Levantan escuela en el campamento Dignidad de La Florida

Después de meses de frío y lluvia, el aire de la primavera llegó al campamento Dignidad, de la Quebrada de Macul, en La Florida

Levantan escuela en el campamento Dignidad de La Florida

Autor: Wari

Después de meses de frío y lluvia, el aire de la primavera llegó al campamento Dignidad, de la Quebrada de Macul, en La Florida. 

Una escuela y espacio de capacitación para niños, jóvenes y adultos se levanta a pulso, y con más ganas que medios, en un esfuerzo mancomunado entre diversos agentes sociales y los pobladores. 

“Este es un proyecto que nació de la urgente y angustiante necesidad de los padres y madres del campamento Dignidad de tener un lugar donde poder reunir a sus niños y niñas con el objetivo de ponerse un poco al día con su educación, la cual sufrió el abrupto cierre de escuelas en marzo”, sostiene Gabriela Cassigoli, profesora del Saint George’s College y pionera en la iniciativa.

El campamento, que partió como una toma en febrero pasado, reúne a más de 1.200 familias, divididas en cinco sectores. La escuela se ubica en el sector 4 y beneficiará a más de 300 niños y adultos.

Solange Biavía, dirigente de la unidad cuatro, fue la primera en expresar a Gabriela su deseo de contar con una escuela. Durante el invierno, los habitantes del campamento tuvieron que resolver los problemas de vivienda mínima, mejorando techos, parando paredes y construyendo baños en un ambiente de pandemia y cesantía. La posibilidad de acceder a Internet y contar con computadores era una opción prácticamente inexistente para las familias de la toma. La frustración causada al ver esta pérdida en la formación de sus hijos e hijas motivó a muchos de ellos a pedir el apoyo de distintos voluntarios para construir este sueño. 

Pero el sueño creció. Hoy, después de más de tres meses de trabajo, que incluyó un censo de la población y muchas jornadas donde se debatía desde la modalidad de enseñanza que debería ser impartida, al lugar donde se levantaría la escuela o el tipo de aislación que resultaría más amigable, la escuela está en pie. Y no en un pie cualquiera, ya que fue levantada por los propios pobladores -muchos de ellos cercanos a la construcción, como el “seco” jefe de obras Sebastián Avilés-; profesores del Saint George’s, amigos de la ‘toma’ y alumnos de la Universidad de Chile

Gabriela no quiere dejar de dar las gracias. “Con el apoyo de la directiva del sindicato docente del colegio, encabezada por Camilo Castillo, y voluntarias como Jessica Miranda, Carla Lepori, Yasmina Barría y Ximena Ceardi, logramos reunir los fondos para construir y habilitar dos mediaguas que ofrecerán un espacio confortable a niños, niñas y jóvenes para talleres de competencias educativas donde junto con repasar materias, puedan empezar a encontrarle un sentido a aprendizajes como la resolución de problemas, comunicación oral y escrita, educación ciudadana, creatividad a través de juegos, actividad física, teatro y contacto con la naturaleza”.

También son muchos los adultos que quieren sumarse y participar en talleres de alfabetización; mientras otros requieren apoyo para terminar la educación básica y media. Asimismo, el espacio estará abierto a la posibilidad de que los propios pobladores puedan autocapacitarse a través de las competencias que dominan y podrán enseñar a sus pares. Lo que no obsta para que profesionales y técnicos de diversas áreas ajenos al campamento, puedan también ofrecer otros módulos de aprendizajes y charlas.     

Previa limpieza y nivelación del terreno, la construcción se inició el día 3 de octubre con el apoyo de voluntarios del mismo campamento, alumnos de la Universidad de Chile y profesores, para continuar el domingo 4 y el fin de semana largo. No faltó la abundante ración de comida en una mesa compartida donde se mezclaron alegría y cansancio, tallas y esperanzas.

Ahora queda su implementación y aspectos como la pintura y un nombre, que será escogido por los propios miembros del campamento. 

La labor está recién empezando, ya que hay que preparar los talleres, acorde a las necesidades de los pobladores; algo en lo que se viene trabajando desde comienzos de septiembre y que se ha visto reforzado por la información obtenida en el censo, sostiene Gabriela. 

“Esperamos contar con una amplia gama de talleres y módulos de aprendizaje que saquen lo mejor de estas familias que valoran los beneficios de una educación de calidad a pesar de la precariedad de sus condiciones de vida, de sus trabajos intermitentes y de no poder acceder a la tecnología que significa continuar conectados a sus centros educativos”, puntualiza para finalizar.

Contactos: [email protected], [email protected], [email protected]

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