El economista, asesor político y académico español Alfredo Serrano Mancilla entrevistó este fin de semana al exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera para su programa Radio La Pizarra. Allí, ambos sostuvieron una grata conversación y analizaron el panorama político de Latinoamérica y el mundo. Abordaron cómo las fuerzas progresistas de la región recuperan espacios de poder político que habían perdido en los últimos años.
El programa fue transmitido el pasado sábado, 27 de febrero. Sirvió también para debatir sobre el surgimiento de movimientos de extrema derecha en Latinoamérica. Recientemente, estos evidencian la cara más violenta de la derecha conservadora que sigue intentando socavar las históricas luchas sociales de los ciudadanos.
García Linera, quien fue víctima de este extremismo derechista cuando fue obligado a dejar su tierra para salvar su vida luego del golpe de Estado que dio origen a la dictadura ultracatólica de Jeanine Áñez, considera que para este tipo de extremismo, la democracia resulta un estorbo,
Sin embargo, considera que a pesar de ese extremismo de derecha surge paralelamente una segunda ola de progresismo. Esto da origen a una nueva polarización que tendrá por un lado a la derecha ultraviolenta y al progresismo pruralizado.
Esto fue lo más destacado de la conversación que sostuvieron:
Reflexiones sobre la victoria electoral en Bolivia y sobre la situación del progresismo en América Latina
García Linera: «En América Latina estamos viviendo una segunda oleada de progresismo moderado sin la presencia de liderazgos carismáticos. Del lado de las fuerzas conservadoras hay un proceso de abdicación de la centro derecha para potenciar las aguas de la extrema derecha. Es un fenómeno mundial que se da tanto en las clases medias como en los sectores populares con un discurso muy claro: Si la democracia es un estorbo, fuera democracia. En el mediano plazo, la sociedad va a estar polarizada entre una derecha violenta y un progresismo más pluralizado.
El relevo no es carismático y su éxito radica en la posibilidad de consolidar y proteger los derechos sociales frente al avance conservador. Si esto sucede, la oleada progresista puede continuar, si no, estaremos en un péndulo entre el progresismo y la derecha.
La extrema derecha no tiene ningún compromiso con la democracia y el riesgo de un golpe de estado va a estar presente en el continente, en el mundo y en Bolivia. La nueva oleada progresista debe encarar la lucha territorial porque los adversarios de la derecha están dispuestos a matar».
Sobre los desafíos que deben superar los nuevos líderes progresistas en el gobierno
García Linera: «Hay muchos retos, uno es cómo relanzar la economía. Aun en el carácter moderado es necesaria una dosis de audacia. En el tema médico, la gente espera un compromiso por parte del Estado para que proteja su salud y complete el esquema de vacunación. Otro reto, en el caso de Bolivia, es que los responsables del golpe tengan una sanción rápida por parte de la justicia. Esto debe suceder también con quienes lo financiaron».
¿Cómo vivió la experiencia del exilio?
García Linera: «Cuando salí de mi casa no sabía que iría al exilio. Tenía cuatro o cinco libros en el maletín, mi cepillo de dientes, algo para escribir y la llave. Le agregué la bandera de Bolivia con un puñado de tierra del trópico que nunca volví a tocar hasta el día que llegué a Chimoré con Evo. La devolvimos en un gigantesco acto con más de un millón de personas. Luego volví y abrí la puerta de mi casa con la llave, fue muy emotivo».
Sobre su estadía en la Argentina
García Linera: «El tiempo que estuve en Argentina fue muy productivo porque me permitió leer y preparar mis clases, nunca había tenido tanto tiempo para dedicarle al estudio y a la Academia. En lo personal pude compartir mucho tiempo con la familia y sobre todo ver crecer a mi hija Alba. A nivel social me permitió ratificar algo que había aprendido en la cárcel: siempre es necesario tener una pequeña dosis saludable de desconfianza«.
Conclusiones sobre este período de pandemia que estamos viviendo
García Linera: «Estamos viviendo un tiempo impredecible. Los que soñamos con un mundo distinto tampoco podemos asegurar que la tenemos ganada. Se podrán hacer muchas cosas, algunas no saldrán, otras sí. El tiempo se ha detenido y ya no hay continuidad. El presente se ha vaciado de horizonte, tanto para nosotros como para el orden dominante».
TIKI TAKA
Tarea de la casa que menos le gusta hacer: barrer.
Hábito argentino que haya incorporado: Ir a los parques.
Un estereotipo falso sobre los bolivianos: Que todas son personas humildes y trabajadoras.
Un filósofo o pensador para leer en estos tiempos: Marx y Piketty
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