Un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) ha medido por primera vez, de forma directa, los potentes vientos estratosféricos en Júpiter, según un comunicado publicado este jueves en su página web.
En 1994, el cometa Shoemaker-Levy 9 colisionó «de manera espectacular» contra el planeta gaseoso, lo que generó nuevas moléculas en su estratosfera, lugar donde han estado en movimiento con los vientos desde entonces.
Utilizando 42 de las 66 antenas de alta precisión de la instalación astronómica ALMA, situada en el desierto de Atacama, en Chile, los científicos han rastreado algunas de esas moléculas (cianuro de hidrógeno) para medir de manera directa los «chorros» estratosféricos de Júpiter.
Presencia de fuertes chorros
«El resultado más espectacular es la presencia de fuertes chorros, con velocidades de hasta 400 metros por segundo, que se encuentran bajo la aurora, cerca de los polos», explicó Thibault Cavalié, astrónomo del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos (Francia) que dirigió la investigación.
Los expertos señalan que esas velocidades, que equivalen a alrededor de 1.450 kilómetros por hora, representan más del doble de las velocidades máximas de tormenta alcanzadas en la Gran Mancha Roja de Júpiter y más del triple de la velocidad de viento medida en los mayores tornados registrados en la Tierra.
«Estos chorros podrían comportarse como un vórtice gigante con un diámetro de hasta cuatro veces el de la Tierra y unos 900 kilómetros de altura», indicó Bilal Benmahi, coautor del estudio. «Un vórtice de este tamaño sería una bestia meteorológica única en nuestro sistema solar», añadió.
«Verdadera sorpresa»
Hasta ahora, los astrónomos conocían los fuertes vientos presentes cerca de los polos de Júpiter, pero en la atmósfera superior. De hecho, se pensaba que esas corrientes disminuirían y desaparecerían antes de llegar a la estratosfera, pero, según Cavalié, «los nuevos datos de ALMA nos dicen lo contrario», lo que supone una «verdadera sorpresa».
Por otro lado, los científicos han confirmado por primera vez que existen fuertes vientos estratosféricos alrededor del ecuador de ese planeta, cuyas velocidades medias alcanzan aproximadamente 600 kilómetros por hora.
«Estos resultados de ALMA abren una nueva ventana para el estudio de las regiones de Júpiter con auroras, algo realmente inesperado hace tan solo unos meses», afirmó Cavalié.
Por su parte, Thomas Greathouse, científico del Instituto de Investigación Southwest (EE.UU.) y coautor de la investigación, aseguró que «también preparan el escenario para mediciones similares, pero más extensas, que realizará la misión JUICE y su instrumento de ondas submilimétricas».
Cortesía de RT
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