Canciller Rogelio Mayta: «En Bolivia tenemos la esperanza de que en este mundo que está cambiando a una multipolaridad»

El diplomático Boliviano conversa sobre las perspectivas de su país de cara a la política internacional

Canciller Rogelio Mayta: «En Bolivia tenemos la esperanza de que en este mundo que está cambiando a una multipolaridad»

Autor: Sofia Belandria

Rusia y Bolivia tienen una relación «muy positiva» y el objetivo es que pueda incrementarse el vínculo entre ambos países, declaró en entrevista el canciller del país latinoamericano, Rogelio Mayta.

«Desde hace unos años, Rusia tiene un papel importante. Es capaz de sustentar equilibrios necesarios. Latinoamérica estaba muy dejada a cierta influencia, lo que hacía que los procesos de integración que estábamos llevando adelante, como Unasur [Unión de Naciones Suramericanas] o CELAC [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], fueron mermados por intereses foráneos», dijo Mayta.

El canciller aseguró Rusia brinda ciertos equilibrios que frenan la influencia de EE.UU. en la región y afirmó que algunas potencias ven en la desunión de los países latinoamericanos la posibilidad de seguir aprovechando sus recursos.Por otro lado, dijo que Bolivia tiene la esperanza de que EE.UU. modifique su relación con América Latina ante la aparición de un mundo multipolar.

«Tenemos la esperanza de que en este mundo que está cambiando, en el que hay una multipolaridad donde el rol de Rusia y China es fundamental, EE.UU. también redefina su línea de relación con Latinoamérica y con Bolivia», dijo Mayta.

El canciller sostuvo que Bolivia busca, en la relación con EE.UU., algo que es «muy complicado y sencillo al mismo tiempo».»Buscamos respeto mutuo, respeto a nuestra soberanía, que no exista injerencia en nuestros asuntos internos, sobre esa base podemos desarrollar un relacionamiento mucho más fructífero y positivo. Pero lastimosamente nos ha dado una prueba histórica de que eso para ellos es muy complicado», reflexionó.

Asimismo, dijo que Bolivia pretende concretar 40 proyectos de cooperación con Rusia, especialmente en el área de hidrocarburos y minería.Luego del Gobierno de Jeanine Áñez (2019-2020), quien «enfrío las relaciones» entre Rusia y Bolivia, el Gobierno de Luis Arce se propuso restablecerlas, afirmó el canciller.

El hito más importante de este incremento de relaciones se dio con la compra de las 5,2 millones de dosis de la vacuna rusa contra el COVID-19, Sputnik V.

¿Cómo han sido estos primeros meses al frente de la Cancillería?

Estos meses han sido un tanto complicados, sobre todo porque veníamos de un Gobierno de facto que en el año que estuvo a cargo del Estado se ocupó en destruir toda la institucionalidad que se había construido en los últimos años y, en particular, en lo que toca al Ministerio de Relaciones Exteriores, con el discurso de rescatar a los diplomáticos de los anteriores gobiernos despidió prácticamente a la mayoría a los trabajadores. Eso nos dejó una Cancillería absolutamente debilitada en todo ámbito, en organismos multilaterales, nuestras embajadas y consulados. Una vez que asumimos el Gobierno, nos hemos dado al trabajo de recomponer la cartera, reponiendo en sus cargos a varios de los extrabajadores y potenciándola con gente nueva.

¿Cómo definiría que ha sido la cooperación internacional en tiempos de pandemia?

En el caso de Bolivia y con el Gobierno de facto, esta cooperación fue pobre porque la Administración de Áñez se aisló en un discurso bastante trasnochado, basándose solo en la potencia de EE.UU, cerrando la puerta a otras posibilidades de ayuda y de apoyo. El nuevo Gobierno ha sido positivo, constructivo y definitorio. Hemos podido contar con vacunas tanto de Rusia como de China. Esto no habría sido posible en el esquema del Gobierno de facto, que había enfriado las relaciones con esos países.

Otro es el escenario en el ámbito de la comunidad internacional. Observamos que la cooperación es muy limitada, creo que la pandemia lo que ha desnudado es que todo el discurso de solidaridad entre los países, fundamentalmente de los Estados más ricos, se ha venido abajo. Organismos como Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, se han visto rebajadas, no ha habido solidaridad; y mecanismos como COVAX están bien para el discurso, pero trabajo efectivo, real, no pueden sustentar. La pandemia está poniendo a flor de piel el egoísmo de algunos Estados, de la sociedad, esto nos debe poner a pensar en el mundo que estamos construyendo, en el que prima fundamentalmente la economía de algunos privilegiados y que van a salir más multimillonarios de la pandemia.

¿Cree que el mecanismo COVAX fue un fracaso?

No está siendo lo efectivo que pretendía ser. Lo que se ve es que las empresas farmacéuticas están dando sus vacunas a donde tienen mejores propuestas económicas. Obviamente no van a ser a los países pobres o en desarrollo.

¿Cómo definiría las relaciones de Bolivia con Rusia?

