El impacto de ciclones y huracanes en los países de la región del Caribe se vuelve a convertir en un riesgo desde este 1 de junio y hasta el 30 de noviembre, en una temporada que amenaza con ser peligrosamente activa, en opinión de expertos en meteorología.
Se espera que en este 2021 se formen 15 ciclones tropicales, de los cuales ocho podrían alcanzar la categoría de huracán, y se calcula que 10 de estos eventos climatológicos se desarrollen en el océano Atlántico, tres en el mar Caribe y otros tres en el Golfo de México, comentó a la prensa local el doctor Celso Pazos, director general del Instituto de Meteorología de Cuba.
Según el meteorólogo cubano, citado por Sputnik, durante el recién finalizado mes de mayo se registró un comportamiento de las lluvias por encima del promedio para el periodo, y se han producido varias tormentas locales severas, por lo que se avizora una temporada ciclónica activa.
En opinión de Pazos, para Cuba existe una alta probabilidad de que sea afectada por un ciclón tropical (85%), dado que las condiciones generales tanto oceánicas como atmosféricas son favorables para su desarrollo.
De acuerdo con estimaciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos, este 2021 será otro año por encima del promedio, con entre 13 y 20 tormentas, de ellas habrá de 6 a 10 huracanes, de los cuales de 3 a 5 serán de gran intensidad.
Para la temporada ciclónica en el Atlántico, la Organización Meteorológica Mundial determinó que los nombres que se usarán serán Ana, Bill, Claudette, Danny, Elsa, Fred, Grace, Henri, Ida, Julián, Kate, Larry, Mindy, Nicholas, Odette, Peter, Rose, Sam, Teresa, Víctor, y Wanda.
En los últimos años se han registrado organismos fuera de temporada, principalmente en el mes de mayo, que este año ocurrió el pasado 21 de mayo al formarse la primera tormenta tropical denominada Ana, que se ubicó en el oeste del Océano Atlántico cerca de Bermudas.
El Caribe con ciclones y huracanes
Los ciclones tropicales en el Caribe son centros de bajas presiones que aparecen sobre las aguas marinas de la zona tropical y subtropical, donde el viento gira en sentido contrario a las manecillas del reloj en el hemisferio norte, y suelen estar acompañados por una extensa área de nublados con chubascos, lluvias, tormentas eléctricas, e incluso hasta tornados, que puede abarcar 500 o más kilómetros.
Según los expertos, estos fenómenos climatológicos se clasifican en depresión tropical (menos de 63 kilómetros por hora), tormenta tropical (de 63 a 118 kilómetros por hora), y huracanes (más de 119 kilómetros por hora).
Los huracanes se catalogan a través de la escala Saffir-Simpson, que los coloca en cinco categorías, con vientos máximos sostenidos de 119 a 153 kilómetros por hora (categoría 1), de 154 a 177 kilómetros por hora (categoría 2), entre 178 y 208 kilómetros por hora (categoría 3), de 209 a 251 kilómetros por hora (categoría 4), y a partir de los 252 kilómetros por hora (categoría 5), aunque se consideran intensos a partir de la categoría 3.
Las tres condiciones básicas que favorecen el surgimiento y desarrollo de estos organismos en el Caribe son la persistencia durante varios días consecutivos de un área de disturbio o mal tiempo, que la temperatura del mar tenga valores de 26,5 grados Celsius o más desde la superficie hasta una profundidad aproximada de 45 metros, y el predominio de vientos débiles y sin cambios notables de dirección y velocidad en la atmósfera superior, según los expertos en Meteorología.
El servicio meteorológico nacional de Cuba cuenta con 68 estaciones ubicadas a lo largo de la isla, y dispone de una red de radares compuesta por ocho equipos, que garantiza el seguimiento de la trayectoria y evolución de cualquier ciclón tropical que represente una amenaza potencial.
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