El presidente estadounidense, Donald Trump, logró una importante victoria en el Senado, a solo una semana de las elecciones del próximo 3 de noviembre. La cámara alta del Congreso, de mayoría republicana, confirmó este lunes a la jueza Amy Coney Barrett para presidir la Corte Suprema de Justicia.
Barrett fue propuesta directamente por el mandatario, por ser una persona de su “confianza”. Es su apuesta en caso de perder las elecciones y cantar fraude para impedir la transición de poder en Washington.
En la votación, los compañeros republicanos de Trump votaron 52-48 para aprobar a la jueza, superando la oposición unificada de los demócratas. Barrett, de 48 años, y prestó juramento en la Casa Blanca. Su nombramiento sella en el futuro previsible una mayoría conservadora de 6-3 en el máximo órgano judicial de Estados Unidos.
Solo una republicana, la senadora Susan Collins, quien enfrenta una dura batalla por la reelección en Maine, votó en contra de la nominada del presidente.
Así, Barrett se convierte en el tercer juez designado por Trump para la Corte Suprema, después de Neil Gorsuch (2017) y Brett Kavanaugh (2018). Con su designación, llenará la vacante que dejó Ruth Bader Ginsburg, un ícono liberal que murió semanas atrás.
Cómo fue la juramentación de Barrett
El acto de juramentación se realizó en la Casa Blanca, momentos después de que Trump regresara de un acto de campaña en Pensilvania. «Este es un día trascendental para Estados Unidos, para la constitución estadounidense y para el estado de derecho justo e imparcial», aseveró Trump.
«Ella es una de las académicas legales más brillantes de nuestra nación y será una magistrada sobresaliente en el tribunal más alto de nuestra tierra». Por su puesto, Trump llenó de elogios a su protegida, como bien lo hace con todos aquellos que lo secundan en sus planes.
Por su parte, Barrett declaró también tras ser juramentada. «Un juez declara su independencia no solo del Congreso y del presidente, sino también de las creencias privadas que de otro modo podrían conmoverla».
¿Quién es Amy Coney Barrett?
La jueza viene de presidir la Corte Federal de Apelaciones de Indiana. Entre sus pensamientos y posiciones ideológicas, la agencia BBC destaca las siguientes:
- Es favorecida por la rama conservadora, debido a su historial de rechazo en temas como el aborto y el matrimonio homosexual.
- Es una católica devota, aunque dice que su fe no influye en su opinión legal.
- Es una “originalista”, es decir, que interpreta la Constitución estadounidense como pretendían sus autores, sin moverse o actualizar las ideas con los tiempos actuales.
- En el plano personal, es madre de siete hijos, incluidos dos adoptados de Haití.
¿Qué casos se le presentan a la jueza Barrett?
La nueva titular de la Corte Suprema podría emitir un voto decisivo en una serie de casos inminentes. Uno de ellos sería en la lucha que tiene el mandatario contra la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, también conocida como Obamacare.
Por otro lado, su posición sobre el aborto ha dejado entrever que podría abordar la decisión de la Corte Suprema de 1973 que legalizó el aborto en el país. De acuerdo con los medios del país norteamericano, Barret podría invalidarla.
Además, Barrett también podría anunciar alguna medida para limitar los plazos para aceptar boletas postales en estados esenciales para las elecciones presidenciales. Dos de ellos serían Carolina del Norte y Pensilvania.
Pero, el caso mas preocupante es la posibilidad de que Trump pierda las elecciones, no reconozca los resultados y decida imputarlos ante la Corte Suprema. Varias veces, el mandatario aseguró que quería a Barrett en el Supremo, en caso de un eventual «fraude». En ese caso, la decisión de la jueza será vital para el futuro de Estadoas Unidos
¿Cómo reaccionaron los demócratas ante Barret?
Los demócratas argumentaban que el nuevo titular de la Corte Suprema debía ser designado por el nuevo presidente y no por Trump.
Incluso, la bancada demócrata amenazó con tomar represalias. Adelantaron que expandirían el número de jueces en la Corte Suprema si ganan la Casa Blanca y el control del Senado la próxima semana.
Al respecto, el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, no ha dejado claro aún si está a favor de ese paso que podría transformar la tercera rama del Gobierno de Estados Unidos.
Días atrás, el exvicepresidente dijo que nombraría una comisión bipartidista para estudiar si era necesaria una reforma del poder judicial. Ante esa “débil” posición, un sector de su partido pidió un paso más radical. «Amplíe la corte», tuiteó la congresista por el estado de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez.
Mientras tanto, el exlíder demócrata del Senado, Harry Reid, también presiona a Biden. Propone que si los demócratas ganan, debe optar por “eliminar el obstruccionismo”. Reid se refiere a la necesidad de sumar 60 votos para avanzar en la legislación y considera que todos los proyectos de ley deberían aprobarse con una mayoría simple de 51.
Quién lidera las encuestas
A medida que se acerca el día de votación, las encuestadoras intentarán medir el estado de ánimo de la nación preguntando a los votantes qué candidato prefieren. Aunque los sondeos son una buena guía sobre la popularidad de un candidato, no son necesariamente una buena forma de predecir el resultado electoral.
En 2016, por ejemplo, Hillary Clinton lideró las encuestas y ganó casi tres millones de votos más que Trump. Aun así, perdió. Eso se debe a que Estados Unidos un complicado y polémico sistema de “colegios electorales” que le permite a un candidato menso votado ganar la presidencia.
Biden se mantiene por delante en la mayoría de las encuestas nacionales desde principios de año. Incluso, ha rondado el 50% en los últimos meses, con una ventaja promedio de 10 puntos. Sin embargo, en 2016 las encuestas fueron menos claras y solo un par de puntos porcentuales separaban a Clinton de Trump.
¿Cómo se decidirá esta elección?
La mayoría de los estados casi siempre votan de la misma manera. Esto significa que solo hay un “puñado” de estados en los que ambos candidatos tienen posibilidades de ganar. Estos son los lugares donde se ganarán y perderán las elecciones.
En el sistema de “colegios electorales”, cada estado recibe una cantidad de votos según la cantidad de miembros que envía al Congreso. En total, hay 538 votos de colegios electorales en juego, por lo que un candidato debe alcanzar 270 para ganar.
Entonces, como algunos estados ofrecen muchos más votos de colegios electorales que otros, es en esos donde los candidatos pasan más tiempo haciendo campaña.
¿Podemos confiar en las encuestas? Es fácil descartar las encuestas diciendo que se equivocaron en 2016. El presidente Trump con frecuencia hace exactamente eso, aunque eso no sea del todo cierto.
La mayoría de las encuestas nacionales tenían a Clinton por delante por unos pocos puntos porcentuales, pero eso no significa que estuvieran equivocadas, ya que ganó tres millones de votos más que su rival.
Pero este año hay incluso más incertidumbre de lo normal debido a la pandemia de coronavirus y el efecto que está teniendo, tanto en la economía como en la forma en que la gente votará en noviembre. Por eso, las encuestas deben leerse con cierto escepticismo, especialmente tan lejos del día de las elecciones.
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