El Presidente de Brasil muestra a la opinión pública sus manos untadas en petróleo en señal de “progreso y riqueza”; La Presidenta de Argentina es la portavoz de Transnacionales Mineras y entrega los bienes naturales de su País; El Presidente de Venezuela expandiendo petroleras y mineras; / Industrias extractivas y energéticas están haciendo mella a Pueblos y al Planeta/ Prácticamente ninguno de los gobernantes están entrando en razón, mientras surge con mayor fuerza la resistencia en la Región frente a abusos y atropellos / Neoliberalismo y seudos socialismos ¡UNÍOS! / La Presidenta de Chile dando luz verde a mineras, forestales, celulosas, hidroeléctricas, como parte del eje del “mal” (Más Colombia y Perú) / Y Bloque de los denominados Gobiernos “Progresistas” contagiados con el maligno neo capitalismo.
El Capitalismo ha sido uno de los grandes males que le ha podido ocurrir a la Humanidad y al Planeta. La génesis de la explotación y sobre explotación, cuya esencia se encuentra en la expansión de las industrias extractivas y energéticas; El camino al abismo y a la locura esquizofrénica. El origen del debacle mundial, de las crisis y del calentamiento global. Un Virus asumido y arraigado en todas las ideologías tradicionales de occidente.
La extracción de bienes naturales como mineras, petróleo o monocultivos industriales, reemplazando tierras cultivables o de bosques nativos; Papeleras o Celulosas; y la expansión de las represas hidroeléctricas para dotar de energía a las mismas mineras, petroleras o celulosas, y a la especulación frente a la crisis de agua dulce que viene, son el reflejo de un continente planificado a la medida del neo capitalismo, sin fronteras, como el Plan Puebla Panamá para centro América y la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana IIRSA, las que siguen avanzando, sin importar el color ideológico ni los nacionalismos con que se tiñen gobernantes y “Gobernados”, solo cambia la forma de su administración.
Los dos bloques: Capitalismo Estatal y Capitalismo Neoliberal
El mundo occidental se ha distribuido en dos bloques frente al fomento de las industrias extractivas y energéticas. En un capitalismo estatal y otro neoliberal. La región es un fiel reflejo de ello, donde prevalece el neoliberalismo, con un bloque ultra neoliberalista como son Colombia, Perú y Chile, este último, desde los 70 y 80 es la cuna del modelo en la región, el laboratorio del imperialismo y uno de los principales indicadores en la actual crisis capitalista en el occidente.
En los casos de Colombia y Perú se instaló planificadamente desde los 90 en adelante el nefasto modelo ultra neoliberal al interior de los estados con el directo involucramiento de Estados Unidos, particularmente durante la administración de Busch, a costa de la matanza y desplazamiento de poblaciones, tal cual como ha ocurrido en diversos países del continente, donde “el terrorismo” y la protesta han servido de excusa para la eliminación de “focos sociales peligrosos”. Cabe preguntarse ¿Cuántas Corporaciones económicas estaban detrás de todo eso? Son formas de nuevos genocidios, colonialismos y saqueos y lucro desproporcionado de transnacionales en desmedro de inmensas mayorías.
Esta realidad, además de atentar contra bienes comunes, soberanías de los Pueblos y economías locales; Además de estar escoltada por acciones estatales represivas y brutales, de criminalización, judicialización y persecución política contra la protesta de personas u organizaciones que son vistas como “enemigos internos”, también, junto con la contaminación social causada, incrementan un enorme daño al medio ambiente. Todas estas actividades de industrias que intentan expandir, causan severos impactos.
Paradójicamente, Gobiernos que se dicen socialistas, de izquierda o progresistas, como el de Uruguay, Paraguay, Venezuela, Argentina, o el propio Chile, han asumido un camino de un profundo capitalismo expansivo y sobre explotador, en mayor o menor grado, como el extremo que tiene Chile, absolutamente neoliberal; o bien, el de Venezuela con procesos de nacionalización para la intervención directa del estado en los extractivos de bienes naturales.
En la mayoría de estos países, el tener este tipo de Gobiernos ha sido el mejor de los beneficios que pueden tener las grandes Corporaciones Económicas. El País se maquilla de progresista, se contiene en gran medida el reclamo social, se come y bebe “socialismos” y “justicia social”, mientras continúa avanzando el neoliberalismo y sus industrias, hoy en una severa crisis, pero los gobernantes no son capaces de reformularse, por el contrario, torpemente se someten y promueven su expansión.
Hace algún tiempo, un venezolano pro Gobierno de Chávez, en un Foro sobre industrias extractivas realizado en Bogotá, señalaba “El Petróleo es una bendición que permite financiar la Revolución Bolivariana. Es salud, educación, trabajo y bienestar para el Pueblo”. Un indígena de Bolivia en el mismo encuentro decía “Es la sangre de la Pachamama, que al extraerla y explotarla contamina, causa codicias y avaricias, destruye nuestras subsistencias tradicionales, nuestra espiritualidad y nos desplaza desde donde habitamos”
El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, con sus manos untadas en crudo en señal de “progreso”, manifestó recientemente su interés por aumentar la exploración y explotación de yacimientos de petróleo a través de la empresa estatal Petrobrás “Cuánto más petróleo, mejor”, señaló. Por su parte, su par, la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, ante la ofensiva de la transnacional Minera Barrick Gold por explotar un mineral en la cordillera con un proyecto “Bi estatal”, junto con posibilitar el anunció oficial de la empresa en la misma casa rosada del inicio de sus actividades, señalaba: «la minería no es una cuestión menor, sino que es algo trascendente» También confirmó que los países desarrollados agotaron sus recursos y los obtendrán de “nosotros”.