Tenemos una relación de respeto mutuo, consultiva, muy positiva y esperamos que en el futuro pueda irse desarrollando en ese marco. Estamos seguros que de esa forma vamos a lograr buenos resultados para ambos países.

¿Cómo definiría el rol de Rusia en América del Sur?

Desde hace unos años, Rusia tiene un papel importante. Es capaz de sustentar equilibrios necesarios. Latinoamérica estaba muy dejada a cierta influencia, lo que hacía que los procesos de integración que estábamos llevando adelante, como Unasur o CELAC, fueron mermados por intereses foráneos. Algunas potencias ven en nuestra desunión la posibilidad de seguir aprovechando los recursos que tenemos. Pero la presencia de Rusia genera una tendencia a que exista nuevos equilibrios, que son necesarios.

¿Bolivia está interesada en impulsar acuerdos de cooperación con Rusia?

Con Rusia tenemos una agenda económica importante. En la actualidad incluye como 40 proyectos de cooperación. En los próximos meses esperamos reanudar el trabajo de la comisión binacional para poder identificar las áreas de cooperación prioritarias. Por otro lado, se han suscrito importantes contratos para la cooperación en el aérea de hidrocarburos y minería. Con la empresa Gazprom se tienen tres convenios que condensan al sector de hidrocarburos. En ese marco se vienen desarrollando estudios en seis áreas que se encuentran en los departamentos de Chuquisaca (sur), Santa Cruz (centro), Tarija (sur) y otros. Se busca poder viabilizar la segunda fase de Incahuasi como también la luz verde a la inversión en el bloque Azero, donde Gazprom es socio. Eso, entre otros varios temas.—Sí, definitivamente.

Usted mencionó el tema de la comisión binacional. ¿Cuándo harían la sesión?

No tenemos una fecha exacta. Por la situación de la pandemia, se frenó que podamos tener una mayor dinámica. Esperamos que eso pueda suceder en el transcurso de las próximas semanas.

¿En qué le gustaría aumentar las exportaciones de Bolivia a Rusia?

El mercado ruso es nuevo para Bolivia. Habíamos estado trabajando intensamente durante el 2019 para lograr la importación de carne y ahora estamos a pocos días de poder realizar una primera exportación para poder abrir el mercado ruso para la carne boliviana, y a través de esa vía inclusive para todo el mercado euroasiático. En lo inmediato se viene trabajando para poder abrir también mercado para la quinua y la chía que se han detectado que pueden ser productos con un importante potencial en el mercado ruso.

¿Cuándo sería la primera exportación de carne a Rusia?

Los detalles lo vamos a dar a conocer en las próximas semanas.

¿Cuándo podría comenzar el proyecto con Rusia para tecnología nuclear?

Según las conversaciones que se tienen adelantadas, se planteó la reactivación del proyecto para agosto de este año. Trabajamos en que el proyecto pueda ponerse en marcha y así tenerlo en actividades para 2023. Es importante apuntar que para este proyecto, la totalidad del personal es boliviano, aunque la tecnología sea rusa.

¿Están analizando que Arce pueda visitar Moscú o que Putin pueda visitar Bolivia?

Ambas posibilidades nos parecen importantes. Estamos a disposición para poder concretarlo. Estamos conscientes que de inmediato tenemos algunos inconvenientes por la pandemia, pero apenas lo podamos superar, es un asunto que vamos a trabajar para poder efectivizarlo.

Bolivia prevé recibir en marzo más de dos millones de vacunas contra el COVID-19, que se sumarán al medio millón de dosis con las que se inició la campaña de inmunización masiva, anunció el viernes 5 de marzo el viceministro de Comercio Exterior Benjamín Blanco. ¿Tienen alguna fecha estimada de cuándo podría llegar la vacuna Sputnik V y el mecanismo COVAX?

Tenemos algunas referencias de fechas. Pero somos muy cautos porque sabemos que hay algunos factores que pueden incidir para que se retrasen. Preferimos dar la noticia cuando ya tengamos la plena seguridad, cuando el cargamento esté en el avión rumbo a Bolivia.

¿Podrían hacer más acuerdos con Rusia por la pandemia? Por ejemplo, ¿le interesa la cooperación con Rusia en la construcción de hospitales y la importación de equipos médicos?

Estamos abiertos a todas las posibilidades. Buscamos las mejores opciones, no solamente en el escenario de la pandemia sino también en el desarrollo normal de sus actividades. La construcción del centro de tecnología nuclear, que no responde a la pandemia, es importante para Bolivia.

¿Cómo definiría la relación con China? ¿En qué temas pretenden ampliar la cooperación?

Nuestra relación con China es muy buena, positiva. Este buen momento nos permitió contar con la colaboración decidida y solidaria del Gobierno chino, que se tradujo en la posibilidad de contar con importantes donaciones de insumos para hacer frente a la pandemia y la provisión de vacunas.Estamos abiertos a poder trabajar en diferentes ámbitos, algo que nos interesa sobremanera es ver la posibilidad de lograr transferencia tecnológica. Entendemos que ese es nuestro reto para el futuro. Si nosotros no somos capaces de dar un salto tecnológico, podemos ser rezagados de la comunidad internacional. En ese marco, nuestro relacionamiento con China y Rusia puede ser muy importante.

