Entender cómo ocurren los sucesos políticos que observamos en nuestro espacio social es un gran desafío, que va escalando a categorías mayores, cuando intentamos abarcar la visión de los sucesos políticos del país, y peor aún, si se trata del panorama mundial. No debe extrañar a nadie que viva periodos de angustia y confusión, incluso sin saber que padece esos estados. Algunas de estas reacciones son consecuencias de un concepto que se conoce como «degradación humana» acuñado por el científico informático Tristan Harris y Randima (Randy) Fernando, del Center for Humane Technology. Ellos se refieren a la llamada «economía de la atención», o cómo las empresas monetizan nuestra atención a través de las redes sociales y otras tecnologías digitales que aparentan conectar personas. Sin embargo, sabemos que el modelo neoliberal se trata de negocios, y eso requiere aislar y arrinconar más al individuo.
Actualmente la mayoría de la población está afecta al espionaje de su información personal. Recordemos que las percepciones provienen de datos e información de múltiples discursos, rumores, conversaciones diversas en formatos tales como voz, texto, videos, TV directa, etc., incluidos los silencios, que tienen su propio significado. Solo algunos de esos mensajes hacen “clic” en nuestro sistema, una especie de “enganche” cuando se produce una coincidencia en nuestro ser. Eso, tiene que ver con una característica biológica, que fue investigada por el biólogo Francisco Varela, quien describió que, “los sistemas vivos operan con clausura operacional y no tienen una relación de input y output con el medio”. Luego, la dinámica, la velocidad y el ritmo de las diversas aéreas de interés, habilidades o destrezas de cada cual, complejiza el “awareness” (darse cuenta). Por eso les urge saber de las personas, como UD.
En la última década, las cosas han ido cambiando, apareció la “generación digital”, que nació con un teclado en las manos. En ellos, como dicen Harris y Randima, “La economía de la atención es adversaria de la atención plena”. Esto debido a la velocidad que nos exige la sociedad tecnologizada, que nos obliga a aceptar condiciones brutalmente lesivas como usuarios para ingresar a la Web, que las aceptamos sin pensar, porque estamos ‘apurados’”.
Para las empresas es altamente beneficioso conocer nuestros perfiles de información que extraen de las redes sociales, páginas Web y de casi todos los medios periodísticos que obligan a aceptar lo que ellos quieran, intervienen su computador o celular y utilizan la Internet que pagan los propios usuarios. Comparten la información con los anunciantes, y han configurado un modelo de negocio en base al formato de intereses de las empresas, que captura su atención y UD ni siquiera se da cuenta. El objetivo es tener a las personas focalizadas y atentas en determinados productos, servicios o discursos, con múltiples subterfugios técnicos. Si Ud mira a su alrededor, verá a la gente con el celular, haciendo precisamente eso a toda hora.
Los políticos y los gobiernos están siguiendo la senda de las gigantescas transnacionales que controlan la data que circula en todo el mundo. Nos hicimos vulnerables a la tecnología porque aprovechan las debilidades humanas. Nos dicen que somos conocidos y aparecen los “likes”, nos estimulan a compartir y salen las “shares”, y nos motivan a subir datos, fotos, comentarios que van y vienen multiplicando la atención, lo cual beneficia a las empresas que capturan su información y luego las de sus contactos, familiares, todos para saturarlos con mensajes.
En plena democracia, con la tecnología se puede provocar la polarización de la mano con la tergiversación de la verdad, cuyo mayor ejemplo es Donald Trump, que miente descaradamente y tiene seguidores que han sido alienados por muchas horas diarias de atención focalizada, durante casi una década y muchos de ellos ya sufren la «degradación humana», porque los cambios se están produciendo en el cerebro, que es el principal objetivo de las grandes corporaciones digitales como, Google, Microsoft, Amazon, Facebook, Apple, Infosys, por citar algunas.
Estudiaron que pueden utilizar nuestras debilidades de programación cerebral para intervenir las ansiedades, las esperanzas y la búsqueda del cerebro por la dopamina. Se conducen creando realidades para insertar las acciones deseadas por sus anunciantes, ya sea consumir cierto contenido, comprar productos, votar de cierta manera, o seguir la locura de algún líder con tendencias fascistas.
En la actualidad, la mayoría de los discursos políticos se reciben desde la emoción del enojo, rabia o estado de malestar porque surge desde la mente emocional, la cual es mucho más rápida que la mente racional, como explica Seymor Epstein, psicólogo clínico de la Universidad Massachusetts. Lo cierto es que la mente emocional puede sorprendernos porque ocurre antes de que tengamos conciencia que ha actuado. Paul Ekman, de la Universidad de California, señala que la rapidez de las emociones se expresa en milésimas de segundos, con cambios sutiles en la expresión facial. Este es un mecanismo que utilizan los seres vivos, como los humanos para su defensa y supervivencia.
