El saldo de Rozas: 2.329 querellas por violaciones a los derechos humanos y 445 víctimas de daño ocular

La salida de Rozas fue tardía a juicio de los parlamentarios del Frente Amplio, quienes expresaron que "debió haber renunciado mucho antes"por vulnerar reiteradamente los derechos humanos.

El saldo de Rozas:  2.329 querellas por violaciones a los derechos humanos y 445 víctimas de daño ocular

Autor: Leonardo Buitrago

Este jueves se anunció la salida de Mario Rozas como general director de Carabineros, luego de que ayer dos menores de edad, uno de 17 y otro de 14 años, sufrieran heridas de balas por acción de funcionarios de la institución en un centro del Sename de Talcahuano.

 Rozas llegó a la dirección de Carabineros el 22 de diciembre de 2018, el presidente Sebastián Piñera, lo designó en reemplazo del general Hermes Soto, tras el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca y los intentos de los policías involucrados de hacerlo pasar por un enfrentamiento en medio de un procedimiento por un auto robado.

El mandato de Rozas marcó una página de sangre, represión y violencia en el país con las continuas acusaciones contra Carabineros por violaciones de derechos humanos, y el apoyo irrestricto por parte de La Moneda.

En los casi dos años en los que estuvo al frente de la institución policial se registraron 2.329 querellas por violencia desmedida, tortura, homicidio, lesiones graves y violación de derechos humanos, por las agresiones protagonizadas Carabineros recordó la Fundación Ojos de Agua.

445 víctimas de daño ocular

Durante la gestión de Rozas las lesiones oculares producidas por perdigones de la policía uniformada fueron una constante.

A la fecha, el Instituto Nacional de Derechos Humanos contabiliza 445 personas heridas en sus ojos con diverso tipo de daño. Desde heridas parciales hasta ceguera total. El caso emblemático es el de Gustavo Gatica, quien el 8 de noviembre de 2019 perdió totalmente la visión.

 Otra víctima de la violencia de los uniformados es Fabiola Campillai. El 26 de noviembre del 2019 y a sólo dos semanas del ataque recibido por Gustavo Gatica, la joven madre se encontró con un piquete de Carabineros mientras esperaba locomoción colectiva. Sin mediar provocación, una bomba lacrimógena la impactó de lleno en el rostro, provocándole graves mutilaciones y la pérdida de ambos ojos. 

Como parte de la brutal represión contra las protestas generadas en el país a raíz del estallido social de octubre de 2019, se han abierto tres investigaciones para evaluar la responsabilidad de carabineros en las muertes de manifestantes.

El 15 de noviembre de 2019, Abel Acuña falleció en Plaza Dignidad por un paro cardiorrespiratorio, y testigos denunciaron que vehículos de Fuerzas Especiales impidieron el correcto trabajo del personal de emergencia.

Posteriormente, Mauricio Fredes murió el pasado 27 de diciembre por asfixia por sumersión al caer dentro de un foso con cables electrificados mientras escapa de un carro lanzaagua; y, el 29 de enero de 2020, Jorge Mora  perdió la vida tras ser atropellado por un camión de Carabineros, en las afueras del Estadio Monumental.

Salida tardía

Pese a que Mario Rozas fue respaldado de manera firme y enérgica en múltiples ocasiones en las que se pidió su salida, en esta oportunidad desde La Moneda vieron que lo sucedido con los menores centro del Sename hacía insostenible su permanencia al frente de Carabineros.

Sin embargo, la renuncia del general fue tardía a juicio de los parlamentarios del Frente Amplio, quienes expresaron que «Rozas debió haber renunciado mucho antes»por vulnerar reiteradamente los derechos humanos durante las manifestaciones del estallido social, a partir del 18 de octubre de 2019.

La diputada Claudia Mix (Comunes) expresó que «su tardía salida sólo demuestra que el Ejecutivo decidió avalar en innumerables ocasiones el represivo y violento actuar de Carabineros. Su remoción no soluciona un problema que es estructural: tenemos a un Presidente que ampara las violaciones a los derechos humanos. Necesitamos cambios profundos y una refundación urgente de Carabineros».

Por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre (RD) expresó que espera que la salida del general Rozas sea el primer paso para una reforma profunda y estructural a la Policía.

«Chile necesita una nueva institución de Carabineros que ha perdido la legitimidad completamente y la confianza de la ciudadanía, una nueva policía democrática, profesional, respetuosa de los derechos humanos, transparente, una Policía que no tolere la corrupción y subordinada al poder civil», dijo, citado por Pura Noticia.

«Acá se requiere voluntad política, del Ejecutivo, del Parlamento, para comenzar esta reforma urgente y necesaria para la calidad de la democracia en nuestro país», añadió.


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