Candidatos de Gobierno y oposición a la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, en las elecciones del próximo 6 de diciembre, se comprometieron a trabajar para terminar con las acciones unilaterales, sanciones y bloqueo, impuestos por el Gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea, que han repercutido negativamente en la calidad de vida de la población venezolana, reseñó la televisora Globovisión sobre un debate que sostuvieron en esa planta de TV los candidatos Jorge Rodríguez, Jesús Faría, Timoteo Zambrano y Luis Romero.
Los candidatos coincidieron en cuanto a los efectos que generan en el país suramericano las sanciones impuestas por gobiernos extranjeros. A juicio de Romero, candidato por Avanzada Progresista, las medidas coercitivas en efecto “han agravado la situación”.
“Miente el que dice que esas sanciones afectan al gobierno; esas sanciones terminan castigando a la víctima y no al verdugo. Pero además son un mecanismo ineficiente, ineficaz, porque como ha quedado demostrado en la historia contemporánea reciente, las sanciones económicas terminan atornillando a los gobiernos, no los desmantelan”, aseveró Romero.
En ese sentido, el aspirante por el Gran Polo Patriótico, Jorge Rodríguez, explicó que “no hay sanciones buenas y no hay sanciones malas”. A lo que agregó: “Yo soy venezolano, a mí me juzgan tribunales venezolanos con jueces venezolanos o venezolanas”.
Agregó: “Cuando tú permites que algún tipo de cuña se establezca para que un gobierno extranjero se atreva a enjuiciar o a condenar a priori a un venezolano, estás haciendo lo mismo que hace Juan Guaidó.
Todos tenemos derechos a un juicio y a la defensa y sí hay derechos humanos que se están violando: el derecho a la vida se está violando por la Administración Trump, por Juan Guaidó y por todos esos diputados que apoyaron las sanciones.
14 órdenes ejecutivas y leyes ha firmado Donald Trump con el aplauso de los opositores en contra de Venezuela, han atentado contra nuestra industria petrolera, han atentado contra la salud del pueblo de Venezuela, han atentado contra el suministro de alimentos”, rechazó enfáticamente Rodríguez.
Por su parte, el representante de la Alianza Democrática, Timoteo Zambrano, realizó propuestas a ejecutar cuando haya asumido funciones el nuevo cuerpo legislativo, el 5 de enero de 2021.
Así, precisó: “Dos propuestas sobre las sanciones:
- Conformar una comisión parlamentaria especial de la nueva Asamblea para promover internacionalmente la suspensión definitiva de todas las sanciones.
2- Una sola Nación, es decir, es necesario que, ante la tragedia que padecemos todos los factores políticos, nos unamos en un solo esfuerzo por atender la emergencia, por lo tanto la próxima Asamblea Nacional debe unificarse en tal objetivo”.
Jesús Faría fue tajante al evaluar que “los rasgos más importantes de esta infame AN son los siguientes: en primer lugar el servilismo, nunca antes un sector de la oposición se había entregado de una manera tan vergonzosa al servicio de potencias extranjeras.
Número dos, la asquerosa descomposición moral: esa junta directiva, y buena parte de los diputados que participaron en esa AN, se han dedicado al latrocinio y el robo más descarado de los recursos públicos que perfectamente pudiéramos nosotros invertir al servicio de nuestro pueblo; eso es algo que nosotros les vamos a cobrar bien caro.
En tercer lugar, haberse convertido en un instrumento para la desestabilización y para el golpe de Estado. Es absolutamente negativo el balance de esa AN”.
Reacción parecida presentó Jorge Rodríguez al definir la actual AN como “un desastre”.
“La más grave barbaridad que haya conocido la historia republicana está encarnada en esas juntas directivas que pasaron por allí y en esos diputados cómplices”, dijo Rodríguez.
Y se sumó el líder de Avanzada Progresista, diciendo: “Yo creo que esta Asamblea saliente, que culmina su mandato el 5 de enero próximo, entró por la puerta grande en el año 2015 y salió por la puerta de atrás”.
Sin embargo, aseguró que “no fue solo el extremismo opositor que hipotecó la agenda parlamentaria a intereses foráneos; no fue solo esa oposición que fue a mendigar apoyo en Bogotá o en Washington; no es solamente responsabilidad de esa oposición, también el gobierno promovió el conflicto artificial para despojarse de los controles del poder legislativo”.
Fue así como “una Asamblea que tenía que estar al servicio del país, terminó convirtiéndose en una Asamblea al servicio de dos extremismos”, recalcó Romero.