfrenta en este momento dos pandemias. «Una pandemia que nos mata de hambre y la pandemia del coronavirus que nos mata con virus, que paraliza el aparato productivo con cuarentena, pero también un Gobierno que paraliza todas las obras por someterse a las políticas del capitalismo».
En entrevista en Voces Sin Fronteras, conducido por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk, hizo un balance de los avances que alcanzó el país sudamericano durante su gestión y advirtió que en Bolivia pareciera que se está retornando a tiempos de la Inquisición, pues se ha retomado la persecución contra los indígenas.
Por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk
BS: Durante las guerras del agua de Cochabamba usted fue un líder sindical que resistía al gobierno neoliberal de Jorge Tuto Quiroga, ¿cómo puede comparar la lucha de esos años con la resistencia actual en el trópico de Cochabamba?
EM: Ha habido distintas fases de lucha a partir del año 1995 que recuerdo perfectamente, antes eran golpes y golpes. En el año 1978 yo prestaba el servicio militar obligatorio en las Fuerzas Armadas. Un pequeño paréntesis, había sido el único presidente civil que había ido al cuartel, los presidentes civiles del pasado siempre compraron libretas del servicio militar porque para ser autoridad electa es importante contar con libreta de servicio militar. En el 78, estando de soldado conocí tres presidentes: Hugo Banzer Suárez cuando entré al cuartel, hubo golpe al medio año quedando Juan Pereda Asbún y al final, noviembre, me especializaron en Policía Militar, estaba dando seguridad en el Comando General del Ejército de Miraflores, estado mayor del Ejército, en la noche dejé al general (David) Padilla Arancibia de comandante y al día siguiente me despierto y el comandante ya era presidente. Ese año tres presidentes, al año siguiente me licencié, cuatro presidentes, golpe de Estado, (Alberto) Natusch Busch y todos los partidos de derecha participaron en ese golpe de Estado.
Por ejemplo, los bolivianos saben muy bien, había un famoso dirigente del MNR, Guillermo Bedregal, que era canciller de Natusch Busch que dio golpe de Estado y ese golpe de Estado duró apenas dos semanas. El frente campesino, la central obrera boliviana empezaron con bloqueos de caminos y paro general indefinido de la central obrera boliviana, casi con 200, 300 muertos, fracasó el golpe, intentamos recuperar la democracia. Largo sería comentarle, pero desde el 85 empieza el modelo neoliberal y algunos maestros con mucha fuerza pidiendo mayor atención a la educación, porque la estaban privatizando. A veces la guerra del agua, la guerra del gas, la guerra de la hoja de coca, yo diría que la guerra de la hoja de coca tenía una importancia muy significativa, no solamente era defender la economía, pero fundamentalmente era defender la dignidad de la soberanía, porque so pretexto de la lucha contra el narcotráfico instalaron una base militar en Chimore, entonces para mí la lucha contra el narcotráfico sigue un objetivo, son intereses de carácter geopolíticos, control territorial, so pretexto de la lucha contra el narcotráfico, muchos ex agentes de la DEA denuncian la falsa guerra a las drogas.
Vale la oportunidad para conversar lo siguiente, un grupo de jóvenes dirigentes campesinos, indígenas, desde finales de la década de los 80 y parte de los 90, nos hemos preguntado hasta cuándo desde arriba, de afuera, nos van a gobernar, cuándo nosotros mismos nos vamos a gobernar, hasta cuándo van a seguir llegando planes y políticas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, por qué no que las políticas sean de los bolivianos. Bolivia siempre tuvo poder social, poder sindical, poder comunal, pero cuando nos preguntábamos cómo nacionalizar nuestros recursos naturales, servicios básicos, con el poder comunal o con el poder social no podías nacionalizar, era importante impulsar un instrumento político y desde el movimiento campesino del trópico, pero sobre todo de Quechuas, Aymaras, más de 30 nacionalidades, nos hemos propuesto hay que gestar, hay que impulsar, hay que organizar un instrumento político de la liberación, del pueblo, para el pueblo, con programa del pueblo.
