Este sábado, durante un nuevo reporte del Minsal, se confirmó que Chile ha llegado a un nuevo peak de contagios, el peor desde que se conociera el primer caso de COVID-19 en territorio nacional en marzo del 2020.
Contrario al exitismo manifestado por las autoridades en las semanas anteriores, en particular desde iniciado el programa de vacunación, por lo que el ministro Paris ya hablaba de «queda un pequeño tramo», las cifras muestran una realidad completamente distintas. A las críticas de expertos y expertas por el relajamiento de parte del Gobierno durante el verano, en donde se permitió vacacionar dentro y fuera del país, y además se permitió la apertura de gimnasios, cines, casinos, entre otros, con el fin de dinamizar la economía, hoy la realidad golpea duramente. Así, con un sistema de salud estresado y casi con copamiento total de camas críticas a lo largo del país, y una nuevas variantes del virus en circulación, el peak de contagios llega a su máximo, y preocupa la cantidad de gente en estado crítico, hoy en su mayoría gente joven, que era considerada hasta hace poco, como no población de riesgo.
Según lo reportado hoy, Chile llegó a los 7.084 casos (sumando ya 925.089 total), y se reportaron esta jornada 93 fallecidos en las últimas horas, lo que según las cifras del DEIS, Chile supera ya las 30 mil muertes por COVID-19.
Las alarmantes cifras, se dan en medio de las críticas que hiciera esta semana el Colegio de Médicos de Chile, quienes apuntaron a la responsabilidad del Gobierno en el errático manejo de la pandemia, y que además, no ha tomado en cuenta las recomendaciones hechas por expertos y expertas, además de incumplir acuerdos con el gremio de la salud. «Nos enfrentamos a un Gobierno indolente y maltratador con la comunidad médica«, afirmaron desde el Colegio Médico.
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A esto se suma a las críticas de otros gremios de la salud de la denominada «primera línea de la pandemia», donde también apuntaron sus dardos al gobierno, señalando que esta «segunda ola» es más compleja, debido en gran medida al estrés de la red de salud, que lleva un año combatiendo la pandemia, y al agotamiento del personal, frustrado por los incumplimientos y falta de insumos y protocolos claros.
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