En medio de las vicisitudes que atraviesan los indígenas de Colombia, una pieza audiovisual que aborda la vida del pueblo Misak y su relación con el territorio pisa fuerte en la cinematografía nacional, tras ser seleccionada como uno de los ganadoras en la muestra de Diversidad del Festival Internacional de Cine de Cartagena.
La pieza, titulada «Piurek, hijos del Agua», surgió de la necesidad de llevar los saberes tradicionales de la comunidad a los niños y niñas en primera infancia a través de relatos virtuales en medio de la pandemia de COVID-19, pero al finalizar el proceso, la pieza coincidió también con el estallido social que vive Colombia.
«Este trabajo con el pueblo Misak (se) inició el año pasado, en un momento de relativa calma en el país, pero este estallido social está coincidiendo justo con el lanzamiento del contenido y con el reconocimiento que ha tenido, al ganar un premio en el Festival Internacional de Cine de Cartagena», dijo a Sputnik la responsable general del Programa Nidos, Paola López Wilches.
Justamente, el Programa Nidos-Arte en Primera Infancia, del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), de Bogotá, acompañó este desarrollo audiovisual por medio de artistas visuales e incluso de abogados, para que el trabajo multimedia «quedara protegido en términos legales y de mayor equidad», explicó Wilches.
Experiencia creativa
Después de varios meses de reuniones, horas de trabajo extenuantes y diálogos enriquecedores entre la comunidad y los artistas, este video salió a la luz el pasado 27 de abril en un evento cerrado en el Teatro El Parque, de Bogotá, que convocó al grupo cocreador para hablar de este proceso, sus recuerdos y sentires.
«Para nosotros, cocrear es compartir un poco nuestra cultura. Esto es de nosotros y de ustedes también», dijo Miguel Antonio Tumiña, sabedor Misak que participó en el proceso de producción audiovisual y quien puso su voz en el relato de ‘Piurek’.
Para Wilches, el hecho de que el audiovisual coincida con el estallido social en Colombia sirve «para fortalecer la postura de Idartes sobre la relevancia que tiene trabajar con pueblos indígenas, ya que evidencia el papel que juegan los indígenas en la defensa de la vida».
Nada de lo que se observa en el corto animado ‘Piurek’ es mito o leyenda. En sus 6:56 minutos de duración, los niños indígenas y mestizos entre los 0 y 5 años de edad, a quienes está dirigido, pueden ver la historia ancestral que los identifica, pese a que ahora junto con sus padres son habitantes de una jungla de cemento llamada Bogotá.
«Estos no son mitos ni leyendas. Es su historia que nos entregan. Este proceso fue aprender entre todos y este contenido es reconocer la diferencia», dijeron los artistas bogotanos que participaron en el audiovisual, según declaraciones facilitadas a Sputnik por Nidos.
Para el comité curador del FICCI, «el tratamiento visual que el cortometraje le da a un tema cultural, cosmogónico y ecológico; la manera en que fluye como poesía en lengua Misak, su consistencia, su conciencia política», hacen de ‘Piurek’ «una obra de arte», expresó el FICCI en comunicado.
Camino al cine
Y es que el cortometraje, cuya «historia camina adelante con el futuro detrás, entre el agua que va contando de dónde vino el primer niño Misak», como dicen sus creadores, camina también con paso firme dentro de la categoría en el que fue seleccionado junto con cuatro cortos más, denominada ‘Muestra Diversidad Netflix-FICCI’.
Es así como todos ellos serán proyectados el próximo el próximo 24 de junio en el marco del FICCI Interruptus, una edición especial del FICCI en la que ‘Piurek’ confía en quedarse prendida en la retina y fijada en la mente y el corazón de los espectadores.
La contingencia que ha supuesto la pandemia de COVID-19, sumado a la actual situación de Colombia, inmersa en un paro nacional de las centrales obreras contra el Gobierno, sirvieron de manera accidental en el proyecto, ya que se dejó de interactuar de manera directa con los niños indígenas en Bogotá, por aquello del distanciamiento social y bloqueos de vías, y hubo que empezar a interactuar con ellos a través del teléfono y la virtualidad.
«Es evidente que el paso necesario a formatos no presenciales de atención a primera infancia ha afectado el acceso y cobertura de esta población», dijo a esta agencia Leyla Castillo Ballén, subdirectora de Formación Artística de Idartes, para quien dicha contingencia obliga a ver el vaso medio lleno y no medio vacío.
«En medio de las dificultades ha sido necesario apoyarse en iniciativas alternativas», lo que ha llevado a adoptar las «llamadas telefónicas para lectura de cuentos, circulación de contenidos didácticos en físico y en formato digital, conciertos y obras de títeres en las plazas y encuentros de experiencias artísticas en virtualidad» para llegar a los niños y a sus familias.
De esta manera, la cultura indígena colombiana y urbana de Bogotá muestran que en tiempos de dificultades, y uniendo sus talentos y saberes, es posible llevar a la pantalla un mito de manera atractiva y sutil a los niños y a la comunidad en general.
Cortesía de Andrés Pachón Sputnik
Te podría interesar
Indígenas Misak tumban estatua de conquistador español durante el paro nacional en Colombia