Aquí quiero que sepan, tuvimos que romper con la doctrina del sistema capitalista, en el sistema capitalista los movimientos sociales somos terroristas, además de eso dicen que el sindicato no puede hacer política, la independencia sindical, el pluralismo ideológico so pretexto de pluralismo ideológico un sindicato puede estar de gente de la derecha, izquierda, yo dije no, nosotros desde el campo dijimos si nos hemos organizado en un movimiento social es para una reivindicación ante el patrón privado y ante el patrón Estado, también dijimos tenemos derechos políticos y no podemos solamente quedarnos como sindicalistas por una simple reivindicación, si queremos transformaciones profundas, es importante transformaciones también profundas a las estructuras y todavía hasta cierta parte tuvimos problemas con los obreros, que seguían con su independencia sindical, que el sindicato no podía hacer política. Desde el movimiento indígena dijimos nosotros tenemos derecho a hacer política, también tenemos derecho a que otro vote por nosotros, no solamente nosotros votar por la gente y que después nos dañen, abusen, saqueen nuestros recursos naturales.
Evidentemente llegó el gobierno de Banzer, Tuto Quiroga, porque privatizaron la luz, las telecomunicaciones, entregaron a las transnacionales nuestros recursos naturales como gas, varias veces con los dirigentes nacionales de la COB, como también de las confederaciones de campesinos, fui a negociar y siempre planteábamos en las distintas negociaciones con gobiernos neoliberales la nacionalización y la respuesta era que cuando está bajo el suelo el gas era de los bolivianos y sale del suelo y ya no era de los bolivianos y los contratos inconstitucionales que decían, textualmente, el titular adquiere el derecho de propiedad en boca de pozo, quién es el titular, la transnacional. No había control del Estado sobre la producción, cuántos millones de metros cúbicos día, para nada, y ahí viene nuestra protesta, 82 % de los ingresos para la petrolera y 18 % para los bolivianos.
Nuestra tarea en 2005 para las elecciones, propuestas muy sencillitas, en lo político la refundación de Bolivia, en lo económico la nacionalización y en lo social la redistribución de la riqueza. Lo primero iba a ser difícil, durante la Asamblea Constituyente grupos conservadores no querían dejar el Estado colonial para tener un Estado plurinacional, tres años de lucha, intentos de golpe de Estado, intentaron dividir Bolivia pero gracias a la unidad del pueblo ganamos.
En el tema de la nacionalización ha sido más sencillo, al ganar firmé el decreto el 1 de mayo de 2006, no me tembló la mano para firmar el decreto supremo de nacionalización para empezar tema gas y qué dijimos: si las petroleras quieren quedarse en Bolivia es como socios no como patrones ni como dueños de nuestros recursos naturales, primera condición, segunda si se quedan lo hacen con 18 % y ahora para el Estado 82 %. Algunas empresas se han ido, algunas se quedaron. La inversión privada, sea nacional o internacional, está garantizada por Constitución porque somos una economía plural por Constitución, pero bajo las normas del Estado boliviano. Y a partir de ese momento cambió la situación económica del país, entonces no solo ha sido una lucha por el agua sino un conjunto de luchas por las reivindicaciones más importantes como acabar con esa doctrina norteamericana, repito nuevamente para el sistema capitalista los movimientos sociales somos terroristas y no tenemos derecho de hacer política.
DR: En las elecciones presidenciales de 2002 usted fue derrotado por Gonzalo Sánchez de Lozada donde hubo una campaña de falsificaciones, miedo, intimidación contra usted y el MAS. En la actualidad estamos observando cosas similares, ¿qué aprendizajes toma para el presente si mira en perspectiva esa campaña electoral de 2002?
