Abel Acuña fue asesinado el 15 de noviembre de 2019, el mismo día en que fue presentado por el oficialismo y sectores de la oposición el “Acuerdo nacional por la paz y una nueva Constitución”. «Ese día mataron a Abel y a cuánto pueblo más; ¿y qué va a pasar? Estas palabras son para decir ‘estoy aquí’, para llamar a la realidad y para que como seres humanos exijamos justicia”.
A un año y siete meses del asesinato de Abel Acuña en Plaza Dignidad, producto de una intoxicación con bombas lacrimógenas, su padre Anselmo Acuña denuncia que el proceso constituyente se está desarrollando en medio de la impunidad y de cientos de presos y presas políticos/as.
“Este fin de semana será agitado, anuncian el inicio de una ‘nueva Constitución’ con bombos y platillos, sin dar señales de justicia y la importancia que ésta tiene para tener ‘un mejor Chile’ sin impunidad, agrega.
“Pienso que un proceso constitucional no debe iniciarse sin que el Gobierno haya dado indicios de juicios justos. Aquí el Ministerio Público está polarizado al lado de un gobierno corrupto que no cede ante los reclamos del pueblo por un trato justo y digno para toda la sociedad”, denuncia Anselmo.
“Hay mucha gente detenida sin un juicio justo, en su mayoría los procesos judiciales están entrampados por la burocracia, y muchos de ellos en abandono. Más allá de una declaración, después de un año y medio, no hay señas de avance. Solo esperamos un juicio público para quienes resulten responsables. Estamos en lucha permanente y aquí las calles no se sueltan”, concluye.
En un reportaje emitido en este medio, denunciamos que el crimen de Abel Acuña se encontraba aún en la impunidad, a pesar de las contundentes pruebas presentadas por sus abogados.
Por Daisy Alcaíno
Fuente de la fotografía: Ciper