Por Pedro Lazo y Cristóbal Mardónez
La importancia de tener una conciencia resiliente ante el cambio climático, ha llevado a las naciones a replantear seriamente las formas de hacer política, ya que la sobre explotación de nuestros recursos naturales ha sido promovida principalmente por el perverso sistema económico, lo cual, ha captado la atención de las nuevas generaciones de movimientos sociales, demostrando la capacidad de enfrentarse a estos poderes fácticos, defendiendo los derechos de nuestra madre naturaleza y los derechos de la humanidad.
Es por tal motivo que, en la comuna de Maipú, somos testigos del llamado por algunos como “el Milagro de Maipú”. Viviana Delgado Riquelme es activista, dirigente social desde casi 20 años, es una mujer formada bajo la dirigencia barrial, siendo parte importante del rescate y defensa de la Quebrada de la Plata de Rinconada, marcando un hito ecológico sin precedentes para el país y el mundo.
Ella no descansó y continuó su lucha, desarrollando un trabajo riguroso de seguimiento ambiental, donde articuló de manera exquisita un movimiento de fiscalización ciudadana ante proyectos de impacto ambiental que ingresaban a la comuna, cómo es el caso de La Curtiembre Riñihue, El Oleoducto de Sonacol, que transporta kerosene de avión por miles de kilómetros desde ENAP hasta el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, además, mediante carta, se atrevió a emplazar directamente al Presidente, por su nulo compromiso con el tratado de Escazú, que defiende la vida de los y las defensoras ambientales en Latinoamérica.
Por toda esta trayectoria de luchas socioambientales, Viviana Delgado se transforma en la candidata a Alcaldesa por la comuna de Maipú, siendo Independiente y acompañada por los movimientos socioambientales en el pacto ecologistas e independientes. La Alcaldesa del Pueblo, como le dicen en la calle, es la imagen de una luchadora que siempre ha estado defendiendo el medio ambiente y a su comuna de ser una zona de sacrificio para la Región Metropolitana de Santiago.
Hoy podríamos tener una alcaldesa de la población, que inclusive fue premiada recientemente por organizaciones de Alemania, alguien quien conozca las problemáticas y desafíos locales. Una dirigente que sigue defendiendo los derechos de nuestra madre naturaleza y nuestros derechos humanos y no de quienes defienden la “cocina”, marcada por el “acuerdo de paz” de Sebastian Piñera, favoreciendo los acuerdos de las élites políticas con la cobarde oposición.
La división político-social de quienes pactaron con el presidente, y quienes estuvieron desde el lado de la demanda ciudadana, puede demostrarse en Maipú, con candidaturas impuestas y derivadas de los partidos de este “establishment chileno”, y por otro lado tenemos a Viviana, como disidencia a pactos de poder, logrando reunir a un sector social, cultural y ecologista que se identifica con la demanda histórica iniciada en octubre del 2019, en nuestro país.