EM: En el 97 me han propuesto que yo sea el candidato de la presidencia y yo recibía muchas acusaciones, mucha difamación por el gobierno de Sánchez de Lozada y me proclamaron, renuncié a la candidatura, decían ‘cómo un narcotraficante, un asesino podía ser presidente’, entonces yo rechacé esa vez, aunque tuve problemas en el 97 pero en el 2002 ya había consenso para que fuera candidato. Yo tenía mucha duda que podía obtener una buena votación, solo una prensa internacional dijo que el MAS podía obtener 8 % y todas las encuestas decía 3 %, 4 %. Gonzalo Sánchez de Lozada se alío con el Movimiento Bolivia Libre, que antes en el 89 estaba en la izquierda unida, los socialdemócratas, y era un partido en base a las ONG, especialmente la plata era de Europa, y hacer política con plata en mi experiencia no sirve, se terminó Bolivia Libre, ya no hay ese partido. Pero esa vez estaba vigente alianza con Partido Socialista, otro partido de Oruro, eran cinco partidos legalmente reconocidos por la ex corte nacional electoral, y nosotros solos y recuerdo que el embajador de Estados Unidos, Manuel Roche, dijo una vez «Evo Morales es Bin Laden andino, los cocaleros son los talibanes, no voten por Evo Morales». Recién reaccionó el pueblo antiimperialista, ‘voten por Evo Morales’, ‘por qué tiene que acusar el embajador de Estados Unidos a Evo Morales de que es el Bin Laden andino’ y el Tuto Quiroga que estaba de presidente no dijo nada, ahora dice que hay intromisión de Argentina, de otros países. Yo dije que el embajador Manuel Roche era mi mejor jefe de campaña por haber dicho eso, no me molesté más bien saludé ‘gracias al jefe de campaña’ por haber dicho eso, resultados nosotros del MAS 20 %, cinco partidos políticos nos ganaron con menos del 1 %, con 0,9 %.
Quiero ser muy sincero hasta ese momento yo no estaba tan seguro que Evo podía ser presidente en algún momento, pero a partir de ese momento creo que en cualquier momento podía ser presidente y ahora sí teníamos que prepararnos y recién un grupo de profesionales empezamos a hacer un programa muy serio, muy responsable del Estado, del pueblo boliviano.
Ahora, siempre la derecha tiene consultoras de Estados Unidos para hacer su campaña. Les cuento un recuerdo, en 2002 llegué a La Paz a las dos de la mañana después de tanta caminata, de diez, doce pequeñas, medianas concentraciones, y dormía hasta las cinco de la mañana porque a esa hora otra vez tenía que viajar porque a las ocho de la mañana una concentración en la provincia Loayza en un municipio llamado Saphaqui. Llegué a las ocho en punto, la gente todavía no estaba concentrada y yo cansado, dije a mis compañeros consigan algún cuarto para descansar hasta que la gente se concentre, quería un poquito dormir más, y había un pequeño hotel para conseguir un cuarto, nos acercamos, el hotel estaba rodeado de carros de lujo, más raro, todo el hotel estaba ocupado, nos dicen que Gonzalo Sánchez Lozada con unos gringos están debatiendo, hablando, y dijimos infiltren alguna inteligencia para saber qué están haciendo ahí. Llamaron a las trabajadoras del hogar, preguntan qué están haciendo, qué están hablando, las trabajadoras del hogar sirviendo refrigerio, todo, como dos días reunidos, y nos dicen no entendemos nada, hablan todo en inglés, más raro todavía. Nos acercamos al dueño del hotel y el dueño del hotel nos dice ‘aquí está Gonzalo Sánchez Lozada con un grupo de asesores norteamericanos haciendo el programa de gobierno para las elecciones’. Nosotros sorprendidos y quienes me acompañaron igual por cómo estaba haciendo su programa ahí y de asesores, consultoras para la campaña ni contar, siempre estaban al lado de la derecha.
Pero también quiero decirles ahora están de moda las redes, para las elecciones del año pasado desde Brasil, desde Chile, desde Estados Unidos, una guerra total por redes sociales hemos enfrentado, pese a eso hemos ganado en la primera vuelta.
