Ari Aster se embarca como productor ejecutivo en el sobrenatural cortometraje «Los Huesos» de los directores chilenos León y Cociña

Los chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña («La Casa Lobo»), ganadores de una distinción del jurado al mejor largometraje en el Festival de Animación de Annecy, han concluido el rodaje de un nuevo cortometraje, «Los Huesos», una pieza de stop-motion para el público adulto con una atrevida vocación de autor.

«Los Huesos» está producido por la compañía de Lucas Engel, Pista B, en coproducción con Diluvio («La Casa Lobo», «Rey» de Niles Atallah). El director Ari Aster («Midsommar», «Hereditary») y Adam Butterfield son los productores ejecutivos del corto. Estará listo para estrenarse en la segunda mitad de este año.

«Con “La Casa Lobo”, León y Cociña me parecieron los claros sucesores de Jan Svankmajer y los Quay», dijo Aster a Variety sobre su decisión de abordar la película. «Aquí parecen canalizar a Ladislas Starevich y Joel-Peter Witkin, al tiempo que afinan su extraña e inconfundible firma. “Los Huesos” es una película brillante de dos cineastas absolutamente singulares».

El compositor y carismático violinista estadounidense Tim Fain ha creado la partitura original y el diseño de sonido de la película. Fain es conocido por sus interpretaciones musicales en «El Cisne Negro», de Darren Aronofsky, en la que también coordina la música en pantalla, y por su trabajo con el legendario compositor Philip Glass. Fain también trabajó con el compositor Nicholas Britell en la ganadora del Oscar «Moonlight» de Barry Jenkins.

«Los Huesos» es una inmersión en la historia reciente de Chile justo cuando el país está redactando una nueva Constitución para sustituir el documento actual, aprobado durante la brutal dictadura de Augusto Pinochet. Será la primera vez desde 1833 que la Constitución chilena sea redactada por una convención ciudadana elegida por votación popular. La nueva Constitución deberá ser aprobada por un plebiscito en 2022.

La premisa de «Los Huesos» es un llamado a la supuesta primera película de animación en stop-motion del mundo. Fechado en 1901 y excavado en Chile en 2021, el metraje de 16 mm documenta un ritual en el que una joven indígena utiliza huesos humanos para convocar a los espíritus de los dos ideólogos más conocidos de los valores conservadores y oligarcas de Chile -el padre fundador Diego Portales y el estrecho colaborador de Pinochet Jaime Guzmán- para «reescribir» la historia.

Rodada en blanco y negro en película de celuloide, la partitura y el diseño de sonido de Fain están recortados con una distorsión desafinada que contribuye a la autenticidad de la película, a la vez que realza la sensación sobrenatural de los conjuros de la niña.

León y Cociña también están trabajando en su segundo largometraje. De momento se titula «Los Ángeles» y «será una mezcla de marionetas, animación, decorados y una actriz (Antonia Giesen). Esta película será una forma de dialogar con la tradición del cine de ciencia ficción y aventuras, pero desde el mundo de Chile y Sudamérica», dijo Cociña.

León añadió: «Queremos re-imaginar esas tradiciones. ¿Qué pasaría si una película de aventuras de los años 50 que imagina la realidad virtual se quedara atrapada en un mundo virtual y se disolviera en esa realidad?».