Elecciones en dos días: el fantasma del Carmengate

La posibilidad de realizar las próximas elecciones de abril en dos jornadas, hace despertar los temores de que se repita un escenario similar a uno de los escándalos políticos en la historia de Chile, que implicó la denuncia de irregularidades electorales en las primarias internas del Partido Demócrata Cristiano (PDC) en 1988, el denominado Carmengate.

Elecciones en dos días: el fantasma del Carmengate

Autor: Valentina Benito

Este miércoles el Congreso iniciará la discusión sobre el proyecto de reforma constitucional que busca ampliar a dos días las elecciones de abril correspondientes a alcaldes, concejales, gobernadores y convencionales constituyentes. Una iniciativa que ha suscitado desconfianza sobre un posible fraude en el proceso.

La presidenta de la Cámara Alta, Adriana Muñoz (PPD) comunicó que el proyecto llegó al Congreso con discusión inmediata.

“Una vez que lo despache la comisión con esta tramitación de urgencia, es posible que mañana, día miércoles, pueda ser discutido y tramitado y votado en la sala del Senado”, indicó la senadora a Radio ADN

La propuesta del gobierno surge a raíz de que al tratarse de cuatro elecciones en un día, ejercer el voto implicaría más tiempo, y por lo tanto, supondría prolongar la exposición de las personas en el actual contexto de pandemia por Covid-19.

Elecciones en dos días

El texto señala que la propuesta es tanto «una medida sanitaria para resguardar la salud de los participantes del proceso eleccionario» como también «para fomentar la participación electoral«.

Al respecto, el presidente Sebastián Piñera señaló en una entrevista con T13 que la iniciativa tiene suficiente grado de “acuerdo político” para su aprobación.

De ser aprobada, las elecciones se llevarían a cabo en dos jornadas consecutivas: una el sábado 10 de abril, y la siguiente en la fecha programada original, es decir, el domingo 11 de abril.

“Las personas van a poder votar el sábado o el domingo. Los adultos mayores, los enfermos crónicos, las mujeres embarazadas, van a tener preferencia el día sábado. Es decir, si llegan a votar, los van a poner primeros en la fila”, explicó el mandatario.

Según Piñera, la medida implicaría también que el resguardo de las urnas quede a cargo de las Fuerzas Armadas, y a su vez, los vocales y apoderados de mesa podrán quedarse a veritficar que las urnas estén selladas.

Preocupación y desconfianza sobre fraude

Diversos actores políticos han manifestado su postura en torno a este proyecto, debido a la falta de anticipación con la que el gobierno presentó la iniciativa y los riesgos o desprolijidad que puede implicar en el proceso.

Buena parte de las críticas van dirigidas principalmente a que la medida pondría en peligro la seguridad de las urnas, y en esta misma línea, han manifestado precoupación sobre la desconfianza y fraude que podría generarse.

El alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC) advirtió sobre esta medida en sus redes sociales, señalando que el “debate debe estar centrado en ampliar horario y apertura de más centros de votación para evitar aglomeraciones, asegurando así la participación ciudadana de verdad”.

“Dos días de elecciones en abril no dan garantías ni de efectividad ni de seguridad para las urnas”, puntualizó el edil.

A estas críticas se sumó la diputada Carmen Hertz (PC), quien también cuestionó la seguridad de esta propuesta.

Se necesitan más locales y mesas el día 11 de abril, ninguna otra propuesta da garantías”, recomendó la parlamentaria.

Al respecto, Alejandro Fernández, candidato a la convención constituyente por el Distrito 13 del movimiento Levanta Chile, señaló que esta iniciativa generaría “sólo confusión entre los que sufragarán ese día”.

“Si se aprueba esta medida pasarán muchas horas en donde los apoderados no estarán presentes y podría generar mucha desconfianza en el proceso del conteo de votos”, añadió.

Marcelo Alonso, candidato a la convención constituyente por el Distrito 12 también por Levanta Chile, indicó que la única forma de que el proceso en dos jornadas sea viable, sería que las votaciones se dividan un día en alcaldes y concejales, y al día siguiente en constituyentes y gobernadores.

“Una elección en dos días para cuatro cargos, podría terminar fácilmente en un fraude”, advirtió.

Otras de las preocupaciones en torno esta propuesta, radica en la confianza respecto al resguardo de las urnas, que si bien podrán ser verificadas por los vocales y apoderados, estará a cargo de las Fuerzas Armadas.

Rodrigo Mallea (CS), candidate a la convención constituyente por el Distrito 9 de la Lista Apruebo Dignidad, indicó a El Ciudadano que “las Fuerzas Armadas han demostrado ser un organismo que no responde a estándares democráticos, por lo tanto existe una legítima desconfianza sobre su labor”.

“Me parece que hay que explorar fórmulas para aumentar la participación, partiendo por asegurar el voto anticipado, que está sobre la mesa desde octubre antes del plebiscito y no se ha aprobado. Asimismo, deben haber garantías sanitarias para evitar aglomeraciones, pero sin perder la legitimidad del proceso”, precisó el también abogade de DDHH y activista por las disidencias.

El fantasma del Carmengate

La posibilidad de realizar las próximas elecciones de abril en dos jornadas, hace despertar los temores de que se repita un escenario similar a uno de los escándalos políticos en la historia de Chile, que implicó la denuncia de irregularidades electorales en las primarias internas del Partido Demócrata Cristiano (PDC) en 1988, el denominado Carmengate.

Dicha situación habría beneficiado a Patricio Aylwin, quien al año siguiente fue electo como Presidente de la República, convirtiéndose así en el primer mandatario de la transición a la democracia.

En ese entonces, las elecciones internas de la DC estaban previstas para el 27 de noviembre, y entre los contendores de Aylwin figuraban Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Gabriel Valdés, este último, reconocido como el dirigente de mayor visibilidad dentro de la oposición democrática a Augusto Pinochet.

En una misiva publicada en La Nación, Valdés, quien posteriormente fue presidente del Senado, señaló que uno de sus amigos le había comentado que «había visto a unas personas manipulando sigilosamente las urnas que se usarían para la elección” cuando ingresó a buscar unos papeles en la sede del partido, ubicada en calle Carmen Nº 8, de la cual surge el nombre del escándalo.

La adulteración del padrón implicó como mínimo 5.000 inscripciones de militantes.

El problema de fondo radicó la existencia de dos padrones, por lo que había una diferencia entre los militantes originales y los que fueron registrados en los últimos meses antes de verificarse la elección interna.

Entre esta serie de irregularidades, surgieron denuncias en al menos 21 provincias, las cuales implicaron, tanto la exclusión de militantes activos, como también la inclusión de nombres o personas desconocidas en diferentes comunas a lo largo del país y sectores de la capital. Además, los denunciantes advirtieron sobre falsificaciones de firmas y adulteraciones de domicilios.

Las dudas del Servel

Sobre la posibilidad de generar dos jornadas de votación para las elecciones de abril, el presidente del consejo directivo del Servel, Patricio Santamaría señaló que «tal vez es un poco tarde para analizarlo».

«Se requiere un gran consenso político y un acuerdo a nivel de Ejecutivo y Legislativo», señaló en una entrevista con T13 Radio.

Santamaría planteó también algunas sugerencias para evitar inconvenientes en el proceso electoral en caso de que se apruebe la iniciativa. Una de ellas, es que las actas deberían ser abiertas y cerradas por las y los mismos vocales de mesa.

Por otro lado, puntualizó que la mesa el día sábado debe mantenerse sellada, ya que «hacer un escrutinio antes» revela la tendencia y «orienta la votación del segundo día«.


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