BS: En la época de las guerras del gas que fueron un punto total de inflexión, tanto para Bolivia como para usted, fue entonces cuando vimos vivo el poder de las organizaciones sociales, de barrio principalmente en el sector El Alto. ¿Cómo compara usted ese momento histórico de la lucha social en El Alto con la actualidad y qué papel cree que jugará en este proceso de retorno a la soberanía popular?
EM: Algo importante que el frente campesino decidió que no solamente es importante luchar por la reivindicación sectorial o regional sino nacional. Eso hicimos con muchas confederaciones del frente campesino indígena originario, pero desde el trópico, desde Cochabamba, por ejemplo, decíamos lo siguiente: hay que casar la coca con el petróleo. ¿Qué significa eso? Defender la hoja de coca, que es un recurso natural renovable, como un recurso no renovable como el petróleo, los hidrocarburos, donde está el tema gas, casar juntos las dos cosas hay que defender.
Así era a nivel nacional desde el frente campesino indígena originario pero no solo social y sindicalmente sino también políticamente, electoralmente, porque era un tema netamente político. Con las luchas podíamos conseguir algunas reivindicaciones pero no cambios estructurales y aquí otra vez quiero decirles cuando llegue al Chapare, al trópico de Cochabamba, planteaban en las negociaciones cambios profundos y representantes de los gobiernos neoliberales respondían diciendo ‘no, usted está haciendo política’, ‘la política para ustedes es delito, pecado’, ‘la política del campesino del trópico es hacha y machete’, en el Altiplano era pico y pala. Bueno superamos y después viene la guerra del gas, esa lucha que se concentró en la ciudad de El Alto. ¿Cuál era el problema de fondo? Al margen de la nacionalización, no podíamos entender cómo los gobiernos querían instalar una planta de GNL en el territorio chileno, no del Estado sino de los privados, y de ahí mandar gas a California, Estados Unidos. Nosotros sin gas y el gas llevárselo a Estados Unidos, por qué no primero el gas para los bolivianos y ahí yo saludo, mi respeto, mi admiración para el pueblo alteño, muy bien organizado junto al movimiento campesino, a mineros, todos empezaron la lucha, se profundiza la nacionalización y el gobierno quiere nacionalizar, por supuesto, y ahí el pueblo alteño estaba más que nunca unido, una sola junta vecinal, ahora me dicen que tiene dos, hasta tres juntas vecinales, una debilidad, pero la más combativa, la más firme siguen siendo unas juntas vecinales no solo nacionalistas sino antiimperialistas, en base a los hermanos aymaras.
De esos tiempos ahora un poco cambió, pero también que nuevamente vuelven las privatizaciones, en el decreto supremo 4272 del 24 de junio de este año plantea volver al pasado, convertir a un Estado enano, mínimo como pretende el Fondo Monetario Internacional. Por tanto, quiero decirles que el Estado no va a invertir en las empresas públicas, menos para ampliar el aparato productivo para el pueblo boliviano, en este decreto supremo es volver a que el Estado solamente regule y no invierte, y ustedes saben que un Estado que no invierte no genera divisas para atender las demandas que tiene el pueblo. Las recetas del FMI están en este decreto supremo del 24 de junio, privatizar luz, telecomunicación, salud, educación. La privatización de la educación ya empezó porque este año no presupuestaron para la creación de nuevos sitios, el 14 de septiembre de este año empezaron privatizando la energía en Cochabamba, el procurador del Estado Plurinacional nombrado por la Áñez renunció, porque ese decreto de privatización era inconstitucional. Los servicios básicos son un derecho humano y no puede ser un negocio privado, la salud no puede ser una mercancía, la educación es tan importante para la liberación del pueblo, el pueblo se levanta, el pueblo rechaza, y eso está uniendo más aún todavía, y este procurador ha sido despedido por la Áñez, ha nombrado a otro que está ilegalmente. Su nombramiento es inconstitucional, les falta un poco de visión política para designación de autoridades.
