Natividad Llanquileo Pilquimán (14 de julio de 1984), mujer mapuche y campesina. Nacida, criada y con residencia en la comunidad mapuche Esteban Yevilao de la comuna de Tirúa. De profesión abogada de la Universidad Bolivariana, Diplomada en Derechos Humanos, Políticas Publicas e Interculturalidad de la Universidad de la Frontera. En el año 2018 fue presidenta del Centro de Investigación y Defensa Sur. actual directora de Relación con el medio nacional e internacional.
Natividad es activa defensora de los derechos humanos y en particular, los relacionados con la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y derechos de la niñez, integrando instancias dedicadas a la defensa jurídica, como también de acompañamiento en procesos de defensa territorial.
En este último tiempo, se ha levantado desde diversas expresiones mapuche y chilenas interculturales de diferentes territorios, el nombre de Natividad Llanquileo Pilquiman como propuesta autónoma y colectiva para participar en el proceso constituyente del 11 de abril del 2021.
Dicha propuesta es actualmente considerada por Llanquileo, quien también ha destacado que paralelamente al proceso constituyente del Estado chileno, es importante y fundamental avanzar en los caminos propios de autonomía y autodeterminación de los Pueblos Originarios.
Escucha a continuación la entrevista realizada por el Equipo Comunicaciones Mapuche y Argentina Indymedia Pueblos originarios:
https://go.ivoox.com/rf/62603850
¿Cómo ves los actuales desafíos constituyentes que se viven en Chile?
Los desafíos constituyentes que se viven son una importante apertura para los procesos de transformación. Lamentablemente se han gestado no por la voluntad y cumplimiento de un sistema democrático y participativo, sino como consecuencia de meses de intensas y masivas movilizaciones sociales, las que han estado acompañadas de sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidos por agentes del Estado chileno.
A su vez, hay que recordar que la apertura a estos procesos de cambios se hacen de manera condicionada, se excluyó como opción la Asamblea Constituyente y se mantienen amenazas y limitaciones a las competencias de la Convención Constituyente como son el quórum de ⅔, los propios preceptos reguladores de la actual Constitución y la Ley 21.200, que son candados dejados por grupos anti democráticos que han venido actuando como un hampa del poder estatal.
¿Y sobre los denominados escaños reservados para Pueblos Indígenas para la Convención Constituyente?
Ha quedado de manifiesto la incapacidad de los actuales grupos de poder político predominantes para cumplir con sus obligaciones internacionales de derechos indígenas en materia de consulta, participación, información previa con respecto a los escaños reservados a Pueblos Originarios.
Esta realidad da cuenta que grupúsculos neo coloniales siguen pretendiendo acaparar y controlar todo, capaces de excluir y limitar intereses y necesidades colectivas.
¿Cuál es tu impresión sobre el levantamiento de tu nombre para la Constituyente desde diversos ámbitos mapuche e interculturales?
Estoy agradecida y siento que de alguna forma, también es reafirmar que hay un importante sector vinculado a la defensa de los derechos mapuche, desde organizaciones y comunidades, como también por quienes promueven de manera auténtica la construcción de relaciones interculturales, con capacidad de reconocer a personas que han venido aportando en ese sentido, por ello, más allá que continuar reproduciendo personalismos y figurismos que al final terminan en meros caudillismos y formas verticales en hacer, se abrió en este caso una oportunidad de construir ideas y propuestas desde una visión colectiva.
Los roles y los diferentes quehaceres de vida en temas como la defensa de los derechos de presos políticos mapuche, los derechos de la niñez, la defensa de los territorios y movimientos por derechos sociales y en general, por la defensa de los derechos humanos, me han permitido conocer, aprender y compartir con diversas expresiones que tienen como propósito justicia social, ambiental, cultural y política.
Por eso, la propuesta que ha surgido colectivamente para asumir un desafío constituyente, como mujer, como campesina de comunidad, como defensora de derechos humanos y abogada, la he considerado de esa forma, con un propósito colectivo que pueda recebar diversas propuestas y planteamientos para intervenir en la toma de decisiones sobre una nueva Constitución.
¿Qué temáticas sobre Pueblos Originarios deberían estar en una nueva Constitución Política?
