El ex capitán y empresario maderero, Miguel Toledo, denunció en el programa Pauta Libre las operaciones de montaje y autoatentado de Carabineros relacionados al robo de madera, situación que afectó al denunciante durante 2017, pero que además se trataría de hurto organizado por parte de la institución policial, hecho que actualmente se encuentra en investigación.
Cabe destacar que hace una semana El Ciudadano alertó sobre estas operaciones de corrupción por parte de los uniformados en el reportaje titulado Montaje de Carabineros: Un “autoatentado” que encubriría robo de madera.
Sin embargo, en el programa televisivo, Toledo ofreció más detalles para desmantelar a la organización a la que perteneció, resaltando los autoatentados, chantajes, mal uso de recursos fiscales y otras formas que hacen de Carabineros una institución corrupta.
Los hechos que antecedieron al montaje
A mediados de 2017, Toledo se dispuso a trabajar en su empresa maderera en “Fundo Canihual”, ubicado en Tirúa, Región del BioBío.
Toledo en ese entonces contaba con todos los permisos para operar, en cuanto a maquinaria, vehículos y trabajadores. Sin embargo, las faenas requerían de resguardo policial, puesto que existían antecedentes de robos de madera de eucaliptus y pinos en la zona.
Para ello, el ex Capitán solicitó formalmente al Ministerio Público el resguardo policial por parte de Carabineros, servicio que según lo relatado por Toledo, se lleva a cabo en zonas consideradas como «conflictivas«.
En relación a esto, Toledo afirmó que un sargento de Carabineros le habría solicitado que pagara por la custodia de las faenas, ante lo cual se negó.
A pesar de que la solictud fue otorgada, Toledo afirmó que transcurrieron dos meses en que no tuvo más respuesta que excusas y dilaciones por parte de Carabineros para no prestar los servicios de resguardo ordenados por la Fiscalía.
Producto de las trabas impuestas por la institución, Toledo se reunió con el jefe de Fuerzas Especiales de Carabineros de Cañete, el comandante Hernán Benavides, y el capitán Juan Carlos Ojeda (a cargo de la custodia en terreno), en el Cuartel de Fuerzas Especiales de Cañete, en agosto de 2017.
Entre las dilaciones por parte de Carabineros, figuraron excusas como por ejemplo, que los vehículos blindados estaban en «pana», lo cual implicó un retraso de dos semanas. Posteriormente, le indicaron a Toledo que debía marcar con GPS los puntos donde la madera se econtraba acopiada, lo cual el ex oficial tuvo que realizar por su cuenta y sin ninguna clase de resguardo.
Luego de haber instalado y verificado los GPS, Benavides le solicitó revisar las condiciones de los caminos.
Al respecto, Toledo puntualizó a Pauta libre que habían dos opciones: un camino por Tirúa que toma 50 minutos en subir y en bajar, mientras otro que tomaba seis horas. Este último fue designado por Carabineros para las faenas, levantando aún más sospechas.
Debido a estos hechos, Toledo demandó a la institución policial por $1.300 millones por indemnización de perjuicios, debido a la omisión de servicio por parte de Carabineros, quienes debían ofrecer el resguardo policial.
El día del autoatentado en Tirúa
Respecto del día en que se llevó a cabo la operación del montaje denunciado por Toledo, el ex Capitán relató que él había ofrecido drones para perimetrar el área, lo cual fue rechazado por Benavides.
«Incluso yo tenía drones, que tenía 15 kilómetros para poder demostrar que tenía todo perimetrado en caso de atentando y el comandante no quiso, eso me pareció más sospechoso. Fue el mismo día del atentado», comentó a Pauta Libre.
Ese día, a Toledo no se le permitió subir a las faenas, sólo dos de sus trabajadores pudieron. Durante la espera, al cabo de entre 15 y 20 minutos fue cuando se escucharon los disparos y ráfagas.
«Yo soy especialista en armamento, yo dije al tiro esas ráfagas fueron Uzi. Las únicas personas que usan Uzi son los Carabineros, nadie más», relató.
En ese entonces, una patrulla le informó a Toledo que dos vehículos a cargo del Capitán Ojeda habían sido atacados, siendo que esta caravana subía para “corroborar los puntos de emboscadas” por orden de Benavidez.
Por otro lado, también le comunicaron sobre un carabinero lesionado con herida de bala grave, el cabo segundo, Manuel Colipán, quien posteriormente reveló que se trató de un montaje por parte de la institución, pues la lesión fue provocada por un compñaero de armas y no por un «asalto mapuche de maderas», como se pretendía hacer creer.
Colipán también confesó que se vio hostigado por personal superior y tuvo que renunciar a la institución debido a la presión
Amenazas de muerte
Semanas previas al autoatentado, tras constatar los puntos geolocalizados, Ojeda solicitó a Toledo un listado con lo que iba a trasladar un día antes de iniciar las faenas: 10 camiones con sus patentes: nombre, rut, domicilio de los conductores, y número de celular de ellos.
Según su relato, Toledo entregó dicha información a Ojeda y Benavides a eso de las 18:00 horas. La situación sin dudas levantó sospechas en Toledo, quien reveló a Pauta Libre que a eso de las 22:00 horas los camioneros le notificaron que fueron amenazados de muerte.
«Todos los conductores me estaban llamando que los estaban amenazando de muerte si subían», relató Toledo, quien afirmó no tener claro quiénes estaban detrás de las amenazas, lo cual debe ser investigado por la Fiscalía.
Hurto organizado en Carabineros
En sus declaraciones, Toledo reveló que este autoatentado no se trata de un hecho particular, sino que existe una organización dedicada al hurto de madera al interior de la institución.
En su momento, dio cuenta de su situación de manera personal al coronel Marcelo Teuber, a cargo de inteligencia de La Araucanía, en la ciudad de Temuco, quien también está involucrado en la «Operación Huracán».
El ex oficial informó a Teuber que lo estaban instando a pagar por la escolta para recuperar su madera luego del autoatentado.
Posteriormente, Teuber lo contactó con Juan Carlos Espinoza, quien era jefe de inteligencia de Malleco.
El ex capitán le reveló que al ponerse en contacto con Espinoza, éste le reconoció que “arriba hay un oficial que lidera el hurto de madera”, hecho que actualmente está en investigación, por lo que no reveló nombres,
Sin embargo, confirmó,que el oficial involucrado continúa en servicio activo hasta ahora.
Para Toledo , en este tipo de operaciones es que basa en el «negocio de la madera (la custodia de ésta)» lo que sería “la causa de estos autoatentados y de todo esto que ocurre acá en la Araucanía”.