Entonces esas privatizaciones a servicios básicos o paralización del aparato productivo, no solamente la cuarentena o la pandemia paraliza la economía sino el Gobierno, lamentablemente Bolivia tiene en este momento dos pandemias: una pandemia que nos mata de hambre y la pandemia del coronavirus que nos mata con virus, que paraliza el aparato productivo con cuarentena, pero también un Gobierno que paraliza todas las obras por someterse a las políticas del capitalismo.
Estamos convencidos de que vamos a superar todos esos problemas con la lucha del pueblo, con la lucha del pueblo alteño.
DR: Usted logró nacionalizar los recursos naturales del país y crear una economía estable y en crecimiento constante. ¿Cuáles recomienda como las tres políticas claves para solucionar la actual crisis económica de Bolivia creada por el Gobierno golpista?
EM: Un dato importante, la población debe estar informada. Después que nacionalizamos, casi en 20 años de neoliberalismo, del 85 al 2005, la renta petrolera era de apenas tres mil millones de dólares, después que nacionalizamos el 22 de enero del año pasado, Día del Estado Plurinacional, dejamos con 38 mil millones de dólares de la renta petrolera.
Desde 1825, fundación de la República, hasta 2005, 180 años, con cuánto del PIB nos dejaron, con 9 mil 500 millones de dólares del Producto Interno Bruto, enero del año pasado lo dejamos con 42 mil millones de dólares del PIB, imagínese el cambio profundo, qué tan importante ser nacionalista y tan importante ser antiimperialista porque enfrentamos al imperialismo, a sus privatizaciones, y a partir de ese momento ha cambiado.
Y con esa plata con seguridad, la reducción de la pobreza, y el crecimiento económico, Bolivia era el último país de Sudamérica y en los últimos años fuimos primeros en crecimiento económico, de los 13 años que estaba de presidente, seis años primeros en crecimiento económico en Sudamérica. Cuando yo iba a algunos foros internacionales, cumbres de jefes de Estado o posesión de algunos presidentes, los presidentes me preguntaban ‘Evo este año de cuánto será el crecimiento económico’, yo les decía 4 %, 5 % y me preguntaban qué había hecho para eso, hay que nacionalizar nuestros recursos naturales y los servicios básicos deben ser un derecho humano.
Tenemos la tarea de cómo defender la nacionalización y profundizar la industrialización, esa es la meta que tenemos para continuar con el crecimiento económico, primero tenemos que recuperar la democracia y recuperar la patria.
BS: Ahora vemos a nuestros hermanos indígenas en Bolivia que están siendo perseguidos de nuevo por este régimen racista, liderado por Áñez, ella y sus paramilitares. ¿Qué tipo de acciones cree usted que debería tomar el próximo gobierno del MAS para ayudar a erradicar de una vez por toda el racismo en Bolivia?
EM: Pareciera que en Bolivia estamos retornando a tiempos de la Inquisición, por qué digo esto, porque derecha racista usaron la Biblia para hacer odiar al prójimo, usan la Biblia para robar, para matar, genocidio, economicidio, usan la Biblia para discriminar, para quemar wiphalas, para hacer patear a la gente humilde, a la gente de pollera.
Los grupos con plata, racistas, metieron esa mentalidad. Aprovechando esta oportunidad, este senador republicano, Richard Black, en diciembre del año pasado reconoce que el golpe ha sido planificado en los Estados Unidos. Confesaron que participaron en el golpe. El 24 de julio de este año me ha sorprendido lo que dijo el dueño de Tesla, dueño de empresa de autos eléctricos confiesa haber participado en el golpe.
Es decir, el golpe ha sido contra nuestro recursos naturales, contra el litio, nosotros decidimos industrializar el litio, hemos empezado con nuestras reservas internacionales, se ha firmado con Europa, con China, por tema mercado, ahora con el litio dijimos aquí no entra Estados Unidos, teníamos previsto dentro de la agenda patriótica del Bicentenario 41 plantas, más de 15 para cloruro de potasio, carbonato de litio, hidróxido de litio, para baterías de litio tres plantas, y otras plantas eran para insumos pero también para subproductos, en subproductos para alimentos y medicamentos, repito dije aquí no entra Estados Unidos y ese ha sido nuestro delito.