¿Cuáles son los objetivos que busca Bolivia en su relación con EEUU?

Con EE.UU. buscamos algo que es muy sencillo y muy complicado al mismo tiempo: buscamos respeto mutuo, respeto a nuestra soberanía, que no exista injerencia en nuestros asuntos internos, sobre esa base podemos desarrollar un relacionamiento mucho más fructífero y positivo. Pero lastimosamente nos ha dado una prueba histórica de que eso para ellos es muy complicado. Tenemos la esperanza de que en este mundo que está cambiando, en el que hay una multipolaridad donde el rol de Rusia y China es fundamental, todo parece en movimiento en el escenario internacional, EE.U.U también redefina su línea de relación con Latinoamérica y con Bolivia.Nosotros tenemos la esperanza de que ocurra así, pero la experiencia histórica muestra que eso es muy difícil.

Argentina expresó en varias oportunidades su interés de que Bolivia pueda ingresar al Mercosur (Mercado Común del Sur). ¿Cuándo creen ustedes que Bolivia podría entrar al bloque?

Bolivia se encuentra en proceso de adhesión. Participamos en todos los órganos con derecho a voz, pero no a voto. El Mercosur es un esquema de integración intergubernamental, por lo que es necesario que los congresos de cada uno de los Estados miembros aprueben la adhesión. La adhesión de Bolivia ya fue aprobada por Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela. Falta Brasil. Si bien hemos tenido avances en eso, todavía no contamos con la aprobación del congreso brasileño. Por tanto, dependemos de los tiempos políticos en Brasil para que se pueda aprobar la adhesión de Bolivia. Tenemos la esperanza de tener avances en este 2021.

¿Cree que puede que sea necesario que cambie el Gobierno de Brasil para que se concrete la entrada de Bolivia al Mercosur?

Puede ser un factor importante, pero vamos a desplegar la acción diplomática necesaria para poder demostrar que la adhesión de Bolivia va a ser positiva para esta organización más allá del Gobierno que pudiera regir en Brasil.

Los gobiernos de Venezuela y Bolivia evaluaron el 28 de enero la cooperación multilateral y el reforzamiento de sus relaciones bilaterales. ¿En qué temas les gustaría aumentar las relaciones?

En el marco multilateral, Bolivia y Venezuela compartimos valores comunes como la promoción y defensa del derecho internacional, de los principios y propósitos de la carta de la ONU, en particular la autodeterminación de los pueblos, la paz. En ese sentido, coordinamos posiciones en distintos foros multilaterales. Luego de casi un año de suspensión de relaciones entre Bolivia y Venezuela, por definición del Gobierno de facto, se trabaja en reanudar varios proyectos de cooperación, en el ámbito político como comercial. Por ejemplo, protección y conservación de bienes de patrimonio cultural, natural, también en el tema académico, reconocimiento de certificados y diplomas. Además, tenemos programas de cooperación en materia de comunicación, turística, cultural e intercambio de las relaciones de nuestros pueblos indígenas.

¿Cuáles son los futuros planes de la Cancillería boliviana en la inserción internacional del país?

Lo que estamos buscando es volver a tener una presencia sólida y con identidad en el ámbito internacional. Algo que habíamos logrado con la presidencia de Evo Morales y que perdimos durante el nefasto período del Gobierno de facto. Esa presencia en el ámbito internacional la vinculamos a determinados temas específicos que nos preocupan y que esperamos expresar de forma clara en los foros multilaterales.Temas como derechos humanos. Para construir sociedades más justas se tiene que tener un respeto intransigente a los derechos humanos, no podemos tener un mundo justo cuando existe violencia contra la mujer. Además, debemos resguardar el derecho al agua como derecho humano. Existe el riesgo o la posibilidad real de que nos falte el agua.

Es tiempo de resguardar la paz mundial, advertimos que, en los últimos años en medio del proceso de reconstitución de las fuerzas en el escenario internacional, estamos a un paso de que se desboque una carrera armamentista, vemos que existe una tensión entre potencias, que puede provocar conflictos que podrían llevar a la humanidad a escenarios que no queremos. La historia nos ha mostrado que las tensiones que pueden expresarse en guerras comerciales pueden devenir en acciones bélicas. Este es un momento en que la paz mundial está en riesgo y no podemos dejar de advertirlo y de pedir a las potencias que tengan la madurez para evitarlo.También nos preocupa que nuestras democracias resultan amenazadas por las redes sociales. Creemos que a ese conflicto debemos ponerlo en el tapete de la discusión. Hay empresas que parecen tener más poder que los Estados, porque pueden tapar la voz de quienes no les gustan.La pandemia nos ha dejado con economías débiles y a muchos países con muchas deudas. Entonces creemos que debemos generar los escenarios para discutir sobre la condonación o reestructuración de la deuda para los países pobres. Para nosotros la economía debe servir a los seres humanos y no al revés.

Cortesía de Lucía Barrios Sputnik


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