Vladimir Putin advirtió a sus rivales geopolíticos que el Estado ruso defenderá «de forma firme» sus «intereses nacionales», y proveerá «la seguridad» de su pueblo.
El líder del Kremlin hizo tal advertencia minutos antes de la celebración del Nuevo Día de la Victoria, festividad anual en la que Rusia conmemora el triunfo sobre la Alemania nazi, reseñó el portal El Periódico.
Con sus palabras el líder ruso alude a EE.UU. y a la Unión Europea a quienes acusa veladamente de intentar reescribir la historia y reavivar las ideologías excluyentes del siglo pasado mediante la «rusofobia».
Más de 12.000 militares, casi 200 tanques y vehículos blindados y ocho decenas de aviones desfilaron por los negros adoquines y sobrevolaran los cielos cubiertos de nubes de la plaza Roja, durante la celebración.
En un discurso de marcado tono militarista, como viene siendo habitual en los últimos años en esta fecha tan señalada en el calendario ruso, el presidente Putin sacó pecho de la potencia del Ejército ruso, al que ha atribuido la función de garante de la soberanía de su país frente a un Occidente que percibe agresivo.
«La garantía de todo esto es el valor de las Fuerzas Armadas de Rusia, herederas de los soldados de la Victoria», subrayó.
En la parada militar, fueron mostrados, entre otros ingenios militares, bombarderos estratégicos Tupolev Tu-160, cazas de combate Sujói Su-35S, misiles balísticos ultrasónicos Kinzhal adheridos a cazas MiG-31K, además de columnas mecanizadas de tanques y vehículos blindados.
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