La Policía Civil de Río de Janeiro confirmó este viernes 7 de mayo que aumentó a 28 el número de víctimas fatales tras la operación más letal realizada en una favela del norte de la ciudad.
En un principio, se informó sobre el fallecimiento de 24 civiles y un agente policial. No obstante, la Policía Civil confirmó que el saldo de muertos ascendió a 28, después de que se contabilizaron otras tres víctimas que perdieron la vida en distintos hospitales en donde fueron trasladadas para recibir atención médica, según recogieron medios locales.
El secretario de la Policía Civil de Río de Janeiro, Allan Turnowski, afirmó en entrevista con el programa Brasil Urgente que la operación en la favela Jacarezinho fue resultado de una investigación que duró diez meses, y permitió identificar los sitios en donde viven los líderes criminales, así como los lugares en donde resguardan las drogas y las armas.
Por su parte, el gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, afirmó este viernes que la intervención en Jacarezinho fue el resultado del cumplimiento de «decenas de órdenes expedidas por la Justicia».
El pasado jueves 6 de mayo, se realizó una operación policial contra presuntos narcotraficantes en Jacarezinho, una favela en la zona norte de la ciudad en donde residen unas 38.000 personas y que está controlada por el «Comando Vermelho», una de las mayores organizaciones de narcotraficantes del país.
Pese a que se dijo que el número tan alto de víctimas fue resultado únicamente de un enfrentamiento entre narcotraficantes y policías, el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal (STF), señaló este viernes que los hechos ocurridos «parecen graves» y que «hay indicios de actos que, en teoría, podrían constituir una ejecución arbitraria«.
Según un estudio publicado por Geni, un grupo de investigación de la Universidad Federal Fluminense, entre junio de 2020 y febrero de 2021, la Policía mató a 685 personas en este estado. El 85 % de las muertes ocurrieron en la zona metropolitana de Río de Janeiro.
En este contexto, desde la oficina de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigieron una investigación «independiente» e «imparcial».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación porque tuvieron conocimiento de que algunas víctimas del operativo tenían «características que presuntamente podrían indicar ejecución extrajudicial«.
Además, la CIDH denunció este viernes que las fuerzas de seguridad hicieron un «uso excesivo de la fuerza contra residentes de la favela» y que «sus moradas fueron invadidas sin orden judicial», según la información recogida por el organismo.
Por otra parte, la actuación policial fue fuertemente criticada porque el Supremo Tribunal había ordenado la prohibición de las redadas en el marco de la pandemia, una resolución que no fue acatada.
Fuente: RT.