El Presidente de Venezuela Hugo Chávez, junto con iniciar un proceso de nacionalización de firmas petroleras, anunció una fuerte ofensiva en el aumento de explotación petrolera en dicho País con nuevos acuerdos comerciales con diferentes Países. Su par, la Presidenta de Chile, junto con dar luz verde al proyecto minero de Barrick Gold, se comprometió a poner a disposición el aparato público estatal a favor de grupos económicos para el aumento de la expansión industrial de monocultivos forestales de especies exóticas y de salmones luego de un extremo saqueo; y sigue siendo promotora en la expansión de proyectos de represas hidroeléctricas y de celulosa, paradójicamente, a favor de grupos económicos que en su mayoría han sido pro golpistas en este País y con enormes fortunas que encabezan listados en Latinoamérica, como Angelini, Luksic y grupo Matte.
Justamente, ante las alabanzas que el ex Presidente de Cuba Fidel Castro hiciere a la industria salmonera y forestal en Chile, post reunión con la Presidenta de Chile Bachelet organizaciones Mapuches y ambientales señalaban a fines de febrero 2009 en una carta abierta «Emplazamos a los Gobiernos que han asumido en sus discursos ideales revolucionarios, a la consecuencia, a la renovación de sus dogmas, a la construcción de verdaderos socialismos, donde los Derechos sean lo primero y las soberanías recaigan en los Pueblos y no en las empresas capitalistas ni en los Estados de manera totalitaria». Agregaban, en consideración a las actividades industriales en Chile: “Por lo señalado, mantenemos una profunda crítica ante los impactos que este tipo de modelo y políticas han venido generado a los diversos territorios y habitantes en Chile, los ecosistemas y los bienes naturales. Asimismo, con conciencia social, actuamos por la defensa y recuperación de los derechos colectivos de los Pueblos”
Industrias extractivas y calentamiento Global: ¿Qué pasa con la Madre Tierra, La Pachamama o la también llamada Ñuke Mapu?
El calentamiento global comienza con la era del petróleo, desde mediados del siglo 19 y con mayores y graves impactos hasta nuestros días, como consecuencia de la desmedida emisión de gases causadas principalmente por fábricas, transporte, refinerías, fundiciones, procesos hidrocarburíferos, plantas, centrales, entre otros.
Dichos gases se han instalado como cortina en la atmósfera perdiendo ésta sus capacidades filtrantes. Esta situación provoca que los rayos solares que entran al planeta no puedan tener el retorno normal para ser reflejadas en el espacio, varios de los cuales siendo nocivos para la vida, se devuelven al planeta. Rayos que entran y no salen, calentando más de lo necesario a la Tierra, lo que provoca grandes transformaciones físicas, como el derretimiento de los polos y la consecuente subida del nivel del mar; Y la disminución de hielos y nieves en las zonas cordilleranas que crean las fuentes de agua dulce.
El agua cada vez se hace más escasa y en esos cursos se están instalando innumerables proyectos de represas hidroeléctricas, que no solo buscan proveer energía, sino verdaderas especulaciones para nuevos gananciales de privados.
Las industrias extractivas como las petroleras y mineras, la forestal-celulosa, están causando serios desequilibrios y agudizan los embates del cambio climático y de paso, generan desechos tóxicos y contaminación que en su mayoría los reciben sectores sociales vulnerables en sus derechos, como sucede con las Comunidades indígenas en diversas zonas rurales.
A causa de la industria de celulosa – papelera, Chile está hipotecando su soberanía y seguridad alimentaria y de biodiversidad, pretendiendo botar desechos tóxicos al mar, cuyo impacto causará graves daños a lo menos en dos regiones del País. En la amazonía del Perú, como ejemplo, bajo la promoción de un gobierno corrupto (petro audios), ultra neoliberal y racista, más de 20 empresas transnacionales se disputan la exploración y explotación hidrocarburífera en lotes petroleros cuya extensión alcanza las 55.000.000 hectáreas (75 % de su extensión en el Perú) por sobre tierras de Comunidades indígenas, reservas y espacios de indígenas en aislamiento voluntario. Ya han existido casos de grave contaminación (Pluspetrol), como el río corrientes en Iquitos, con verdaderos genocidios a indígenas, tal cual ha ocurrido en diferentes países, como el de Ecuador y la contaminación de Texáco; y el de Argentina, en Loma de la lata, con la contaminación de Repsol YPF.
