Investigadora Cora Recio Burgos: «Durante el confinamiento se contribuyó a invisibilizar la situación de la prostitución»

La trabajadora social española hace una investigación sobre el fenómeno en su natal Almería y ve con preocupación como la pandemia agudizo las condiciones de vulnerabilidad de estas mujeres

Investigadora Cora Recio Burgos: «Durante el confinamiento se contribuyó a invisibilizar la situación de la prostitución»

Autor: Sofia Belandria

El confinamiento español por el COVID-19 incrementó la violencia de los clientes hacia las mujeres que ejercen la prostitución «tanto física como psicológicamente», según explicó la investigadora de la Universidad de Almería (sur de España) Cora Recio.

También es trabajadora social y autora de un estudio sobre este asunto titulado Business can’t stop.

Recio, que realizó su investigación entre los meses de marzo y abril de 2020 en el primer confinamiento español —uno de los más estrictos del mundo— explica que «los clientes trasladaron la situación de tensión vivida en la sociedad al trato con las prostitutas».

Entre las exigencias detectadas en sus entrevistas con más de una decena de personas prostituidas en la provincia de Almería, uno de los epicentros de esta actividad en España por su proximidad con las rutas de la inmigración ilegal del Mediterráneo, figuraban las rebajas en sus tarifas o que fueran ellas las que se desplazaran para realizar sus servicios, exponiéndose a las multas por desplazamientos no justificados, en vigor en aquellas semanas de estado de alarma, reveló el estudio.

Durante el confinamiento, las mujeres que resultaron contagiadas por COVID-19 eran encerradas por las mafias en las habitaciones de los pisos fuera de la vista de otros clientes y sin recibir atención en un centro de salud, explicó Cora Recio.

Esta investigadora también detectó que las mafias endurecieron las condiciones a las que estas mujeres se veían sometidas: «como en aquellas semanas cerraron los clubes donde ejercían, a muchas se las llevaron a casas abandonadas en medio del campo. Esto facilitó el acceso a los clientes para que no tuvieran problemas con la policía por violar el confinamiento, pero contribuyó a invisibilizar su situación, al estar aisladas en medio del desierto almeriense».

Se considera que son miles las prostitutas en toda España, aunque es muy difícil realizar un cálculo, dado la situación de clandestinidad en la que están en la mayoría de los casos.

Cora Recio realizó el estudio entre jóvenes colombianas y no pudo acceder al colectivo de las mujeres nigerianas, dado que «son las que están más movidas por tratas», según explicó ella misma.

Cortesía de Sputnik


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