El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha anunciado que «el objetivo» de su Ejecutivo «es que, una vez vencido el plazo del 9 de mayo, no sea necesario prorrogar más el estado de alarma», por lo que dentro de un mes decaería una norma que lleva en vigor desde el pasado 25 de octubre.
«Lo que queremos es que el 9 de mayo sea el punto y final al estado de alarma», reiteró el mandatario este martes en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Para lograrlo, remarcó que es necesario «vacunar, vacunar y vacunar».
Así, aprovechó para anunciar una aceleración de la estrategia de vacunación para lograr que el 70 % de la población española (33 millones de personas) esté vacunada a finales de agosto.
Según el mandatario, entre abril y junio está prevista la llegada a España de 38 millones de vacunas, lo que significa triplicar el ritmo de recepción de viales del primer trimestre del año. En total, el país tiene contratadas 87 millones de dosis entre abril y septiembre.
Sánchez espera que la campaña de inmunización tenga una clara repercusión en la reactivación económica: «La vacunación es la política económica más eficaz», sostuvo Sánchez, que auguró que España será una de las economías que más crecerán en 2021, con un aumento de hasta un 6,4 % del PIB, según la última estimación del FMI.
¿Qué medidas decaen con el estado de alarma?
El estado de alarma es el único instrumento jurídico que permite restricciones al derecho a la libre circulación, como los cierres perimetrales de territorios, los confinamientos totales o los toques de queda. Por lo tanto, a partir del 9 de mayo esas medidas ya no se podrán llevar a la práctica en el país.
Tras el fin del estado de alarma, el Consejo Interterritorial de Salud, donde están representados tanto el Ejecutivo central como los gobiernos de las comunidades autónomas, podrá adoptar las medidas que se consideren necesarias para continuar la lucha contra el virus, puesto que sus decisiones son de obligado cumplimiento, como ya ha avalado la Justicia.
Menos mascarillas
Este miércoles el Ministerio de Sanidad trasladará a los gobiernos regionales una corrección de la última norma sobre la obligatoriedad del uso de mascarillas, que había causado controversia en las últimas jornadas.
Desde el 31 de marzo la mascarilla es obligatoria en la vía pública y en todos los espacios al aire libre, incluso aunque se mantenga la distancia de seguridad con otras personas, lo que incluye su uso en playas, piscinas, el campo o cualquier otro espacio, incluso aunque no haya otras personas alrededor.
La rectificación que ahora propone Sanidad recoge que el uso de la mascarilla sea obligatorio en las playas, piscinas u otros espacios acuáticos cuando se esté paseando o en situaciones en que no haya distancia de seguridad, mientras que se excluye su imposición durante el baño, la práctica de deportes o en los periodos de descanso en un lugar fijo cuando se mantenga al menos la distancia de 1,5 metros con respecto a no convivientes.
Con información de RT
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