Cientos de personas improvisaron un velatorio en el lugar donde se accidentó el metro de la línea 12 de Ciudad de México, en honor a las 26 víctimas que dejó la peor tragedia que se recuerda en la capital desde el terremoto de 2017, reseñó la agencia EFE.
«Cuando uno se va, quiere una lucecita para que los alumbre. Siempre vamos a estar recordándolos», dijo Leticia, una afligida vecina de 70 años que vive apenas a unos metros de la zona cero.
Al atardecer de este viernes, vecinos de la zona se acercaron poco a poco ante la puerta de la estación Olivos de la línea 12, que permanece cerrada, para depositar velas en honor a las víctimas del accidente, el cual también dejó 88 heridos, 33 de los cuales siguen en el hospital.
Asimismo, frente al lugar de la tragedia, donde todavía permanecen los escombros y un tramo de vía colgando, vecinos improvisaron un altar en el que además de veladoras dejaron globos en recuerdo a Giovanny, el único menor fallecido.
«Mucha gente decía que se iba a caer, tantas voces decían que se iba a caer y se cayó. Mal hecho, estuvo muy mal hecho», lamentó Leticia justo antes de improvisar una misa seguida por varias decenas de personas.
La llamada línea dorada fue inaugurada en 2012 por el entonces alcalde y actual canciller, Marcelo Ebrard, para conectar los barrios populares del sur con el centro de la capital. Cada día la usaban 220.000 pasajeros, pero estuvo rodeada de polémica desde el principio, puesto que costó más de lo previsto y su servicio tuvo que suspenderse entre 2014 y 2015 por numerosas fallas.
Rodrigo, un joven de 25 años que llegó al lugar a depositar flores, siente muy de cerca la tragedia puesto que no le quedaba otro remedio que tomar cada día esa línea para ir al trabajo a pesar de que «estaba mal desde el principio» y hacía «un sonido horrible» en las curvas.
«Vine a darles un símbolo de respeto, de solidaridad porque a lo mejor no hubieran sido ellos, a lo mejor hubiéramos sido uno de nosotros», expresó.
No fue un accidente
Cerca del velatorio un centenar de personas recorrieron caminando o en bicicleta parte de la avenida Tláhuac, a través de la cual pasa el puente de la línea 12.
Bajo la consigna «No fue un accidente, fue negligencia», avanzaron por seis paradas de la línea levantando rosas blancas, aunque entrada la noche un fuerte dispositivo policial les impidió llegar al lugar del accidente.
«Se me hace una negligencia porque la obra no está bien. Necesitan revisarla bien para que no vuelva a suceder lo mismo», contó María Enriqueta con un cirio encendido en la mano.
Como ella, el 82,7 % de los mexicanos considera que la tragedia del metro fue por una «negligencia» de las autoridades, según un sondeo de la firma Gabinete de Comunicación Estratégica.
Muchos vecinos habían denunciado que la estructura estaba dañada por el potente terremoto que azotó la capital el 19 de septiembre de 2017.
La tragedia ocurrió el lunes por la noche cuando cedió una viga de un puente elevado de la línea 12, entre la estaciones Olivos y Tezonco, en el sureste de la capital, provocando la caída de un tren con pasajeros que quedó encallado en forma de «V».
Durante muchas horas, familiares de las víctimas tuvieron que emprender un largo peregrinaje por las ruinas y los hospitales de la zona hasta encontrar a sus seres queridos en la morgue de la Fiscalía.
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