Apenas cuatro meses duró en el cargo la directora de la Fundación Teletón, la periodista Javiera de la Cerda, quien renunció el jueves pasado al cargo de la organización de beneficencia.
La salida de la Teletón ocurrió un día antes de que trascendiera la salida del canal La Red de la Teletón, estación que pidió abrir los libros de contabilidad de la organización inventada hace 42 años por el animador Mario Kreutzberger. Según trascendió a fines de la semana pasada, La Red está evaluando “la transparencia y la claridad en los ejercicios contables del organismo”.
Javiera de La Cerda fue dueña y directora ejecutiva de la empresa de comunicación estratégica Factor C, creada en 2008 y vendida en 2019. Entre las asesorías realizadas figuran a instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la PDI, el Ejército de Chile, Microsoft, Sodexo, Coca-Cola, además de empresas dueñas del agua como Aguas Andinas y Essbio, incluyendo la Asociación gremial de Empresas de Servicios Sanitarios (ANDESS). La capacidad de lobby de de la Cerda, según describe en su presentación en Linkedin, es presentada como un “sello ha sido entregar una mirada país, donde la agenda del gobierno, parlamentaria y social están en el centro del análisis”.
La semana pasada, el canal La Red condicionó su participación en la próxima Teletón a la apertura de los libros contables de la fundación creada por don Francisco. Habrían exigido abrir “al público los libros contables… tanto de sus gastos y sueldos”, además de “dar detalles de la entrega de ayuda a los adultos mayores en la campaña Vamos Chilenos“.
Tras la renuncia de de La Cerda, asumió como director interino de la Fundación Teletón Benjamín Díaz Uberuaga, quien se desempeñaba como director de Marketing. Es un Ingeniero comercial dedicado al marketing y el desarrollo de campañas de marca, desempeñándose en los ocho años anteriores a su llegada a la Fundación Teletón en una inversora de la automotora Gildemeister.
La salida de de la Cerda contrasta con la larga permanencia y estabilidad en los cargos directivos de la Fundación Teletón. De hecho, la periodista reemplazó a Ximena Casarejos, quien desde sus inicios fue el cerebro comunicacional de la campaña, accediendo al cargo de directora ejecutiva desde 1982 y reconocida como “mano derecha de don Francisco”, quien permaneció en el cargo durante 42 años.
UNA TELETÓN MODELADA EN DICTADURA
La Teletón fue ideada por Kreutzberger en 1978, copiando el formato de campañas de fondos realizadas en la televisión norteamericana. Presentada también como maratón televisiva se planteó “unir a los chilenos” en plena dictadura, desarrollando un modelo de negocios y de relaciones sociales en el cual las personas expresan solidaridad a través de la compra de determinados productos que aportaban una cifra inferior a un dígito del porcentaje de venta a la fundación dedicada a atender niños con discapacidad.
El modelo funcionó a la perfección en la dictadura de Pinochet, en forma paralela al desmantelamiento de un sistema de salud público. Al mismo tiempo contribuyó con el expandir un modelo de sociedad mediado por grandes empresas, no sólo productoras de productos de consumo, sino que también como benefactoras en ámbitos de lo social desamparadas por un Estado en proceso de reducción.
Hace algunos años en El Ciudadano se comentó que don Francisco fue el maestro de ceremonia de la transición chilena. Sostuvimos que “don Francisco fue el primer articulador público privado con la Teletón, ese pacto que estableció el primer gran consenso, mucho antes del fin de la dictadura, de que la solidaridad era posible comprando en el supermercado”.
La renuncia de de La Cerda ha sido minimizada por la prensa chilena, apareciendo este domingo apenas una breve nota del Cuerpo C de El Mercurio.
La Teletón reúne en su directorio a importantes representantes del consenso político y del empresariado. Su director ejecutivo es el PPD, Daniel Fernández, quien comparte espacio en el directorio con el presidente de Latam y ex-socio del presidente, Ignacio Cueto; Guillermo Tagle de IM Trust Credicorp o Lázaro Calderón, de Ripley. En el pasado tuvo en su directorio al condenado por el caso de corrupción y financiamiento ilegal de la UDI, al dueño del grupo Penta, Carlos Alberto Délano.
M.B.R.
El Ciudadano
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