Los vecinos de las localidades de Coihueco y Chillán Viejo, en la Región de Ñuble, expresaron su rechazo a la presencia de empresas de crianza y faenamiento de cerdos en sus comunas, debido al daño ambiental que podrían estar causando, según consignó un reporte de Radio Cooperativa.
En Coihueco, la situación se originó hace más de una década con la presencia de la empresa Agrícola Veneto, que perdió su resolución de calificación ambiental en el sector El Calvario, siendo obligada a desmontar su plantel. Pero, los vecinos señalan que desde el año pasado viene levantando nuevas estructuras en los sectores Bustamante, Coleal y Los Chiquetes, de la misma comuna.
Osvaldo Zúñiga, presidente de la Confederación Nacional Campesina Ránquil, explicó a la emisora que «éstos son territorios de vocación agrícola, donde se ha hecho un esfuerzo para sumarse a la producción de fruta de exportación, pero que ahora se ven amenazados por una empresa que podría estar incurriendo en incumplimientos a la normativa ambiental».
En tanto, Óscar Mujica, presidente de la Junta de Vecinos de Coleal Central, agregó que «la empresa llegó al sector el año pasado con mil cerdos, y actualmente se ha triplicado la población animal. Con ello, nos hemos visto afectados por malos olores, aumento en la presencia de moscas, y tememos que afecte también las napas subterráneas de agua».
En la misma línea, la presidenta de la asociación de agua potable rural de la localidad de Los Chiquetes, Sandra Campos, dijo que «la empresa está construyendo un plantel en nuestro sector y nos preocupa que, a futuro, nos perjudique con contaminación de aguas y aparición de vectores de contaminación».
Ante esta situación, añade el reporte de Cooperativa, dirigentes de las tres comunidades hicieron llegar una carta al Intendente de Ñuble, Cristóbal Jardúa, pidiendo que se apoye a los vecinos, garantizando que las empresas se cumplan con las normas sanitarias y ambientales.
En el caso de Chillán Viejo, las críticas apuntan a la empresa MaxAgro, acusada de mantener un foco de malos olores por purín de cerdo. Por este motivo, el municipio hizo una denuncia formal a la Superintendencia de Medio Ambiente.
«Hemos presentado esta denuncia porque el episodio de malos olores se viene repitiendo de forma constante y, en esta época del año, obliga a los vecinos a mantener sus ventanas cerradas, pese al intenso calor veraniego», señaló el alcalde de la comuna, Felipe Aylwin.
Finalmente, desde la Superintendencia de Medio Ambiente informaron que están desarrollando un trabajo preventivo vinculado «a la verificación de todas las unidades», para lo cual, indicaron, es clave que se realicen denuncias formales.