El Grupo de Puebla señaló su preocupación por los movimientos golpistas en Perú y ofreció su respaldo total al presidente electo, Pedro Castillo; esto, tras los llamados de miembros retirados del ejército para impedir que se reconozca su triunfo en las urnas.
A través de un comunicado, el Grupo de Puebla hizo “un llamado patriótico a las Fuerzas Armadas del país para que mantengan su condición de civilidad y neutralidad frente a los resultados de un proceso electoral ya cerrado por las autoridades constitucionales”.
El Grupo, esta integrado por personalidades como Dilma Roussef, expresidenta de Brasil; Rafael Correa, expresidente de Ecuador; José Luis Rodríguez Zapatero, exprimer ministro de España; Ernesto Samper, expresidente de Colombia; Alejandro Navarro, senador de Chile; Carlos Sotelo, exsenador de México; entre otros. Días antes había hecho un llamado a los representantes de las instituciones del gobierno peruano para respetar la “voluntad popular expresada en las urnas”.
“En el clima de polarización en el que se ha desarrollado este proceso electoral, resulta imperativo que todos los actores políticos e institucionales acojan el resultado de las elecciones y que se desestime cualquier tipo de planes o llamados para futuras desestabilizaciones democráticas.
«El sufragio es un pilar fundamental de la democracia y legitima el ejercicio del poder político, garantizando el derecho de los ciudadanos a elegir a sus mandantes”, manifestaron los miembros de la organización.
Exigen reconocer triunfo
Cabe recordar que ayer, en Lima, capital de Perú, colectivos civiles y partidos de izquierda convocaron a una “Gran Marcha Nacional” en “defensa” de la victoria de Castillo: la marcha comenzó en la tarde bajo un colorido y bullicioso ambiente de carnaval en la Plaza Dos de Mayo y culminó en la Plaza San Martín.
El escrutinio final dio una ventaja de 44 mil votos a Castillo sobre la derechista Keiko Fujimori, mientras políticos de derecha radical piden anular los comicios y militares retirados llaman a las Fuerzas Armadas a impedir que Castillo pueda asumir el mando.