Un grupo de artistas conceptuales simpatizantes de la coalición “Va por México” realizó la mañana de ayer un happening alrededor del Zócalo de la Ciudad de Puebla, que actualmente se encuentra en obras de remodelación. Caracterizados con chalecos amarillos y azules, las y los artistas procedieron a intervenir un muro blanco con innovadoras obras gráficas que, a unas horas de viralizadas las fotografías, ya se encuentran marcando tendencia en varios rubros de la plástica contemporánea.
Pero… ¿Qué diablos es un happening?
«Mira, para ponértela fácil, un happening es un acontecimiento planeado que toma lugar en un entorno artístico”, explicó el artista Riestrapiña. ”No es como tal una representación teatral, sino más bien una circunstancia que planifica el artista y que va a involucrar la participación de los espectadores. Es como hackear la realidad, utilizando la acción como un virus. Imagínate que con una acción bien planeada generas una reacción en cadena a nivel social. Es un concepto padrísimo, muy interactivo, y cuando le metes elementos político-electorales puedes generar verdaderos tsunamis mediáticos con muy poquitos recursos, tanto materiales, como estéticos e intelectuales».
Como parte del happening, el artista Riestrapiña emitió un discurso en el que criticó la presencia de vehículos pesados y la incongruencia de gastarse casi 70 millones de pesos en la remodelación del Zócalo de Puebla, que hubieran podido ser mejor utilizados en las juntas auxiliares.
“La primera idea para un discurso como el que preparé para este happening la tuve en 2014, cuando el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas puso la primera piedra del Museo Internacional Barroco. Tenía la idea de rodear la piedra con un cinto como éste y pegarle algunos cartelitos como los que trajimos hoy. La misma inquietud me vino cuando el mismo gobernador comenzó a edificar el Centro de Integral de Servicios Río Atoyac, o cuando se aventó la remodelación del Estadio Cuahutémoc, porque ¡imagínate!, de invertir todo ese dinero en juntas auxiliares, lo que se hubiera podido lograr».
“¿Y por qué no lo hizo?”, preguntó un curioso.
“No lo sé”, respondió cabizbajo Riestrapiña. “Creo que en el fondo Rafael Moreno Valle Rosas no tenía mucho sentido de la experimentación artística, ni tampoco Facundo Rosas, ni el juez José Refugio Alejandro León Flores. Como que eran muy cuadrados esos cuates. Por otro lado, como decía Andy Warhol, las ideas artísticas hay que madurarlas para que cuando se materialicen, puedan resistir el paso del tiempo y el embate de la crítica. Sentía que debía prepararme mejor, estudiar a conciencia la historia del happening, para presentar una obra tan bien pensada como la que hoy estamos montando, ahora sí, contra un ayuntamiento autoritario”, concluyó con una sonrisa audaz.
«La marca de nuestro colectivo artístico es hacer mucho con poco», agregó la artista Xitlalic señalando los carteles adheridos al muro blanco. «Fíjate cómo con unos carteles y una cinta, te estamos tocando artes plásticas, instalación, intervención urbana, paisajismo y happening. El integrar tantas disciplinas en un acontecimiento aparentemente tan sencillo requiere un arduo trabajo previo de conceptualización. Como planteó en su momento Sol le Witt en sus enunciados sobre arte conceptual, la parte más importante de la obra es la planificación hasta el último detalle, al grado que su instrumentación material quede relegada a un mero trámite, a un epílogo casi innecesario en la trama del proceso artístico”, abundó la artista Xitlalic.
“Es la sacudida más fuerte que ha tenido la tipografía desde Stanley Morrison, si no es que desde Gutenberg”, comentó un empleado de una empresa cercana de fotocopias que hacía tiempo en el lugar mientras llegaba su hora de entrada. “La irrupción de partículas de color en segmentos de la “L”, la “U” y la “d” no solo dialoga con una determinada identidad tipográfica, sino que la desnuda y la denuncia”.
Por su parte, un experto en semántica lingüística que se encontraba entre el público, explicó: “Entre las obras que vi, llamó mi atención un cartel con la palabra CLAUsurado. La sutileza de la capitalización de las cuatro primeras letras, la doble lectura que se abre a partir de ese recurso tipográfico despierta un goce tan pleno tras su decodificación que no dudaría en llamar a aquel prodigio un criptolexema”.
A su vez, una profesora de gramática estructural que revisaba con ojo crítico aquellos carteles, llamó nuestra atención hacia un cartel donde se leía: “No había una mejor manera de invertir ¿ESE DINERO?”
“Miren ustedes qué belleza: en vez de registrar la apertura del signo de interrogación antes del “No” y construir una frase interrogativa continua, que hubiera planteado una lectura más gramatical y cómoda al entendimiento, quienes redactaron esa cláusula la partieron por el espinazo, dejando una sentencia fuera de la interrogación y una pregunta incomprensible al interior de los mencionados signos. Creo que estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo paradigma gramatical”, comentó la profesora, visiblemente conmocionada.
Personal de limpieza retira la instalación artística
Pocos minutos después del happening, personal de limpieza retiró los afiches y las cintas de la intervención artística en el muro que impide el acceso al Zócalo angelino. Al respecto, la artista Carito Bello Recuerdo, integrante del colectivo, comentó:
«Mira, que hagan lo que quieran. De cualquier modo, la naturaleza de este tipo de trabajo es efímera. Esto que están retirando es el producto, pero para nosotros como conceptualistas lo más importante es el proceso, nuestra transformación como sujetas y como artistas mientras desarrollamos toda la labor que hay detrás. Nada dura para siempre. Todo mundo creyó que el hospital de San Alejandro iba a durar para siempre y mira, Dios no lo quiso así y con un terremoto lo tiró. Por eso nosotros arrancamos esta serie de happenings ante las ruinas de ese hospital, como una forma artística de acreditar que toda infraestructura levantada por el cálculo humano es un acto de vanidad”, reflexionó.
Casas de subastas envían falsos pepenadores a recuperar la gráfica de la instalación
Elementos del servicio de limpia que retiraron las «cintas de clausura» y demás obra gráfica colocada por el colectivo artístico alrededor del Zócalo reportaron que fueron interceptados mientras empujaban los contenedores de basura por personas con el rostro cubierto por balaclavas Balenciaga, quienes tras presumirse como pepenadores de la Confederación Industrial de Industriales de Metales y Recicladoras (Conimer), sustrajeron por la fuerza la obra gráfica del interior de los contenedores e intentaron darse a la fuga.
Sin embargo, estos sujetos fueron detenidos a los pocos minutos por policías municipales, ante quienes se identificaron como personal de la casa de subastas Morton y consiguieron su libertad tras pocas horas. “Me sorprende que en esta ciudad de Puebla, a unas cuántas cuadras del Callejón de los Sapos, haya sido más peligroso hurtar una instalación callejera que hacernos con edictos del Primer Imperio Mexicano sustraídos al Archivo General de la Nación”, lamentó uno de estos representantes de Morton a su salida de la Fiscalía.
Las autoridades competentes se comprometieron a vigilar futuros happenings organizados por este colectivo artístico, en los que no descartan caracterizar como personal de limpia a elementos de la policía municipal y guardia nacional, y garantizar de esta forma que los residuos artísticos de “Va por México” reciban en el relleno sanitario el tratamiento que merecen.