El desvío de un avión de Ryanair a Minsk no derivó en una reducción del tráfico aéreo sobre Bielorrusia, dijo a Sputnik un alto cargo de Belaeronavegation, la proveedora nacional de servicios de navegación aérea.
«No la percibimos, todo está dentro de lo normal, hay el tráfico de siempre», afirmó Oleg Kaziuchits, director general adjunto de la empresa.
Según el ejecutivo, ninguna aerolínea notificó la suspensión de operaciones en el espacio aéreo de Bielorrusia.
El ministro de Transporte letón, Talis Linkaits, dijo esta mañana que la aerolínea de bajo coste airBaltic, la mayor compañía aérea del Báltico, suspenderá los vuelos sobre Bielorrusia por motivos de seguridad tras el incidente de Ryanair.
Kaziuchits negó también que hubiera coerción por parte de controladores bielorrusos para que los pilotos de Ryanair aterrizaran en Minsk.
«Los controladores aéreos no tienen esas facultades, no pueden forzar a la tripulación, que toma decisiones por su cuenta; lo único que pueden es recomendar cuando el avión está en el área de su responsabilidad, pero en ningún caso recurrir a la coerción, las amenazas y, menos aún, la piratería», aseguró.
El domingo, un avión de Ryanair, con más de 120 pasajeros, que cubría la ruta de Atenas a Vilna, realizó un aterrizaje de emergencia en Minsk por un supuesto aviso de bomba que resultó falso.
Las autoridades de Bielorrusia enviaron un caza MiG-29 para escoltar la aeronave y, durante su escala forzosa en Minsk, detuvieron a uno de los pasajeros, el periodista disidente Román Protasévich.
La Unión Europea, Estados Unidos y Canadá condenaron en términos contundentes el desvío del avión y exigieron a Bielorrusia liberar al periodista.
Protasévich, cuyos canales en Telegram fueron clave para coordinar las protestas postelectorales en Bielorrusia, es acusado por Minsk de varios delitos, entre ellos la organización de disturbios públicos, lo que podría acarrearle una pena de hasta 15 años de cárcel.
Fuente: Sputnik
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