Los discursos presidenciales, ministeriales y el de otras autoridades contienen hechos y datos que llegan a la conciencia de las personas debilitados o con nula significación, porque la realidad implícita en esos discursos en cuanto a tiempo, urgencia y valor, están alejados de la dimensión que maneja la población, la que recibe enormes magnitudes de datos e información de diversa fuentes, muchos falsos, sobrepasando con creces la capacidad humana de entender y filtrar el real alcance de cada mensaje. Se gasta mucho dinero en reiterar mensajes que resultan ser contradictorios y hechos a propósito para confundir con ambigüedades que dicen muy poco, salvo el beneficio de “mostrar” a los actores que las producen. Manipular en política, contribuye a la degradación humana.
En el primer gobierno de Piñera, se dijo que su fortuna estaba bajo un fidecomiso ciego, y que solo recibiría información semestral o anual de la entidad financiera encargada de administrar su dinero, sin embargo, luego se supo que en su oficina en La Moneda, tenía un terminal de Bloomberg, con capacidad para operar y conocer su capital mobiliario a entera voluntad. Hoy ya se escuchan denuncias de triangulación de fondos previsionales, para adquirir una AFP.
Al examinar el lenguaje de los políticos, podemos encontrar mensajes contradictorios. En la prensa podrá leer que, “La UDI envía al Tribunal Supremo a diputados que votaron a favor del retiro de los fondos previsionales. Según indicó la comisión política del partido, los parlamentarios Virginia Troncoso, Sandra Amar, Pedro Álvarez-Salamanca, Álvaro Cárter y Christian Moreira y posiblemente el senador Iván Moreira realizaron «una falta grave a los deberes militantes» al apoyar la iniciativa, toda vez que lesiona gravemente el proyecto político de la UDI, que tiene como pilar fundamental la irrestricta defensa de la clase media del país”. Si esos fondos previsionales son para la clase media, ¿qué explica la sanción?
Sin duda que amenazar con castigos a sus parlamentarios porque “no votaron en contra del retiro del 10% de las AFP” para la clase media, supone un objetivo oculto, que justifican con frases como, “han contravenido los principios del partido, desconociendo el compromiso de la UDI con la clase media y los sectores más necesitados”. Algunos, como Javier Macaya, simplemente no pudo disimular su discurso para decir, que insistía, “este retiro es más perverso que el anterior y es el primer paso para la destrucción del sistema». ¿Para quién es perverso y destructivo? Por supuesto que para el sistema de AFP, cuya misión fundamental desde que fue creado por José Piñera, fue proveer de recursos financieros líquidos a bajísimas tasas para los bancos, los grandes inversionistas, los empresarios, etc. Sacar dichos fondos del mercado bursátil, les reduce el negocio financiero de US$ 200.000 millones que manejan a su entera voluntad, del cual deberán rebajar los montos que se retiran de US$ 34.000 millones.
La jefa de bancada de la UDI, María José Hoffmann, dijo, “es fácil decirle a la gente sí, gire a cuenta de su esfuerzo y de sus propios ahorros. Nosotros queremos que ese rol lo tenga el Estado y sean ellos quienes hagan políticas públicas para permitirle a la gente que enfrente de mejor manera el desempleo”. Otra gran contradicción construida sobre una falacia. Si ellos quieren como dice Hoffmann que, “ese rol lo tenga el Estado y sean ellos quienes hagan políticas públicas”, ¿por qué no lo hacen?, si son los que están gobernando hoy. Las políticas públicas para la derecha se reducen a repartir limosnas, algunas cajas con artículos comestibles, y algo de dinero, “con letra chica” (para algunos pocos).
Analizar el discurso de la diputada Hoffmann, es un ejemplo claro de cómo se va deformando la verdad y la realidad a través del uso de frases que recurren a un “enganche” de tipo emocional y que no les es propio, cuando dice: “Estamos frente a la desesperación de miles de familias que han perdido a un familiar por el Covid sin siquiera poder despedirse, que están encerradas, que no saben si seguirán con pega a fin de mes o simplemente ya perdieron su trabajo, niños que hace meses no van al colegio ni salen de sus casas, incertidumbre, angustia, eso es lo que está gravado en el corazón de los chilenos, desempleo y pobreza, de eso debiéramos estar legislando”. “Cómo se atreven a estar jugando con la desesperación de las familias, no se atrevieron a condenar la violencia, todo es malo, todo es insuficiente, todo es tardío”, y termina con una frase para el bronce, “Voy a votar en contra, por amor a la patria, por amor a Chile”.
