Una nueva tecnología medicinal desarrollada en Suiza aprovecha un virus modificado para la producción y el transporte de varios agentes de terapia antitumoral dentro del tejido humano afectado por el cáncer. Los anticuerpos, citoquinas y otras sustancias de señalización necesarias para el tratamiento en este caso se producen por las propias células cancerosas y destruyen el tumor desde dentro.
A diferencia de la quimioterapia o la radioterapia, este método, llamado ‘SHREAD’, no daña las células sanas normales, afirma el comunicado que la Universidad de Zúrich difundió el 18 de mayo. La innovación podría reducir los efectos secundarios de los tratamientos habituales para el cáncer y ofrece una solución para mejorar la administración de fármacos en otras clases de enfermedades, incluidas las terapias relacionadas con el COVID-19, según los investigadores.
El virus que los científicos modificaron, «para que actúe como un caballo de Troya», es un patógeno respiratorio común, el mismo utilizado en varias vacunas vectoriales contra el coronavirus en distintos países: el adenovirus. La becaria postdoctoral Sheena Smith, quien desarrolló la nueva tecnología, señaló que consiste en un engaño al tumor «para que se elimine a sí mismo mediante la producción de agentes anticancerígenos por sus propias células».
El SHREAD fue probado en ratones con cáncer de mama y, pasados unos días desde su inserción, los investigadores descubrieron que se producían más anticuerpos en el tumor que cuando el fármaco se inyectaba directamente. Al mismo tiempo, el peligro de los efectos secundarios era significativamente menor porque se evitó su transportación masiva por el sistema cardiovascular.
El líder del grupo de investigación, Andreas Pluckthun, explicó: «Los agentes terapéuticos, como los anticuerpos o las sustancias de señalización, en su mayoría permanecen en el lugar del cuerpo donde se necesitan en lugar de extenderse por el torrente sanguíneo, donde pueden dañar órganos y tejidos sanos».
Precisamente a Pluckthun y su equipo les pertenece la autoría de las tecnologías previamente diseñadas para dirigir los adenovirus a partes específicas del cuerpo y hacerlos evadir el sistema inmunitario, en las que se fundamente esta nueva propuesta de tratamiento.
Fuente: RT.