Entonces, ahí viene la violencia ejercitada, yo siento y es importante una reconsideración para un relanzamiento de nuestra economía, y tenemos un gran plan con binomio llegando al gobierno cómo nuevamente demostrar que Bolivia tiene mucha esperanza y la ventaja que tenemos es que el 2005 nos dejaron un Estado destrozado, con presidente limosnero como Carlos Mesa, que solo pedía ayudita para pagar sueldos y salarios y ahora en casi 14 años demostramos que Bolivia tiene mucho futuro. En casi 14 años demostramos que Bolivia tiene mucha esperanza. El golpe de Estado también ha sido a nuestro modelo económico, nosotros hemos demostrado un modelo económico especialmente sin el Fondo Monetario Internacional, con crecimiento, con reducción de la pobreza y las desigualdades, ahí viene el golpe de Estado.
Entonces, yo creo que vamos a buscar algunos mecanismos de reencuentro entre bolivianos, porque entre bolivianos no podemos estar enfrentados, lamento mucho que hay paramilitares, grupos armados. Nuestro Movimiento al Socialismo instrumento político por la soberanía de los pueblos, un movimiento político de liberación y este movimiento político no solo es histórico, inédito, es único en el mundo porque en tiempos de colonia nuestros indígenas fueron amenazados de exterminio, no solamente el racismo y la discriminación, sino amenazados de exterminio. Y algunos países de América Latina no hay movimiento indígena, han acabado, pero nuestros antepasados como en Bolivia, Perú, Ecuador, Guatemala, México, dieron dura batalla, y justo a 500 años de resistencia indígena popular, 1992, dijimos de la resistencia a la toma del poder y en Bolivia cumplimos. Cuando empezamos a demostrar que cuando nos gobernamos a nosotros mismos Bolivia tiene mucha esperanza ahí viene el golpe de Estado, esa es nuestra realidad y, por tanto, buscamos para acabar con ese racismo encuentros entre familia.
Por ejemplo, en Cochabamba en zona norte vive gente que tiene plata, en zona sur gente pobre, un encuentro de jóvenes, debatamos, hasta cuándo vamos a estar enfrentados cómo están llevando grupos conservadores, los grupos racistas, entre hermanos, entre cochabambinos deben estar unidos, respetando nuestras diferencias de carácter ideológico, programático, pero no a golpes, no con violencia.
Yo siento que la violencia es como un derecho de la derecha, a esa conclusión llegó, habría que debatirlo, esa violencia que estamos viviendo y soportando en Bolivia.
DR: Cuando fue presidente llevó a Bolivia al escenario internacional, luchó por el mundo multipolar, desafortunadamente estamos viendo que muchos de estos avances se revierten debido a las acciones del régimen golpista. En su opinión, cuál sería la mejor manera para restaurar el lugar de Bolivia en el escenario internacional en el futuro.
EM: Cuando era dirigente sindical participé en unas reuniones de jefes de Estado, en Viena por ejemplo sobre la lucha contra el narcotráfico, y aprovechaba a las ONG que tienen estatus consultivo para poder participar y escuchar de cerca sobre mi gobierno qué planteaba en esas mesas internacionales.
‘Yo me sumo a las propuestas de Estados Unidos’, ‘yo apoyo las propuestas de Estados unidos’, solo era eso y Bolivia nunca tenía una política nacionalista, una propuesta de Bolivia.
Cuando llegamos, nuestras propuestas, la Madre Tierra, los servicios básicos, en esa área llevamos una propuesta a las Naciones Unidas que el agua debe ser un derecho fundamental para el ser humano y no un negocio privado, la hicimos aprobar y solo Estados Unidos e Israel se abstuvieron, todo el mundo votó, apoyó que el agua debe ser un derecho humano y no un negocio privado.
