Al parecer, la época de la impunidad está por llegar a su fin en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
En diversas ocasiones han sido señalados los presuntos actos de corrupción al interior de la Universidad, lo que ha llevado a que sea investigada por la Auditoría Superior del Estado en su carácter de sujeto obligado; es decir, que recibe dinero del erario para su funcionamiento.
Las pesquisas han llevado a la detención de algunos personajes señalados como presuntos prestanombres de funcionarios de la BUAP; pero, hasta el momento, ningún funcionario había sido señalado formalmente.
Esto, al parecer, ha cambiado, y la Fiscalía General del Estado cierra un cerco alrededor de los colaboradores cercanos del rector, Alfonso Esparza Ortiz, según señala en su columna Parabólica el periodista Fernando Maldonado.
Se trata de Verónica Beatriz Lewin Liceaga, quien fue designada por la abogada general de la BUAP, Rosa Icela Ávalos Méndez, para “asistir a las autoridades personales y a los funcionarios en materia de celebración de convenios, contratos y actos multilaterales”.
Lewin Liceaga, quien ahora enfrenta un proceso que podría llevarla a prisión, señala que el equipo de futbol, Lobos BUAP, era utilizado para operaciones de lavado de dinero.
Otro tema que trata el columnista es el paradero de María Isabel Martínez Hermoso, a quien apodan “La voz del rector”, una mujer que sin tener un cargo formal en el organigrama de la Universidad, toma decisiones importantes sobre el presupuesto de la misma.
Mucho se ha especulado que Martínez Hermoso estaría fuera de la ciudad, incluso fuera del país, pero Maldonado deja ver que podría estar atrincherada en la torre de Rectoría, en Ciudad Universitaria; lugar que, como atestiguó El Ciudadano, está resguardado por elementos de seguridad que tienen órdenes de no dejar acercarse a nadie, en particular a la prensa.
María Isabel Martínez ya es investigada por la FGE y en cualquier momento podría ser detenida, al igual que personajes como la abogada general o el propio rector de la BUAP, concluye Maldonado.