Aunque este año la lucha central del sector salud ha sido contra el COVID-19, hay otras enfermedades que representan graves peligros. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que las muertes a causa del sarampión aumentaron considerablemente en 2019 y la pandemia de coronavirus de este año amenaza con otro incremento en los casos al reducir los programas de vacunación mundial.
«Antes de que hubiera una crisis de coronavirus, el mundo estaba lidiando con una crisis de sarampión y no ha desaparecido«, dijo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en el comunicado.
Asimismo, agregó que «si bien los sistemas de salud se ven afectados por la pandemia de COVID-19, no debemos permitir que nuestra lucha contra una enfermedad mortal se produzca a expensas de nuestra lucha contra otra».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) registró 207.500 muertes por sarampión en 2019, el número más alto en 23 años y un aumento del 50 % desde 2016, según un informe que se cita en el comunicado.
En el documento de Unicef, se detalló que aunque los casos reportados de sarampión son más bajos en lo que va de 2020, los esfuerzos para controlar el COVID-19 han resultado en interrupciones en la vacunación y paralizado los esfuerzos para prevenir y minimizar los brotes de sarampión.
En noviembre, más de 94 millones de personas estaban en riesgo de perder vacunas debido a las campañas pausadas contra el sarampión en 26 países, muchos de los cuales ahora experimentan brotes en curso. De esos países, solo ocho (Brasil, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Etiopía, Nepal, Nigeria, Filipinas y Somalia) reanudaron sus campañas de vacunación después de retrasos iniciales, reseñó la agencia Sputnik.
La OMS define el sarampión como una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas. Los síntomas iniciales, que suelen aparecer entre 8 y 12 días después de la infección, consisten en fiebre alta, rinorrea, inyección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Varios días después aparece un exantema que comienza en la cara y cuello, y se va extendiendo gradualmente al resto del cuerpo.
«No hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas. Sin embargo, el sarampión puede causar complicaciones graves, tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos. El sarampión es una enfermedad prevenible mediante vacunación», explican en su página web.
Fuentes: Agencia Sputnik, OMS.