Así puedo comentar muchas de las políticas internacionales. Me causó risa la intervención de la presidenta de facto, vía virtual, en Naciones Unidas atacando a Argentina, al presidente argentino de intromisión, qué moral tiene para hablar de la política, es un gran retroceso, pero hablando sobre todo de América Latina, en tiempos de Chávez, de Lula, de Kirchner, en otros tiempos gestamos grandes procesos de integración como Unasur, CELAC y Obama empieza a destrozar Unasur, CELAC, con la Alianza del Pacífico.
Y el actual presidente de Estados Unidos organiza el Grupo de Lima para enfrentar a Venezuela, y frente a eso necesitamos mayor unidad, profundas reflexiones en el Grupo de Puebla, otros sectores de ALBA-TPC, no estamos solos, yo tengo mucha esperanza que nuestros pueblos, nuestros movimientos sociales vamos a recuperar la democracia. En Chile hay un referéndum, quisiéramos una América Plurinacional porque somos tan diversos, qué bueno sería que Europa, otros continentes, reconozcan esa diversidad, que esa diversidad sea reconocida por las Constituciones, por organismos internacionales, que en Bolivia somos tan diversos, diversidad cultural es nuestra riqueza de nuestra identidad, de nuestra dignidad, y en base a nuestra diversidad luchar por la libertad, por la igualdad, esa es nuestra lucha profunda. Sin embargo, pues en este momento realmente hemos vuelto al pasado, lo que hacen los gobiernos neoliberales, de derecha, solo dicen lo que dicen desde los Estados Unidos, esa política de mil ochocientos no sé cuánto decía América para los americanos, la Doctrina Monroe, tiene que terminar.
Estados Unidos y el capitalismo piensan que están puestos por Dios para dominar el mundo, que la única soberanía es para Estados Unidos y cuando un pueblo se libera, bases militares, intervención militar y golpes de Estado.
La lucha se resume a quién controla, quién administra sus recursos naturales, los pueblos mediante sus Estados de pueblos, de Estados revolucionarios, o finalmente privados con las transnacionales. Esa es la lucha de la humanidad, estamos en esa situación, pienso que en ese marco cómo democráticamente liberarnos es la tarea, la misión que tenemos por ahora.
BS: ¿Cómo ha vivido usted su exilio? ¿Qué sentimientos le provocan los militares que lo traicionaron y qué hará el MAS una vez que regrese al poder para tener militares totalmente patriotas?
EM: Yo no quería abandonar Bolivia, para mí era patria o muerte, pero un grupo de asambleístas, dirigentes nacionales, algunos ministros, me decían primero para salvar el proceso de cambio hay que salvar la vida de Evo, a mí me ha sorprendido eso, aunque no estoy tan convencido.
Segundo, el día 10 de noviembre, antes de la renuncia, los movimientos sociales se convocaban para recuperar la Plaza Murillo, ya con Policía amotinada del 8, 9 de noviembre, y en la prensa escucho que las Fuerzas Armadas piden mi renuncia y aquí algo no sé qué pasó, algún dirigente de la central Obrera Boliviana también estaba pidiendo mi renuncia, en qué pensé yo, en si ese momento no renunciaba, al día siguiente con la concentración una masacre, para evitar masacre prefiero renunciar, porque somos defensores de la vida.
Hasta ese momento tantos conflictos, desde septiembre el paro en Potosí y en Santa Cruz, incluso parte de agosto, evitamos muertos, algunos me pedían militarizar, Estado de sitio, yo no, tenía tantas reuniones con los mandos militares y policiales y decía no pueden usar la bala contra el pueblo, la bala es para defender el territorio, si se trata de Fuerzas Armadas, y no contra el pueblo.
Imagínense Evo presidente, masacre, muertos, cómo hubiera sido, si el MAS ha estado siempre con el pueblo. Incluso, cuando llegué a Chimore el domingo en la tarde, el 10 de noviembre, dije ahora me meto selva adentro, en ese momento pienso que si no renuncio mañana masacre en La Paz, policías y militares van a meter bala a mis hermanos que están por recuperar el palacio quemado, Plaza Bolivia o la plaza grande del pueblo, me van a echar la culpa a mí y renuncié para que no hubiera muertos ni masacre en mi gestión porque somos defensores de la vida, de la paz, pero con justicia social.