Son palabras de la Jefa de bancada de la UDI, dichas en el Congreso que suenan falsas, no identifican racionalmente al receptor. Utiliza un discurso de “guerra emocional”, que predispone a la confrontación, absolutamente alejado de la lógica argumentativa en relación a sus reales propósitos políticos. Fallecimientos de personas sin familiares, pérdidas de empleos, niños sin colegio, desesperación de las familias, falta de condena de la violencia, etc., para terminar votando en contra de aprobar la entrega de los fondos, por amor a la patria y a Chile. ¿Qué es eso? ¿Es la oposición responsable de eso? ¿Son críticas a Piñera?
En términos simple, se trata de parafernalia ritual, demagogia mentirosa que utiliza la tergiversación de apelar a los sentimientos y a la sensibilidad de la gente, de algo que no creen, pero que puede confundir a la población muy afectada física y psicológicamente por la pandemia y por la crisis económica. La derecha tiene mensajeros más profesionales, como Felipe Larraín o Sebastián Edwards. Este último dijo recientemente que, “Cuando los historiadores del futuro analicen lo que ha ocurrido en Chile en los años finales de la segunda década de este siglo, se preguntarán perplejos cómo fue posible que el país más exitoso de la historia de América Latina, decidiera, por una abrumadora mayoría, destruir la institucionalidad que le había permitido convertirse en referente regional. Para este economista «Made in USA”, la abrumadora mayoría no significa nada para él, pero algunos le creerán y no preguntarán quiénes son los exitosos y quiénes perdieron y murieron sin lograr nada.
El doctor en psicología Jorge Leiva C., en referencia al biólogo Francisco Varela, señala, “la tradición fenomenológica que reconoce que el conocimiento se relaciona con el hecho de estar en un mundo que resulta inseparable de nuestro cuerpo, nuestro lenguaje y nuestra historia social…” http://metateoria.cl/el-aporte-de-francisco-varela-a-la-emergencia-de-un-paradigma-biocibernetico-en-las-ciencias-sociales/
Las señales que nos entrega el profesor Leiva, nos ayuda a ver una esperanza para Chile y el mundo, al referirse a la biología, “Recientes investigaciones muestran que estos sistemas auto organizados, como el humano, no se especifica en su relación con el medio (su acoplamiento estructural) por un sistema de adaptación. Esto es, no existe lo que puede ser una célula madre, un programa pionero, el mito de una estructura oculta que explique el resultado de una conducta rectora que guiara de manera preconcebida el comportamiento individual. Sin embargo, al final emerge una respuesta colectiva, consistente y coherente no planificada que es propia de un sistema auto organizado”.
En términos aún más directos, quiere decir, que sin importar cuán elaborados sean los discursos políticos engañosos, si las condiciones predominantes son adversas a la población, ésta puede levantarse en rebeldía gatillada por un “clic” dentro del sistema de cada cual, lo cual ya ocurrió el 18 de Octubre y puede volver a ocurrir, porque las aberraciones, la indolencia y las injusticias siguen afectando al pueblo y puede desarrollar una respuesta colectiva auto organizada, sin que medie ningún líder; es la defensa de los seres vivos.
La preocupación del Gobierno en materia de Covid, ha sido evitar el colapso de los hospitales. Los enfermos y los que fallecerán deberán tomar debida nota de este hecho, porque cada colapso viene acompañado del cierre de hospitales. El sistema colapsó en Chile. Vimos nueve o 10 ambulancias en la puerta del Hospital El Pino que no pudieron ingresar, no había capacidad, tal como en otros lugares. Hay severas dudas de que los muertos fueron mayores a la información oficial. En Europa, se produjo una masacre de los adultos mayores muertos, cuya cifra real no se conoce y lo que está ocurriendo hoy en EE.UU. es otra masacre con 280.000 muertos.
La norma básica que aplica la derecha es que la banca, los hospitales, el aparato público, como obtener carnet de identidad, no colapsen. No olviden que la derecha cree firmemente en un Estado pequeño, casi sin regulaciones y que en las grandes crisis, como la actual, se salvarán los que tienen dinero para atenderse en el sistema privado, el resto, sálvese el que pueda.
“El campo de la práctica social es entender que la institución es la negación del orden espontáneo”, dice el profesor J. Leiva, así, “el valor que persigue realizar la institución se realiza si se realiza la estructura. Esta mirada que remplaza al sujeto por el sistema es la que está provocando la grave crisis que vive el mundo de la llamada modernidad. Todo lo que interesa en él es mantener el “equilibrio sistémico”, para ello, estos deben funcionar. Esto está detrás de la expresión nada inocente y cargada de connotación ideológica de que, “hay que dejar que la instituciones funcionen”. Así, supuestamente realizarán su valor, llámese igualdad, justicia, diversidad, solidaridad, etc.
Por Mario Briones R.