Una serie de archivos, fotografías y otros registros nunca antes vistos que documentan la investigación de los brutales asesinatos de tres activistas de derechos civiles hace 57 años en el estado de Misisipi (EE.UU.) ahora se encuentran disponibles al público.
Los asesinatos de James Chaney, Andrew Goodman y Michael Schwerner ocurrieron en 1964 en el condado de Neshoba a manos de miembros del Ku Klux Klan. Los hechos que desencadenaron indignación nacional ayudaron a impulsar la Ley de Derechos Civiles del mismo año e incluso fue tema de inspiración para el cine.
Todos los expedientes de la investigación, que datan de 1964 a 2007, fueron previamente recopilados por la Fiscalía y transferidos en 2019 al Departamento de Archivos e Historia de Misisipi. Ahora, las autoridades han hecho públicos los materiales que consisten en documentos del FBI, anotaciones, fotografías de la exhumación de los cuerpos de las víctimas y autopsias posteriores, imágenes aéreas del lugar del entierro, informes y declaraciones de testigos.
Chaney, Goodman y Schwerner trabajaban como voluntarios en la organización Freedom Summer, y parte de su trabajo consistía en mejorar las condiciones de vida de los afroamericanos. Los tres hombres desaparecieron mientras investigaban el incendio de una iglesia provocado por una delegación de los Caballeros Blancos del Ku Klux Klan el 16 de junio de 1964.
Semanas después se encontraron sus cuerpos enterrados y se supo que las víctimas fueron secuestradas y asesinadas. Un total de 19 hombres fueron acusados en relación a los crímenes, incluido el ayudante del alguacil del condado. De ellos, siete fueron condenados por violar los derechos civiles de las víctimas, pero ninguno pasó más de seis años en la cárcel.
En 2004, las autoridades de Misisipi reabrieron la investigación, lo quecondujo a que en 2005 condenaran por homicidio involuntario a Edgar Ray Killen, un líder del Ku Klux Klan y ministro bautista de la década de 1960.
Durante su juicio, testigos declararon que el 21 de junio de 1964 Killen reunió a hombres blancos para emboscar a los activistas, mientras que él fue a una funeraria de Filadelfia como coartada mientras ocurría el ataque. El acusado murió en prisión en 2018, dos años después de que se cerrara oficialmente la investigación.
Cortesía de RT
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