Entre 2014 y 2016 al menos 40 carabineros fueron investigados por la propia policía uniformada por sus nexos con narcotraficantes y bandas de asaltantes.
La cifra de implicados pudiera ser mucho mayor, ya que de acuerdo con las indagatorias internas, corresponden sólo a ocho casos indagados en dos años en la Región Metropolitana, mientras que los casos informados por la prensa entre 2010 y 2020, incluyen a 66 funcionarios (agrupados en 21 casos) que fueron investigados por esta causa en todo el país, consignó CIPER en un reportaje publicado esta semana.
De los uniformados investigados entre 2014 y 2016 por sus nexos con narcos (y en un caso por vínculos con una banda de asaltantes), cuatro continúan en la institución, pese a existir antecedentes que los relacionaron, en distintos grados de compromiso, con tráfico de drogas y robos.
Un quinto policía que permaneció en servicio hasta decidió retirarse, también acumuló evidencia que lo relacionaba con una red de protección que benefició a una de las agrupaciones delictivas más conocidas del norte de Santiago.
Audio reveladores
Las indagatorias internas indagatorias que demuestran la evidencia de esos vínculos, incluyen audios de llamadas telefónicas interceptadas.
Las conversaciones telefónicas entre miembros de Carabineros con narcotraficantes –obtenidas por la institución bajo Ley de Inteligencia–revelan cómo algunos uniformados colaboran con una banda, e incluso se quedan con parte del dinero y las drogas incautadas en allanamientos.
CIPER tuvo acceso a estas evidencias y dio a conocer varios de estos audios.
La primera conversación se produce entre un uniformado y un narcotraficante, después de un decomiso de drogas que terminó con ocho detenidos de una banda que compite con la del interlocutor, el objetivo del delincuente es coordinar una reunión con el policía para aclarar rumores que apuntan a que los carabineros se habían quedado con 30 kilos de la marihuana incautada en el operativo, lo que rebajaría las eventuales penas de los involucrados.
“No perrito, estai equivocado (…) si te hago hueón, vo’ después no trabajai más conmigo y yo pierdo pan y pedazo. Yo no puedo ser tan hueón y echarte a vo’ encima”, le dice el policía.
La segunda evidencia es un diálogo entre un carabinero y un narcotraficante que había chocado su auto durante la noche, en la cual le pide al uniformado que intervenga para que el vehículo no sea trasladado al corral municipal.
También conversan sobre un pago de $200 mil a otros uniformados para que hicieran pasar el auto como un vehículo abandonado en la calle.
El tercer registro no incluye a narcotraficantes sino a dos funcionarios policiales. Uno de ellos le informa al otro el resultado de un procedimiento que realizó a un vehículo con una mujer y un número indeterminado de hombres a bordo.
“Tenís que cargar a la huena po’, pa’ que la hueona quede en cana”, le indica el supuesto jefe, quien estaría a cargo de velar por los intereses de una banda rival. En el audio también se comprueba que los carabineros se quedaron con parte del dinero decomisado en el operativo.
El cuarto audio también incluye a dos carabineros. Uno de ellos participó en un procedimiento en el que se descubrió droga con un valor calculado en $28 millones y recibió dinero de los narcos para dejar que la operación ilícita siguiera su curso, por lo que su compañero le pide que le entregue parte del dinero, alegando que ese procedimiento policial originalmente le correspondía a él.
El último audio revelado por CIPER evidencia que el grupo de uniformados que se habrían coordinado para favorecer a una banda de narcotraficantes tuvo un final abrupto.
Una de las personas cuya voz también se puede apreciar en tres de las cuatro evidencias anteriores, se comunica con un superior para avisarle que los nombres de los funcionarios involucrados aparecieron en un volante que fue repartido en una feria.
“La respuesta más sana es disolver a los cabros, es disolver a la patrulla (…) no es una hueá que se pueda tomar a la ligera”, le dice el carabinero a su superior.
Cabe destacar que el citado medio solicitó a Carabineros información sobre el número de sumarios internos cursados a sus funcionarios, entre 2010 y 2021, por posibles vínculos con narcotraficantes, y la institución respondió que no cuenta con los antecedentes requeridos.