Un artículo publicado en la revista Journal of Fish Biology describe el primer caso conocido de un tiburón que carece de todas las estructuras relacionadas con la piel y los dientes.
Al examinarlo, los científicos determinaron que se trata de una hembra joven de pintarroja bocanegra (‘Galeus melastomus‘). Es un pequeño tiburón (crece hasta 70 centímetros) que habita al noreste del océano Atlántico y el mar Mediterráneo, en profundidades que van de 200 a 500 metros.
El interior oscuro del tiburón puede verse a través de las branquias y la cabeza transparente, lo que contrasta con el resto del cuerpo en tonos pálidos y amarillentos.
Un análisis microscópico revela que, además de vivir sin epidermis, a la especie también le faltan los dentículos dérmicos.
A pesar de todo eso, el tiburón parece llevar una vida común. Demostró un crecimiento normal para su edad y llenaba exitosamente su estómago, donde se encontraron más de 14 tipos de alimentos típicos para la especie.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que la apariencia anómala del tiburón es resultado de una mutación genética, cuyo origen –totalmente natural o influenciado por la contaminación– todavía está por identificarse.
Fuente: Actualidad RT.