A lo largo de la historia el modelo capitalista a presentado contradicciones y profundas desigualdades sociales en la relación capita- trabajo y naturaleza.
En la actualidad, el capitalismo está evidenciando una vez más sus problemas estructurales, los procesos de acumulación de carácter extractivista están cruzando el límite de capacidad que tiene la naturaleza para regenerarse a sí misma, para la reproducción de la vida, negando la posibilidad de que la humanidad o toda forma de vida pueda seguir su curso.
Los informes del Panel Intergubenamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) son lapidarios; bajo la actual forma de producción y consumo, las emisiones de gases de efectos invernadero han provocado que las temperaturas promedio a nivel global cada vez sean más altas.
Así mismo, el estudio del IPCC señala que si se llega a superar los 2.0 grados celcius promedio a nivel planetario, habrán ecosistemas que estarían sin ninguna capacidad de poder reproducirse. Por lo tanto, las formas de vida complejas que habitan esos ecosistemas no podrán continuar viviendo, incluyendo entre estos a les seres humanos.
Es por todo lo anterior que abogamos por una constitución de carácter ecológica, que ponga dentro de sus pilares la restauración ecosistémica, que tienda a construir una transición energética que permita realmente enfriar el planeta, recuperando los equilibrios ambientales y sociales dañados a causa de años de hegemonía capitalista.
Este 15 y 16 de mayo tu voto puede ayudar a asegurar el combate jurídico, y que se vea reflejado en la práctica, contra este modelo extractivista que nos está dejando sin futuro. La vida de la Tierra es asunto de todos y todas, el cambio es colectivo y desde los territorios.
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