El analista político venezolano Eduardo Semtei aseguró durante una entrevista en el canal de noticias Globovisión, que los partidos de la oposición extremista, conocidos como G4 “ya no existe, es una cosa que murió, estuvo padeciendo muchos años, entró en agonía y sucumbió”.
Estas estas aseveraciones se basan, a su juicio, en que “la tarjeta de Voluntad Popular ya no existe, la tarjeta de Acción Democrática la tiene Bernabé (Gutiérrez), la tarjeta de Primero Justicia está congelada, queda es la tarjeta de Un Nuevo Tiempo, que no se sabe qué va a ser de ella porque los principales dirigentes se han ido retirando”.
A su juicio, muchos de los cambios políticos que evidencia el país suramericano son producto de la Mesa de Diálogo Nacional, abierta en el país.
Detalló que, en estos avances en materia política como las elecciones parlamentarias y la instauración de un nuevo Parlamento, no participó el G4.
“En el hecho de que hubiese elecciones parlamentarias y se eligiera un nuevo CNE (Consejo Nacional Electoral) no contribuyeron ellos (G4). Participaron luego de que la asamblea decidió nombrar un nuevo Consejo Nacional Electoral”.
A propósito de los nuevos rectores del órgano electoral sostuvo que “no es el mejor CNE” pero lo calificó como “bueno, bastante equilibrado y con bastantes técnicos”.
Sobre los próximos comicios, Semtei advirtió que “el gobierno no lo tiene fácil”, eso sí, aclaró que “tampoco es que está ahogándose”.
“La lealtad de los venezolanos existe y tienen un cierto compromiso y agradecimiento. Hay una cierta lealtad (hacia el gobierno) que le genera una base política de 4 millones de votantes”, aseveró.
Duque convirtió el proceso de paz en un retorno a la guerra
En relación con otros temas sobre América Latina, el dirigente se refirió a la situación política y social que atraviesa Colombia, así como a la muerte del guerrillero y político Jesús Santrich.
Según su criterio, “el gobierno colombiano con Duque empezó a darle cierta libertad a los grupos paramilitares para que persiguieran a los guerrilleros que se habían pacificado” lo que trajo como consecuencia una “violación a los acuerdos de paz”.
Calificó el contexto neogranadino como “un proceso de guerra interna” el cual una vez que se encausó “en un camino hacia la paz”; el presidente “Duque la terminó convirtiendo en un retorno a la guerra, y en eso arrastra a Venezuela”.