La Unión Europea (UE) ha mostrado su preocupación por la muerte de decenas de manifestantes durante las protestas que estallaron en Colombia el 28 de abril, y decidió confiar en el compromiso del gobierno de ese país suramericano, de que los responsables “rendirán cuentas”, dijo el enviado especial Eamon Gilmore.
El representante del bloque se reunió en Bogotá con el presidente Iván Duque, en medio de la sangrienta crisis que trajo el rechazo popular al gobierno por su manejo de la emergencia sanitaria y económica por la pandemia, pero también por la implementación de medidas impopulares que rompían de nuevo el acuerdo hecho en 2019, reseñó AFP.
“Le hablé al presidente de la preocupación que tenemos en Europa sobre la muerte de los manifestantes”, dijo Gilmore según la traducción de su declaración en inglés, al término del encuentro con el presidente colombiano.
Al menos 68 personas han muerto desde que se inició el Paro Nacional, de acuerdo con autoridades civiles y la Defensoría del Pueblo (ombudsman), que vela por los derechos humanos.
Gilmore destacó el compromiso de Duque de “asegurar” la “rendición de cuentas” de los responsables de los homicidios que han empañado las movilizaciones, y que en la mayoría de los casos involucran a agentes del Estado.
Duque desató la ira popular cuando quiso subir impuestos para financiar, según el gobierno, las ayudas a los más afectados por la pandemia. El mandatario desistió de su idea, pero la represión en las protestas avivó el descontento.
De acuerdo al Ministerio de Defensa, cerca de 2.500 personas, entre civiles y miembros de la fuerza pública, han sufrido lesiones durante las movilizaciones.
Aunque el gobierno solo reconoce 21 homicidios a manos de las autoridades, la ONG Human Rights Watch sostiene que recibió “denuncias creíbles” sobre 68 muertes en el marco de las protestas, de las cuales 20 ocurrieron a manos de policías, y entre ellas 16 fueron por balas disparadas con intención de “matar”.
La ONU, Estados Unidos y varias ONG internacionales han denunciado un uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades en las protestas.
Tras el encuentro, el presidente colombiano agradeció la “claridad y franqueza” del representante de la UE, y dijo que su gobierno garantiza la “protesta pacífica”, pero que rechaza el “vandalismo, el terrorismo urbano y la destrucción” que han seguido a las manifestaciones.
El mandatario valoró que la UE acompañe la política “de cero tolerancia” frente a cualquier conducta individual, de un miembro de la fuerza pública, que sea contraria” al respeto de los derechos humanos.