En un confuso incidente al interior de un predio hoy en manos de Forestal Mininco, carabineros asesinó al weichafe Pablo Marchant, integrante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y ex estudiante de Antropología de la Universidad de Concepción.
La víctima fue ultimada por la policía cuando realizaban un sabotaje a las instalaciones del fundo Santa Ana Tres Palos, localizado en Carahue, en la región de la Araucanía. Según versiones de la misma policía el grupo habría incendiado un bus, un camión de abastecimiento de petróleo y un vehículo skidder.
En las primeras horas del incidente se difundió que la víctima era Ernesto Llaitul, hijo del miembro de la CAM, Héctor Llaitul.
También, según informó Radio Bio Bio, “los sospechosos habrían disparado en contra de trabajadores presentes en el lugar, siendo uno de ellos herido y posteriormente trasladado hasta el Hospital Regional de Temuco”.
Horas después del incidente, la Alianza Territorial Mapuche (ATM), difundió que la persona ultimada por carabineros era Ernesto Llaitul, lo que también fue corroborado por el lonco Juan Pichún Collonao, integrante de la CAM.
Sin embargo, en horas de esta mañana se sabe que el trabajador fue herido fue por una bala o un perdigón, no descartándose que el origen de esta sean las armas usadas por la policía. Héctor Llaitul, informado de la supuesta muerte de su hijo, tuvo que hacer las gestiones para acceder a identificarlo en Carahue. Según contó durante la madrugada a Inteferencia, junto a la pareja de su hijo fueron al sitio del asesinato a reconocer el cuerpo, determinando que se trataba de Pablo Marchant.
Llaitul atribuyó la confusión debido a que el rostro estaba deformado tras recibir el disparo, lo que quizás “confundió a Carabineros o al fiscal, no tengo idea o habría una intencionalidad al decir que era mi hijo, pero no es él, estaba metido en un lugar de difícil acceso, en una faena forestal, no entendemos la razón de tal maldita confusión”.
De igual forma señaló a los uniformados como los responsables del error:
“No sé por qué Carabineros dio por hecho que era mi hijo y como empezó a circular esa información, nosotros también lo suponíamos, pero cuando vimos el cuerpo vi que no era mi hijo, no era Ernesto. Hay un morbo terrible sobre que abatieron a mi hijo”.
El Ciudadano