La Comisión Electoral Central de Kirguistán fijó el 6 de noviembre como fecha límite para convocar nuevas elecciones parlamentarias, así lo señaló este viernes el servicio de prensa del organismo electoral.
«La Comisión Electoral Central tomará la decisión sobre la convocatoria de las elecciones repetidas de diputados del Consejo Supremo de Kirguistán (Parlamento unicameral) a más tardar el 6 de noviembre de 2020″, dice el comunicado.
Por su parte, el jefe del Parlamento de la nación de asia central, Miktibek Abdildáev señaló que la declaración del presidente de Kirguistán, Sooronbái Zheenbékov, en la que indica su disposición a dimitir, resulta digna de elogio.
El líder expresó su disposición a dejar su cargo una vez que se aprueben nuevos jefes de los órganos ejecutivos y el país tome el camino de la legalidad.
«Creemos que la declaración del presidente Sooronbái Zheenbékov sobre su disposición a renunciar después que se estabilice la situación en el país, representa un avance», dijo Abdildáev en una intervención.
Para el jefe parlamentario, actualmente lo más importante consiste en «celebrar una reunión extraordinaria» de ese organismo lo antes posible, para garantizar «el retorno del país al campo legal».
«Es imprescindible que el Parlamento pueda trabajar sin presiones de las diversas fuerzas, interesadas en promover a sus candidatos para el cargo de primer ministro en funciones», subrayó el funcionario.
Abdildáev destacó que «el poder no debe distribuirse de acuerdo con la cantidad de partidarios que tenga cada cual, sino dentro de las normas claramente establecidas en la Constitución».
«En aras de conservar la paz y la estabilidad en el país, pido que realicen una labor de explicación entre sus partidarios, que deben retirarse de las calles», instó el jefe del Parlamento, agregando que en los últimos dos días los líderes de diferentes bandos llegaron a un consenso y están dispuestos a buscar una salida conjunta a la situación.
El domingo pasado Kirguistán celebró elecciones legislativas y los partidos progubernamentales Birimdik y Mekenim Kirguistán obtuvieron la mayoría de los escaños en el Parlamento con el 24,52 y el 23,89 por ciento de los votos, respectivamente.
Sin embargo, el lunes, miles de seguidores de los partidos opositores, que no superaron el 7 por ciento de los votos, se echaron a la calle en Biskek para denunciar numerosas irregularidades en la votación y exigir la repetición de los comicios.
Las protestas derivaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Según el Ministerio de Salud kirguís, al menos una persona murió y más de 1.000 sufrieron lesiones en los disturbios.
En la noche del lunes, los manifestantes ocuparon varias oficinas públicas, incluidas las sedes del Parlamento, el Gobierno y el ayuntamiento de Biskek. También lograron que el Comité de Seguridad Nacional excarcelara a varios políticos presos, entre ellos el expresidente Almazbek Atambáev (2011-2017) y el ex primer ministro Sapar Isákov (2017-2018).
El presidente de Kirguistán, Sooronbái Zheenbékov, denunció el martes un intento de toma violenta del poder e instó a poner fin a los disturbios, dejando claro al mismo tiempo que había dado la orden de no disparar contra los manifestantes para evitar un derramamiento de sangre.
Con información de Sputnik