Como en una procesión, miles de argentinos llegan a alentar por última vez a su ídolo, al que comparan con Dios, el exfutbolista Diego Armando Maradona, fallecido el miércoles, a la sede del Gobierno en Buenos Aires en filas eternas entre llantos desconsolados y canciones de hinchada.
«Vas por la calle y a todos se nos murió el mismo familiar», escribió en Twitter el periodista argentino Carlos Romero.
Con una Argentina de luto y una noticia que acaparó los titulares de la prensa mundial el miércoles, la muerte de Maradona está en todos los canales de televisión, en todas las discusiones de Twitter, en ofrendas en las calles, banderas en las ventanas y vigilias en distintos puntos del país.
El velatorio del 10, como lo llaman en Argentina, se realiza desde tempranas horas de la mañana en la Casa Rosada, sede de Gobierno.
A la 1:30 (4:30 GMT) de la madrugada hora local llegaron los restos de Maradona a la sede de Gobierno y sus familiares y su círculo más íntimo llegaron a despedirse.
Las primeras en llegar fueron su exesposa Claudia Villafañe y dos de sus hijas Dalma y Gianinna.
En este momento, para llegar a las puertas de la Casa Rosada debe atravesarse un camino vallado de largas cuadras vestidas con la bandera argentina que dirige y organiza a las miles de personas la mayoría con barbijo, que en medio de la pandemia de covid-19, llegan a despedir a su ídolo con muchas cuadras y horas de espera en una especie de procesión.
Entre reverencias, cánticos, aplausos, silencios conmovedores y banderas caminan personas con camisetas de distintos cuadros de fútbol del mundo.
Algunos pasan frente al ataúd como si estuvieran desfilando en una pasarela, otros se detienen, lo contemplan, le cantan o le tiran flores, lloran, mientras los trabajadores de seguridad les piden por favor que circulen.
Hombres con rosas en las manos, banderas con ilustraciones del 10, madres y padres con niños en brazos, hijos que van en representación de sus padres a despedir a su ídolo, son algunas de las imágenes de esta despedida.
Hinchas de Boca y River, archirrivales en la cancha del clásico argentino, abrazados y unidos por el llanto a raíz de la muerte del ícono del fútbol son de las imágenes más representativas de lo que Maradona significaba para Argentina.
Una montaña de objetos que funcionan a modo de ofrenda caen y se acumulan a medida que los argentinos homenajean a Maradona alrededor de su féretro.
Arriba del ataúd descansan una bandera de Argentina y una camiseta de Boca, club en el que Maradona jugó y del que era fanático.
«Me gustaría que el féretro de Maradona tuviera un pañuelo de Abuelas», dijo este jueves Estela de Carloto a la radio local Futurock.
Un hincha de 26 años llegó de rodillas a la Casa Rosada, dijo que lo hizo porque era el velorio de Dios, se llama Diego Armando, como su ídolo; nació en 1994, cuatro años después de que Maradona salió subcampeón del mundo en el Mundial de Italia 90.
Un camión del Ejército argentino llegó a las inmediaciones de la Casa Rosada para repartir agua a quienes estén aguardando para entrar a despedir al 10, debido al fuerte sol que se estampa sobre la Plaza de Mayo.
«¡Diego no se murió!», gritan a las puertas de la sede de Gobierno.
A las 6 de la mañana (9:00 GMT) se abrieron las puertas de la Casa Rosada para despedir al astro del fútbol mundial en un velorio que está previsto que dure hasta las 16:00 hora local a pedido de la familia.
El presidente Alberto Fernández llegó al velorio de Diego Armando Maradona esta mañana.
Al finalizar el velorio Maradona será enterrado junto a sus padres en el cementerio de Bella Vista, en la provincia de Buenos Aires (este).
Despedida del presidente
El presidente argentino, Alberto Fernández, llegó junto a su pareja la periodista Fabiola Yáñez, al velorio, mostraron los canales televisivos.
El presidente argentino colocó sobre el ataúd una camiseta de Argentinos Juniors, cuadro en el que debutó Maradona y del que es hincha Fernández, un pañuelo de la organización Abuelas de Plaza de Mayo y otro de las Madres de Plaza de Mayo y provocó aplausos entre los presentes.
Por su parte, la primera dama colocó un ramo de flores rojas sobre el ataúd
Más temprano este jueves, el presidente se emocionó hasta las lágrimas al hablar en una radio local sobre el exfutbolista.
«Me acuerdo que siempre que hablaba con él, que hablábamos del gol del 86 (del mundial de fútbol), me decía que en el vestuario le decía a sus compañeros que en Argentina había mucha gente triste y que tenían la obligación de hacer feliz a esa gente», dijo el mandatario entre lágrimas en la radio Continental.
Fuente: Sputnik
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