Por Lorena Vázquez
Este día pasará a la posteridad en la historia de Puebla, porque el Segundo Tribunal Unitario con sede en Cancún, Quintana Roo, negó un amparo al empresario textilero Kamel Nacif, contra la orden de aprehensión en su contra.
Autoridades acusan al empresario libanés por presunta responsabilidad, en diciembre de 2005, en el delito de tortura contra la periodista mexicana, Lydia Cacho. Ella vivió una pesadilla tras haber dado a conocer una red de pederastia, en su libro “Los demonios del Edén”.
El magistrado federal rechazó darle la protección de la justicia a Kamel Nacif; argumentó que no hay elementos suficientes para considerar, hasta el momento, vulneración a sus derechos fundamentales.
Recordemos que el empresario huyó a Líbano, de donde es originario; cuando en abril de 2019 un tribunal unitario de Quintana Roo libró orden de aprehensión en su contra, y también contra el exgobernador de Puebla, Mario Marín, Adolfo Karam, y de Julián Sánchez Moreno; exjefes de la policía local y de mandamientos judiciales de la Procuraduría estatal; respectivamente, por el delito de tortura.
Justicia a domicilio para Kamel Nacif
El empresario Kamel Nacif, también llamado “Rey de la Mezclilla”, fue detenido por autoridades libanesas, y fue llevado ante un juez por el delito que se le imputa en México; aunque logró una fianza y goza de libertad, mientras se desarrolla el proceso.
Sin embargo, Nacif sí será enjuiciado, pero en Líbano, por el delito de tortura con base a sus leyes. Allá tendrán que litigar los representantes del gobierno mexicano, porque no hay tratado de extradición con esa nación.
Las clamadas detenciones
Fue el pasado 3 de febrero de 2021, cuando elementos de la Policía Federal Ministerial de la Fiscalía General de la República (FGR) detuvieron en el puerto de Acapulco al exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres.
El exmandatario poblano fue trasladado al Centro de Justicia Penal Federal de Quintana Roo, en Cancún, donde fue puesto a disposición de un juez de control, quien lo vinculó a proceso. Actualmente está privado de la libertad en esa entidad.
¿Cómo surge el caso Lydia Cacho?
Fue el 16 de diciembre del 2005, cuando la periodista Lydia Cacho fue detenida. Se le acusó de difamación y calumnias, tras publicar su libro “Los Demonios del Edén”, que denunció la existencia de una red de pederastia, encabezada por el empresario Jean Succar Kuri, y también menciona el nombre de Kamel Nacif.
Lydia Cacho fue detenida en Quintana Roo, luego la llevaron a Puebla, vía terrestre. Contó que en el trayecto fue torturada psicológicamente por los oficiales, quienes amenazaban con abusar de ella sexualmente.
Mencionó que cuando llegaron a Puebla, el trámite de su propuesta fue lento y tortuoso; además, la encerraron en un “calabozo inmundo” y le tomaron fotos desnuda.
El 17 de diciembre salió libre a las 15:00 horas, pero primero debió pagar una fianza de 70 mil pesos en efectivo.
«Lo que se orquestó fue una orden de aprehensión artificial para tener la posibilidad de infringirme el mayor castigo posible; una especie de vendetta por haberme atrevido a hablar de los poderosos. El traslado, el despliegue desproporcionado de recursos policíacos, la tortura física y psicológica y el típico sabadazo que intentaban aplicarme formaron parte de una maquinación que solo puede explicarse por la ‘compra’ de la justicia por un particular”
Lydia Cacho
Periodista mexicana
Las “preciosas grabaciones” que horrorizaron a Puebla
El 14 de febrero del 2006 se hicieron públicas unas grabaciones telefónicas entre Kamel Nacif y Mario Marín, las cuales comprobaban la confabulación entre ambos para la detención de Lydia Cacho.
Las grabaciones exhiben al exgobernador poblano y Kamel Nacif hablando sobre su venganza contra la periodista.
En el audio se escucha al empresario decirle a Marín “mi góber, tú eres el héroe de esta película, papá”. Y agregó que para agradecerle le iba a enviar “una botella bellísima de buen coñac”.
El caso lydiagate fue llevado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y el ministro Juan Silva Meza, redactó un documento relatando los ataques contra la periodista, pero el caso fue desechado el 29 de noviembre de 2007; algunos ministros concluyeron que «no existió una violación grave a sus garantías individuales».
Tarde, pero llegó la justicia
Lydia Cacho decidió seguir hasta las últimas consecuencias y en 2009 contrademandó por tortura. Hasta diciembre de 2014 fue detenido el excomandante de la Policía Ministerial en Puebla, José Montaño Quiroz, por actos de tortura en contra de la periodista. Fue sentenciado a cinco años de cárcel en 2017.
Alejandro Rocha, agente ministerial fue detenido por actos de tortura en diciembre de 2018
El gobierno federal emitió una disculpa pública a la periodista, el 10 de enero del 2019, luego que el Comité de Derechos Humanos, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encontrara que “su detención fue punitiva y arbitraria”.
En ese fallo se determinó también que el Estado debía procesar, juzgar y castigar a los responsables.
Finalmente, el 11 de marzo, la magistrada María Elena Suárez, titular del Primer Tribunal Unitario de Quintana Roo, emitió la orden de aprehensión en contra de Mario Marín y Kamel Nacif.