1.- La Convención Constitucional comienza a sesionar en julio. ¿La novedad en este proceso? Las coaliciones políticas que por decenios coparon casi todos los espacios, han debido ceder importantes cuotas a sectores nuevos. Representantes de pueblos originarios e independientes de varias denominaciones fueron electos y han dicho que piensan de lo que viene. No solo exponen un discurso diferente, también marcan posiciones y dejan claro que no todo se hará como lo quieren los detentadores del poder.
El sistema buscó instalar esta «disidencia» sólo en la Lista del Pueblo, pero no les resultó. Peor aún, en días posteriores se produjo una articulación mayor a través de la «Vocería de los Pueblos» sumando ya sobre 40 convencionales.
Ellos han sido claros y así lo han expuesto. No están dando un ultimátum pero sí están planteando temas básicos que tienen que hablarse al inicio del proceso, temas a los que han llamado «garantías democráticas». ¿Cuáles son estas?, entre otras, término a la prisión política en Chile, liberación a presos de la revuelta y mapuches, terminar con la total impunidad a la violación de los derechos humanos de ayer y hoy y la desmilitarización del Wallmapu.
Nadie que haya demandado Pan, Trabajo, Justicia y Libertad, puede estar ajeno a estos planteamientos. Se hacen no desde el cálculo político sino desde principios que se han sostenido pese a todas las presiones, golpes y persecuciones. Y, sin embargo, esas propuestas claras y directas han puesto en aprietos a parte de aquellos que se sentían únicos representantes de las posiciones de avanzada. ¿Si no cómo explicar que hasta ahora no se integren con todo a la Vocería de los Pueblos los convencionales electos por Apruebo Dignidad e incluso aquellos que dentro de Unidad Constituyente, se llaman asimismo miembros del partido de Allende?
2.- Queda aún mucho por hacer. Ver hasta dónde podrán avanzar estas demandas de la Vocería de los Pueblos, sin descuidar ni por un instante la presión popular para conseguir la instalación de cuestiones vitales en la nueva Constitución como son el derecho al agua, la vivienda, la salud, la educación, pensiones dignas y otras demandas, que deben ser para todos los nacionales sin limitación basada en el factor económico, como ha sido hasta ahora. Cada organización debe hacer llegar a todos los convencionales sus demandas y aspiraciones así como debe estar claro que, en buena hora, se ha instalado un número importante de gente buena que no hará gárgaras con tus aspiraciones, que las escuchará con atención por que las siente como suyas.
Nadie sabe en qué va a terminar todo esto, pero lo que está claro es que comenzó y será la gente movilizada la que en definitiva diga la última palabra. Si no se avanza en una Constitución que represente el sentir de la mayoría, tendremos algo que decir en el plebiscito de salida. Si se imponen al final del día los mismos de siempre, seguiremos luchando por cambios profundos y de verdad, construyendo organización por todo Chile. Esa es nuestra tarea, así ayudamos a la Vocería de los Pueblos. Vamos a trabajar.
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
Por Manuel Ahumada Lillo
Secretario C.G.T. Chile
Pulso Sindical 24 de junio de 2021