El tema matriz, es que la Constitución NO reconoce la realidad sobre la diversidad de los Pueblos que habitan Chile. Es etnocentrista, homogenizante, unicentrista y colonial. Como se viene diciendo desde hace rato, la existencia de un Estado no es igual a la existencia de una sola Nación. Se niega y excluye la existencia de los Pueblos y Naciones originarias cuyo origen antecede en miles de años a la formación del Estado, por ello, la soberanía debe recaer en todos los Pueblos que habitan Chile, con un reconocimiento explícito como sujetos de derechos colectivos. No hacerlo, es seguir extendiendo los actos históricos y sistemáticos de violencia, despojos, masacres, discriminación, abuso, arbitrariedad y dominación.
En Chile no solo habita el Pueblo Nación chilena con un origen criollo y diverso, sino además están los Pueblos de origen ancestral como: Aymara, Quechua, Likanantai, Colla, Chango, Rapa Nui, Diaguita, Mapuche y sus diversas identidades territoriales, Chono, Selknam, Kaweskar, Yagan, cuya matriz en derechos humanos colectivos es la autodeterminación, consagrada en diversos tratados internacionales, los que deben estar garantizados. La soberanía debe recaer en cada Pueblo, cuyo derecho matriz es la autodeterminación.
¿Qué otras características deberían estar en la Constitución?
La Constitución como carta fundamental debe ser simple, accesible en sus contenidos, eficaz, directa, pluralista y basada en un estándar de derechos. Varios de estos derechos están en el presente excluidos o no debidamente garantizados para su exigibilidad y cumplimiento, y han sido parte de la gran demanda social en estos últimos años.
Un derecho está debidamente garantizado cuando es posible exigir su cumplimiento. El problema es que la actual Constitución, en teoría, sólo garantiza algunos de ellos y una mayoría de derechos humanos están excluidos. Los derechos resguardados no sólo deben estar constreñido a aspectos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino a los contemplados en los diversos tratados como los económicos, sociales, culturales y ambientales; los civiles y políticos; las normas de derechos indígenas; sobre Prevención y Sanción del Delito de Genocidio; sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial; sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; sobre los Derechos de la niñez; sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad o Capacidades diferentes, que abren un importante abanico para regular y fomentar sociedades justas y respetuosas.
Es inconcebible que algunos derechos humanos no estén debidamente resguardados como el derecho a vivir en un medio ambiente sano. Tampoco se considera de ninguna forma el derecho a la alimentación o justicia alimentaria o soberanía alimentaria, entre otros elementos de interés colectivo.
Señalar asimismo que hay otros derechos que no están debidamente garantizados en la actual Constitución, y se refieren a la salud, educación, vivienda, seguridad social, aspectos que han generado una enorme desigualdad e injusticias sociales como consecuencia de un descontrolado estado subsidiario privatizador, segmentador y neoliberal.
¿Qué otras complejidades se aprecian en la actual Constitución Política?
La Constitución fija candados legislativos sobre los quórums para modificar o aprobar ciertas leyes, principalmente en los referidos a los intereses de sectores privados, privilegios de empresas y privatización de las aguas.
La Constitución es extremadamente extensa, de difícil comprensión, llena de semánticas, con diversas retóricas vacías.
En la discusión que viene, tampoco puede omitirse la crisis y decadencia del sistema político y sus institucionalidades. ¿De verdad se quiere seguir exacerbando el presidencialismo y los diferentes abusos de poder? ¿O sea va a buscar formas de democracia abierta y participativa en las diferentes esferas de tomas de decisiones?
¿Un último mensaje con respecto a una postulación de Natividad Llanquileo a la Constituyente?
Reiterar mi respeto y agradecimiento a quienes activaron como campaña mi nombre para tal desafío, muy especialmente a mujeres mapuche campesinas.
Por otro lado, aprovechar de hacer un llamado a todas aquellas personas, organizaciones y sectores que asumen principios y criterios democráticos, respetuosos de los derechos humanos, que creen que sí es posible construir desde una sociedad justa e intercultural, con respeto a las autonomías de los diferentes pueblos que coexisten en este País llamado Chile, para aunar esfuerzos, para impulsar con más fuerza aquellas opciones a la Constituyente que puedan representar sentires y necesidades colectivas.