Desde hace uno años que Poli Rivera, licenciada en artes y orfebre, viene trabajando con la iconografía de los pueblos indígenas en la elaboración de joyas y otros artículos. Ha sido invitada a exponer su trabajo en diferentes ferias, tiendas y museos, en los que se destaca la fineza de su trabajo y el profundo significado simbólico que sostiene.
Poli Rivera se interesó por la iconografía de las culturas indígenas mientras terminaba de estudiar arte en la universidad. Mientras daba su examen de grado tomó “como referente la cultura mapuche, ingrese al mundo de los símbolos y me di cuenta que ellos nos transportan a un lenguaje descifrable y eso lo hace muy interesante. Las culturas originarias han dejado un legado inmenso de imágenes que creo que se alojan en el inconsciente y consciente colectivo. Al trasladarlo a una joya visibilizo esto”.
Rivera destaca el valor simbólico que tienen estos íconos y apuesta por una revalorización luego de la influencia cristiana que los satanizó en algunos casos. “Sean los pájaros, la serpiente, el jaguar, las runas, talismanes..etc. en la conciencia e inconsciente, o en los sueños de cada uno – cuenta Rivera – estos símbolos que se repiten, que nos conectan con nuestros ciclos, aquello que nos recuerdan los cuatro elementos, las cuatro direcciones, símbolos que debemos desmitificar, ya que la inquisición ultrajó, satanizó, símbolos tan importantes, sobretodo para las mujeres, esos que nos conectan con un conocimiento ancestral de la relación de la luna con nuestros ciclos, con la tierra, con el círculo, con la magia, con la medicina”.
A Rivera hace poco le cautivó la imagen de los mandalas y el proceso de su creación. Rescata de estas obras de la tradición sánscrita y que tienen origen en la India, la posibilidad de indagar en la individualidad propia en tanto obra de arte y su conexión con arquetipos vitales. Los mandalas también son definidos como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la meditación. Rivera siente que cada uno refleja un “mundo, una dirección, siento que traducen formas primigenias, como un fractal que se repite. Estos quedan en nuestro consciente por mucho tiempo, por lo bellas que son, es medicina para nuestra mente”.
También Rivera realiza talleres en el Centro Cultural Ainil, ubicado en la plaza Concha y Toro de Santiago.
+ INFO: http://www.orfebreriarcaica.blogspot.com/
El Ciudadano