Casos similares a causado la industria minera, muchas veces contaminando el agua con el mismísimo cianuro y causando verdaderas sequías por su uso desmedido, dejando en el más absoluto desamparo a vastas poblaciones; O el de las dioxinas emitidas por la industria de celulosa – papelería, vinculada a la industria Forestal con sus enormes plantaciones de monocultivos de agua de especies exóticas, las que se han convertido en verdaderas bombas succionadoras del agua. En efecto, en las diferentes zonas donde se concentran, se han convertido en desiertos, agregando a esto, el reemplazo que se viene haciendo de tierras útiles para el bosque nativo, la agricultura o ganadería.
Transgénicos en plantas, árboles y alimentos; industria de la carne sin ningún respeto a seres vivientes, bajo una soberbia de que todo es posible controlar porque “estamos hechos a imagen y semejanza divina”, Bio combustibles, experimentos bacteriológicos, son prácticas que no tan solo están arrojando secuelas al medio ambiente, sino a los propios humanos. Las enfermedades del “Apocalipsis neoliberalista”, tienen su origen en este tipo de actividades. El virus porcino, aviar, el asiático, el de la vaca loca, son resultado de ello.
A pesar que a nivel mundial sectores privados, gubernamentales, científicos, coinciden en que el calentamiento global y su consecuencia: El cambio climático, son situaciones de suma gravedad y de inmediata atención, el capitalismo industrial, principal responsable del debacle del planeta, no se está cambiando, por el contrario, se está expandiendo e imponiendo por la fuerza
¿Un tercer Bloque se construye y/o se levanta?……. “Se viene el estallido”…”Atrévete-te-te-te”
Aún no hay ninguna revolución profunda en occidente. Sin embargo, puede que Ernesto Guevara haya tenido razón en haber apostado por Bolivia, hecho que le costó la vida. En reiteradas ocasiones se ha celebrado el proceso transformador que se está viviendo en Bolivia bajo la conducción que simboliza Evo Morales. Se ha entendido que por primera vez en la historia de este continente, se está poniendo fin a un Estado colonialista, racista, excluyente, unicentrista, oligárquico, capitalista, para dar paso a las autonomías y soberanías de los Pueblos, a sus Derechos Humanos colectivos, a la libredeterminación, bajo la estructura de un Estado Plurinacional y Pluricultural. Aparentemente, es el camino de una idea profunda revolucionaria, que sin embargo, se encuentra aún en una isla, en medio de profundos capitalismos y depredadoras industrias. En Bolivia, no tan solo se le está poniendo algunos límites a las formas de explotación petrolera o minera, sino también, se está priorizando las economías locales, la diversidad y la soberanía alimentaria de sus pueblos.
Mientras, en los otros estados, los Pueblos asumen la desobediencia civil, la rebelión, la insurgencia, como actos legítimos y PACÍFICOS de defensa, de protesta social, de ejercicio de participación y autogobierno y que son parte de los Derechos colectivos, los que, por la coyuntura, se hacen absolutamente necesarios emprenderlos o fortalecerlos, y que se hacen más vigentes frente a los abusos, atropellos, discriminación y arbitrariedad estatal. Estos actos, no son lo mismo que terrorismo o actos violentos como han tratado de “situarlos”. Las armas, los montajes, las planificaciones de inteligencia, las militarizaciones, las persecuciones, han venido siempre desde los poderes fácticos de los estados. Intentar responder con la misma moneda, es lanzarse a un barranco y nutrir las estrategias del poder coercitivo; y de paso, permitir que sigan reprimiendo o interviniendo a las fuerzas sociales.
Es cierto que existe una violenta ofensiva capitalista, pero también, es cierto que se están intensificando las resistencias. A pesar del escenario desesperado que muestran ciertos gobiernos y Corporaciones, sigue triunfante la dignidad y la decencia. Sigue vigorosa la conciencia y el accionar de quienes se esmeran en defender los Derechos colectivos de los Pueblos frente a estados corrompidos por las transnacionales o seudos o falsas izquierdas.
La lucha para frenar los proyectos de inversión pública o privada de industrias extractivas o energéticas, no es tan solo una lucha por derechos o medio ambiente, es a su vez, un aporte a la transformación del dañino modelo económico imperante y de contribuir eficazmente a su caída.
Se hace fundamental entonces, que en medio de esta denominada crisis capitalista, que agrupa e impacta a izquierdas tradicionales, centros y derechas, agrupados y distribuidos en dos bloques, surjan las fuerzas sociales con su diversidad de propuestas y alternativas con relación a formas de organización social y política, economías, tipos de energías y un cambio radical de trato con la naturaleza, donde, con firmeza, se diga y se asuma que es mejor que el crudo y los minerales queden en el suelo. La suma de todo esto sería la construcción de una verdadera y auténtica revolución, la que podría denominarse como “El tercer Bloque”, el de los Pueblos, el de las soberanías populares, el que es capaz de abrir las fronteras no para el capitalismo, sino para la integración y la solidaridad. Se hace urgente y necesario construirlo y quizás ni siquiera sea necesario inventar, sino más bien recuperar. Existe mucha sabiduría en la memoria de los Pueblos.
Por Alfredo Seguel, Comunicador, integrante del colectivo editorial de Mapuexpress y de redes Mapuche y socio ambientales.