Desde hace muchos años que el medio ambiente no ha sido una preocupación o una materia relevante dentro de la institucionalidad. Bien lo sabemos a partir de la insistencia del gobierno en aprobar el TPP11, tratado internacional que pone en riesgo la soberanía de nuestro territorio e impacta gravemente los ecosistemas, protegiendo los negocios extractivos de grandes corporaciones. Esa es la señal que nos presenta el gobierno y es la misma señal que se replica a nivel local.
Si bien la Alcaldía Ciudadana logró incluir dos ejes que dicen relación con esta materia en el PLADECO recién aprobado, en la práctica podemos ver muy pocos avances. Y es que la UDI también le hace mal al medio ambiente. Actualmente la encargada del Departamento de Medio Ambiente (DMA) del municipio es una funcionaria de planta que ingresó en la primera administración del UDI Castro y que está ahí solo entorpeciendo los avances medioambientales en la comuna.
Hemos escuchado por mucho tiempo al actual concejo municipal hablar sobre la fiscalización como un eje central del quehacer de las concejalías, sin embargo no se ha visto interés en fiscalizar la escasa labor de este departamento municipal.
Es evidente como se han incrementado las necesidades durante la pandemia y las necesidades ambientales no se quedaron atrás; muy por el contrario, se hicieron más presentes y más sentidas, pues en etapa de confinamiento indudablemente los residuos domiciliarios aumentaron y por tanto la necesidad de reciclar también, pero el DMA en vez de ser un aporte ante la situación, decidió sacar las jaulas de pet de la ciudad y dejarlas en desuso arrumbadas en el Parque Quebrada Verde, donde han permanecido deteriorándose y generando malestar dentro de la comunidad que hoy en día demanda poder reciclar.
Otro ejemplo concreto es la cantidad de medicamentos veterinarios que se vencen en estantes y bodegas bajo la administración de este mismo departamento o la nula relación con los recicladores de base, quienes forman parte de la cadena de valor de la limpieza y el reciclaje en la comuna.
Desde esta candidatura a la concejalía hemos insistido en que el tema ambiental debe ser una prioridad en el próximo gobierno local. Hemos insistido en que la lucha ambiental es la lucha del siglo XXI y que debemos tomar medidas en los distintos niveles del estado. No nos olvidemos que hoy estamos frente a una crisis planetaria y tal como indica el último informe de la ONU esta crisis está compuesta no solo por la crisis climática, sino que también por la crisis de la polución y la crisis de la pérdida de biodiversidad, por lo cual se hace necesario recuperar estos espacios para enfrentar dicha situación.
Poner en prioridad al medio ambiente significa considerar sus temáticas de manera transversal, es decir, si hablamos de barrios, debemos hablar de medio ambiente, si hablamos de salud, desarrollo económico, educación, de patrimonio, de turismo, de cualquier temática o proyecto, debemos considerar las variables ambientales. Poner en prioridad al medio ambiente, también significa otorgar los recursos suficientes para responder a las necesidades ambientales del siglo XX1, que son las necesidades que la misma comunidad está demandando. Mayor y mejor cobertura de áreas verdes, protección, recuperación y restauración de las quebradas y zonas de alto valor ecológico, el reciclaje, la protección de los esteros, la educación e incorporación de una cultura medio ambiental, el respeto por los animales no humanos, son solo algunos de los temas que son necesarios relevar y atender.
Por todo lo anterior, es que desde esta concejalía trabajaremos fuertemente para crear la Dirección de Medio Ambiente. Estamos convencidos que es la forma más concreta de llevar al medio ambiente a un mayor nivel político y a un mayor nivel de toma de decisiones. Actualmente, en el organigrama municipal el DMA se encuentra bajo la Dirección de Operaciones, dirección que centra sus prioridades en dar respuestas en torno a la operatividad de recursos y no trabaja bajo una visión y ejecución de políticas medio ambientales, por tanto el DMA debe “competir” frente a otras prioridades igual de sentidas como son accesibilidad de escaleras, mejoras en la vía publica, coordinaciones de bateas entre otras, que diluyen e invisibilizan las demandas y necesidades, tanto de recursos, como de acciones que se deben cubrir en materia medioambiental y que se encuentran consagradas en la ley orgánica de municipalidades. Es por esto que es necesario contar con una mayor robustez dentro del organigrama municipal que visibilice, ponga en valor y genere las condiciones para cumplir las necesidades que crecen día a día.
Como dirigenta y activista socio ambiental me pongo a disposición de este proceso eleccionario, disputando la Concejalía de Valparaíso, para que nunca más el medio ambiente quede en un lugar secundario, e instamos a toda la comunidad a que pongamos el ecologismo y la conciencia ambiental como factor principal a la hora de ir a votar, porque el cuidado y la protección del medio ambiente también debe ser una costumbre.