Un paréntesis, yo digo la lucha por la paz es una lucha contra el capitalismo, si hubiera paz con justicia social no hubiera capitalismo, estaría derrotado. Entonces el día 11, salí de Bolivia.
Resumiendo, el territorio sudamericano el día 11 estaba controlado por los Estados Unidos, no dejaban entrar al avión de México que vino a recogerme, como tres, cuatros presidentes, todo un día comunicándose cómo sacarme, habían dos caminos según: Evo muerto, o Evo en Estados Unidos. Los mismos militares me informaron que cuando yo estaba todavía en la ciudad El Alto, los militares comentaron que a Evo tenían que mandarlo a Estados Unidos, y otros comparaban este golpe con el golpe en Chile.
En el fondo, que en mi lucha sindical, política, he sido encarcelado, procesado, confinado en Bolivia, solo me faltaba asilo y con asilo ya refugio y con refugio ya he completado mi carrera política, como es la de un antiimperialista, de un izquierdista cuando no claudica están son las consecuencias y no va a claudicar.
El movimiento indígena de herencia somos anticolonialistas y antiimperialista, descuartizaron a Túpac Katari en tiempos de colonia, ahora en tiempos de República nos quieren descuartizar, fusilar a nuestro movimiento político, proscribir al MAS, proscribir a Evo, eso es la tarea de Estados Unidos que dijo ‘el MAS no vuelve al Gobierno ni Evo a Bolivia’ en distintos medios de comunicación. Estoy desde acá tratando de aportar en la campaña correspondiente pero estoy seguro que un día volveremos millones y devolveremos la libertad al pueblo boliviano.
DR: Si tuviese la oportunidad de viajar en el tiempo y volver hacia atrás, ¿qué mejoraría de su labor en Bolivia? y viajando al futuro ¿qué es lo que se espera para el MAS y qué roles le gustaría a usted desempeñar en su país?
EM: Primero, retomando cómo formar nuevos líderes, requiere mucho liderazgo, compartir mi experiencia de lucha sindical pero también la lucha electoral, compartir gestión. Lindo sería un día comentar, ya estamos escribiendo un libro, cómo algunos ministros a veces se dormían a las 5 am en el gabinete, incluso algunos hasta roncaban, y tal vez exigía mucho, porque para mí la política es una ciencia de servicio, es una ciencia de esfuerzo, compromiso, sacrificio por las mayorías, por los más humildes, evidentemente la política es una lucha de intereses, nosotros luchamos por intereses comunes, colectivos, a favor de la gente pobre, esa es nuestra gran diferencia, nuestra lucha no es concentrar el capital en pocas manos, nuestra lucha es cómo redistribuir la riqueza, que haya cierta igualdad, justicia social, la paz con igualdad, con dignidad, con justicia social, esa es nuestra lucha y retornando hay que volver tarde o temprano y mi gran deseo es que compartir esa formación, compartir una pequeña exposición de esta lucha.
Yo llegué al Chapare a sobrevivir, con mi padre muerto, y ahí de golpe me piden que fuera dirigente sindical, yo no quería, pero había confianza y dejé mi trabajo agrícola, me metí en la dirigencia sindical, torturado, procesado, confinado, tantas veces amenazado, a mí me procesaron desde el año 1989 de tantas acusaciones, difamaciones, que no tienen ningún argumento. No llegué al Chapare para ser dirigente mucho menos presidente, pero mi escuela es la lucha sindical, la lucha social, la lucha comunal, no como algunos dicen ‘yo soy de la juventud comunista, socialista’. En la vida aprendí y me pregunté por qué Evo ha llegado a la presidencia sin formación académica, yo mismo me respondí que yo había llegado a la presidencia por la verdad y la honestidad, este gobierno intentó implicarme en tema de corrupción, no pudieron, qué van a conseguir, después de tantas difamaciones. Entonces, volviendo a compartir con las nuevas generaciones, estamos seguros que vamos a ganar, muchos presidentes no Evo.